La ultima lección [1]

2K 218 41
                                    


―Yaboth!!!

Casi rasgo mi garganta con el grito de preocupación. La energía que estaba absorbiendo y distribuyendo de pronto estallo, hiriendo tanto a aliados como a enemigos. Pronto me concentre y evite que el daño a mis aliados se extendiera. Mientras lloraba volví a tomar el control de la energía. Me moví por instinto e ignorando el combate a mi alrededor me dirigí tan rápido como pude a donde había caído Yaboth. Genere una bola de energía pura y empuje varios centímetros al Ulmay que había herido de muerte a mi mejor amigo.

―No, no, no

Slayer exploto en ese instante.

― Yaboth, no puedes irte. Por favor tu tampoco.

Esperaba por lo menos una situación como en las grandes historias de los héroes en donde el camarada herido por lo menos tiene tiempo para decir unas últimas palabras, un secreto o por lo menos un chiste. De seguro Yaboth contaría un chiste.

Pero la realidad era mucho más sombría de lo que imaginaba. Me encontraba sacudiendo un cuerpo inerte, con una cortada que iba desde su axila izquierda hasta su cintura. Ni sus ojos ni su pecho se movían.

―Yaboth, no por favor.

Lo agarré con fuerza entre mis brazos y lo abracé tan fuerte como pude.

―No nos puedes dejar.

Me empecé a desesperar ¿Cómo podía suceder algo como esto? No podía estar pasando, aunque ya hubiera sentido el dolor de haber perdido a un ser querido, jamás en la vida me acostumbraría a este desgarrador sentimiento.

Escuche varios sollozos a mi alrededor, mis demás compañeros también lloraban su muerte. Eileen y Aenor con mayor intensidad, mientras que Zhao y Diaxe se encontraban fuera de control combatiendo con una ira inmensa, parecían poseídos.

En medio de esa desesperación, una pequeña figura se empezó a materializar a partir de la sombra del cuerpo de Yaboth.

―Por favor, por favor, por favor...

Decía mientras apoyaba mi cabeza contra la suya.

―No nos puedes dejar, aun te falta casarte con Christel.

La sombra, apenas visible desde donde me encontraba a causa del feroz combate a mi alrededor tomo forma humanoide, delgada y alargada. Su cabeza parecía un ojo y sus brazos eran largos y pequeños como palillos.

―Este no necesariamente es el final― susurro la vos alargándose hasta mi oído izquierdo.

Casi no noto a siniestra voz. Me encontraba sollozando desconsoladamente mientras que conexiones de energía salían de mi espalda hasta donde se encontraba los pocos aliados que aún quedaban. Cada uno de ellos con fuertes capas eléctricas a su alrededor.

―Tienes el poder de los dioses― volvió a decir pasando detrás de mi cuello hasta mi otro oído.

Esta vez sí lo noté, la escalofriante sensación que sentí cuando acaricio mi cuello con sus diminutas manos me recordó el temor que sentí cuando me encontré con seres parecidos.

―Le puedes otorgar vida eterna a tu amigo.

En ese momento giré la cabeza, no tenía expresión alguna. Parecía careciente de alma, lo que acababa de escuchar era la solución a mis problemas. La escuche con toda mi atención. Su voz, ahora que le prestaba atención note que era femenina.

― ¿Sientes los hilos de energía vita en tu cuerpo?

La criatura pregunto colocando sus dos manitas sobre mis mejillas. La parte central de su cuerpo creció hasta el tamaño de un puño cerrado.

―si creas un hilo trenzado de una hebra de energía vita, un filamento de energía scientia y una brizna de energía magicae. Puedes ligar su alma y cuerpo por toda la eternidad.

En ese momento trono y aparecieron las luces de la aurora de solsticio. La hermosa y agraciada decoración celeste poseía diferentes tonalidades de verde. De ser cualquier otro momento, la vista de fuego, ceniza y esta aurora bajo el cielo nocturno con dos grandes lunas sería lo más esplendido que hubiera visto en mi vida. pero esta no era la ocasión, me encontraba indiferente al espectáculo a mi alrededor.

Me limpie las lágrimas de los ojos, no paraba de llorar. los tenía rojos he hinchados.

― ¿Qué acabas de decir? ― le pregunte intentando contener mis lágrimas.

― Un hilo, de las tres energías y podrás traerlo a la vi...

Un sonido cortante nos interrumpió. Sora acababa de mandar una de sus cuchillas de la windblade contra la sombra.

―Espabila Laxus― grito Sora deslizándose hasta donde me encontraba. termino de rodillas frente a mi, el cuerpo de Yaboth estaba en medio de nosotros.

―Lo puedes revivir ― sonrió la sombra desapareciendo entre la oscuridad.

―Lo puedo revivir― repetí mirando la palma de mi única mano.

-----------------------------

Todo empieza a complicarse...  

Leyendas de héroesWhere stories live. Discover now