PODER

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Por reacción materialice un rifle para ayudar desde la distancia, al mismo tiempo todos mis compañeros hicieron lo mismo, pero con diferentes armas a distancia. Y pocos segundos después nos encontrábamos disparando, todos empezaron a ayudar a Eileen y Aenor a excepción de Corvinus y de mí. Ambos nos encontrábamos ayudando a Yaboth que ya se encontraba a medio camino del precipicio.

Apenas impacto el primer proyectil nos vimos rodeados de las criaturas voladoras, blancas como la nieve, y a nuestras espaldas empezaron a aparecer varios de los humanoides de báculo. De inmediato, Sora y Zhao desmaterializaron las armas que acaban de utilizar y materializaron una Windblade y una katana respectivamente.

Al comienzo fue sencillo, Yaboth se movía con gracia y permitía que disparamos sin miedo de darle a él. De hecho, ambos tipos de humanoides, los que parecían primates y las aves eran bastante torpes. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo empezamos a notar que estos humanoides no se comportaban como individuos, más bien trabajaban como una colmena y durante todo el tiempo habían estado logrando lo que querían, pero la pregunta era ¿Qué se proponían?

La batalla se empezaba a complicar como en situaciones anteriores, la cantidad de humanoides empezaba a multiplicarse exponencialmente, pero podíamos manejarlo. Y mientras luchábamos, una sensación incomoda me inundaba, algo se nos estaba pasando ¿pero que sería?

Con el transcurrir del tiempo empezamos a intercambiar miradas, todos presentíamos lo mismo y sin embargo a nadie se le ocurría que hacer. Fue entonces cuando empecé a recordar las clases de Bothor, el papá de Yaboth; en estos momentos, aunque nos encontrábamos luchando con superioridad prácticamente masacrándolos en batalla, la estrategia general y la guerra en sí. Se encontraba en manos de los humanoides a no ser que lográramos obstruir sus planes, pero el problema seguía siendo el mismo: Ninguno de nosotros tenía idea de lo que tramaban.

Al cabo de varios minutos de batalla el risco empezó a moverse, intentando evitar que Yaboth alcanzara la cima, pero el héroe de ojos morados se las ingeniaba para evadir todas las complicaciones que se le presentaban con agilidad sorprendente.

— Nos quieren separar de nuevo pendejos! — grito Yaboth apenas llego a donde se encontraban Eileen y Aenor.

En ese momento caímos en cuenta, nos encontrábamos separados los unos de los otros por uno o dos metros. Yaboth golpeo a una de las aves contra el suelo con su báculo, salto en medio de dos primates bastante corpulentos agarro a Eileen de la mano camino hacia Aenor, la cogió de la cintura y las jalo hacia su cuerpo. En ese instante se levantaron muros blancos entre los espacios entre nosotros. Trozard se lanzó a donde se encontraba Zhao y antes de que pudiera reaccionar me encontré de nuevo solo.

Desmaterialice el rifle y materialice una espada mediana, intente golpear las paredes que acaban de aparecer, pero la hoja de la espada paso como por aire. En ese momento empecé a entrar en pánico, las imágenes de la mujer apuñalándome y el sentimiento de desesperanza que me habían hecho sentir empezaban a inundar mi mente. Intente calmarme y mantener la compostura, y con la sonrisa que siempre aparecía cuando menos lo quería aspire una enorme bocanada de aire, mantuve la respiración por un momento y exhale con fuerza.

En ese momento se me ocurrió utilizar mis visores, que la verdad no recordaba haberme quitado, e inmediatamente al colocarlos sobre mis ojos pude notar que quedaba energía mágica a mi alrededor, donde antes estuvieron las paredes.

Empecé a pensar tan rápido como pude, nos separaron con magia ¿cómo podríamos encontrarnos de nuevo? Y aunque pensé en varias rutas de acción, al final lo único que podía hacer con posibilidades de ser útil fue absorber la energía mágica a mi alrededor. Para mi sorpresa la magia no desaparecía, del suelo empezaba a emanar mas energía. Los siguientes segundos me dedique totalmente a absorber la energía que emanaba del suelo, por la reacción del ambiente algo me encontraba haciendo bien.

Chispas empezaron a totear en el aire, la corriente eléctrica de color azul empezó a cubrir mi cuerpo y empecé a sentir estática en mi ropa, armadura, pelo y piel. Llego un momento en el que absorbí tanta energía que los lentes de los visores se quebraron, me empezaba a sentir bien, muy bien, pero no era una emoción; más bien me estaba quedando sin emociones. Me encontraba entrando en un trance difícil de explicar, como si me estuviera durmiendo despierto.

Los visores se empezaron a descomponer en energía y mi armadura les siguió, a medida que absorbía energía me era más fácil extraer aún más. Por suerte la armadura al ser magia holográfica volvía a aparecer a medida que la descomponía.

El suelo en donde me encontraba cedió, y no reaccione, el trance en el que me encontraba no solo había apagado mis emociones, sino que también acababa de apagar mis instintos, mi percepción de lo que me rodeaba; en otras palabras, estaba distorsionando mis sentidos. Una chispa de preocupación me invadió, estaba perdiendo mi humanidad, y no tenía idea de cómo evitarlo.

La enorme cantidad de energía que poseía me mantenía en el aire y al cabo de unos minutos las paredes invisibles de energía mágica se empezaron a quebrar, note la fluctuación en el espacio, la magia que nos había separado acababa de reversarse. Al momento de caer estas paredes, la energía a mi alrededor se torno violenta.

En ese instante me encontré en el precipicio junto con todos los demás, se encontraban sorprendidos y preocupados al mismo tiempo; lo noté en sus miradas. Seguí su vista hacia mí y noté que mi piel se empezaba a descomponer en energía, pequeñas partículas de sangre empezaban a emerger.

El momento de "paz" termino abruptamente, con la aparición de cientos de humanoides de distintos tipos, que fueron instantáneamente eliminados por las corrientes eléctricas que crecían a mi alrededor. Por otro lado, a mis compañeros no los afectaba de esa manera, la energía eléctrica de color azul los rodeaba e intentaba congeniar con ellos, pero no lo lograba.

Corvinus intento acercarse, pero la corriente se tornó violenta y lo lanzo contra Dalana. Al mismo tiempo cayó una flecha de gran tamaño con una soga de igual proporción entre mis compañeros y yo. Por encima de la cuerda pasaron Yaboth, Eileen y Aenor.

— Vamos, no es tan grave — dijo Yaboth golpeándome la espalda en tono jocoso.

Apenas tocó mi espalda, sus ojos se tornaron azules y la misma corriente eléctrica que me rodeaba lo cubrió en medio de un grito ahogado de los demás héroes.

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Hola muchas gracias por todo su apoyo, sus mensajes y sus votos.

Espero este capítulo les haya parecido tan interesante como a mí. 

Leyendas de héroesWhere stories live. Discover now