85. SHERLOCK HOLMES (2/2)

682 51 4
                                    

Segunda parte O.S 70

John limpió el sudor de su frente mientras miraba a la casa donde Sherlock estaba. Al final no solo habían ido al sur, sino que habían cogido un barco y había pasado el mar llegando a la tierra del Duque Kerque. Allí se habían establecido como John y Sherlock Archer, alfa y omega y como tales, se habían marcado. John miró el campo semi cosechado volviendo a su trabajo. Se dedicaban a la cosecha y venta de lo que les sobraba, vivían bastante bien. El dolor en su hombro lo hizo detenerse y tocar la marca de Sherlock, estaba ardía informando que su omega estaba asustado. John tiró la herramienta al suelo y corrió hacia la casa lo más rápido que pudo. Al abrir la puerta se encontró a Sherlock con el rey Moriarty sentado en una de las sillas. John gruñó tirando de Sherlock a su espalda, protegiendo sobretodo la barriga de seis meses de embarazos que este tenía.

- No te puedes ni imaginar la sorpresa que me ha dado cuando mi amigo Kerque me ha comentado que a su pueblo había llegado un Sherlock.- Dijo el rey mirando al omega que, aunque apestaba a terror, tenía una mueca y una posición altiva.- Había venido a recuperar lo que el rey Holmes me había prometido, pero oliendo a Alpha barato y esperando un vástago, realmente no me sirve.- Dijo con asco mientras John miró a donde estaba su espada, guardada en el armario detrás de Moriarty.- Pero no te preocupes Sherlock, a tu padre seguro que le emociona saber que está esperando un nieto.- Dijo con una sonrisa levantándose y acercándose a la puerta. No se despidió de ninguno antes de salir dando un portazo, Sherlock suspiró con tristeza apoyando su frente en la cabeza de John que ya no estaba tan tenso.

- Espero que mi insulso hermano sepa hacer bien algo como retener a Padre.- Dijo separándose y volviendo a la cocina, John lo miró antes de acercarse y detenerlo, acarició su mejilla antes de besar sus labios de forma lenta mientras que con la otra acarrea la barriga de Sherlock.

- ¿Por qué no te relajas un poco mientras yo acabo esto?- Sherlock lo miró antes de asentir y sentarse en el pequeño sofá. John limpió sus manos antes de seguir con la comida que Sherlock había comenzado.

Si Moriarty enviaba esa carta, que estaba seguro que lo haría, sospechaba que el rey Holmes y Mycroft estarían aquí antes de la luna llena, quizás para el nacimiento de su hijo. John suspiró mientras su vista se quedaba en la verdura de dentro de la olla. No iba a permitir que le quitaran a su omega, y si se atrevían a ponerle una mano encima a su omega o a su primogénito no le importaría que estuviera delante del rey Holmes o del mismo dios, atacara a matar.

- Mañana iré a ver a Molly. Quiero asegurarme de que todo va bien.- Dijo Sherlock ganándose la atención de John que dejó el fuego muy flojo para que la comida se hiciera de forma lenta.- Y asegurarse de que ella vendrá para el parto.- John se acercó y se arrodilló delante de él, subió la camisa dejando un beso en barriga de este, Sherlock cerró los ojos disfrutando de la paz que su Alpha le daba.

Era feliz, John había sido un Alpha mucho mejor de lo que esperaba, su vida no había cambiado mucho si era sincero. John se había encargado de comprar la casa más señorial que había encontrado, había contratado a gente del pueblo para que cosecharan sus tierras y estaban consiguiendo una pequeña fortuna con eso. Mientras que él era libre de hacer lo que quisiera, muchas veces pasaba horas leyendo los libros que había ido consiguiendo, otras veces ayudaba a John a recolectar las cosas o a plantarlas. Y otras como esa mañana únicamente hacia la comida y se sentaba a relajarse. Tenía vida de noble aunque ya no perteneciera a la nobleza.

- ¿Quieres que te acompañe?- Preguntó levantándose y quitando la olla del fuego, Sherlock lo vio repartir la comida en dos platos antes de dejarlos en la mesa.

- No hace falta.- Dijo mientras lo veía salir con la olla y llamar a los demás trabajadores. Les sonrío dejándolas en la mesa que había fuera para que ellos se sirvieran lo que les gustara. John volvió a entrar y se sentó a su lado comenzando a comer. Esa vida era agradable, muy buena, no quería que nadie se la quitará.

*

Sherlock estaba a punto de dar a luz. Molly, la matrona del pueblo, llevaba dos días residiendo en su casa, pendiente de cualquier indicio de parto. John llevaba esos dos días más nervioso de lo normal, había dejado sus tierras a los trabajadores, confiando en su eficacia, mientras que él se dedicaba a vigilar a Sherlock y preparar los últimos detalles para la llegada de su vástago. Esa mañana Sherlock estaba enfadado porque, según él, John estaba demasiado pesado, John solamente lo había abrazado mientras dormían. John sonrió divertido mientras cocinaba de nuevo para sus trabajadores, preparando una más grande para que pudieran llevarles a sus familias. La puerta sonó consiguiendo que el Alpha pudiera el fuego muy flojo para que se cocinara poco a poco. Abrió la puerta quedándose helado al ver al rey Holmes y a Mycroft, su vista se movió a la espalda de ambos hombres encontrándose a su padre y hermana mirándolo con una sonrisa tensa. John carraspeó mirando al rey haciendo una suave reverencia.

- No los esperaba tan pronto majestad.- Dijo dejándolos pasar, Sherlock se levantó con ayuda de Molly, este miró de forma seria a su padre mientras acariciaba su barriga recibiendo una patada.

El Rey miró la barriga de su hijo con una mueca de sorpresa girando su mirada a Mycroft que sonreía asintiendo con suavidad. John por otra parte estaba abrazando a su padre mientras aguantaba las quejas del hombre. Su hermana simplemente le dio un apretón tenso, pero tampoco esperaba más de ella. Entraron encontrándose el ambiente tenso entre los Holmes. John se acercó a su omega y abrazó su cintura dejando un beso en la mejilla de este consiguiendo que se relajara bastante. Sherlock se quejó y se sentó mientras frotaba su espalda, la barriga pesaba demasiado a esta altura. John sonrió acariciando su cuello para calmarlo.

- ¿Te das cuenta que podría matarte por esto?- Preguntó el rey a John, Sherlock hizo brillar sus ojos de omega antes de gritarle a su padre con rabia. El rey no se dejó intimidar por eso, John sonrió mientras cruzaba los brazos en su pecho mirando al rey.

- Y aceptaría sin peros mi condena.- Dijo ganándose la mirada sorprendida de todos los del salón.- Pero es su hijo del que estamos hablando señor ¿Realmente condenaría a Sherlock a vivir una vida con un cachorro y sin su Alpha?- Preguntó ganándose una mueca de odio por parte del rey.- Además no fue mi plan, yo fui secuestrado por sus hijos.- Dijo divertido, el rey miró a Sherlock que estaba intentando ocultar una sonrisa mientras que Mycroft se veía orgulloso ante eso. El rey negó cansado mirando a Sherlock que tenía los ojos cerrados mientras intentaba regular su respiración.- ¿Sherlock?- Preguntó John arrodillándose a su lado, su mirada fue a la mancha húmeda que había en el sofá y en la ropa de su omega.- ¡Molly! ¡Sherlock ha roto aguas!- Todo a partir de ese momento se volvió un caos.

Molly llevó a Sherlock a la habitación y prohibió la habitación a todos los Alphas de la casa, así que el salón se había convertido en una habitación tensa. Cualquier cosa era una provocación. John apagó el fogón antes de llevar la olla fuera y llamar a sus empleados, al explicarles la situación ellos le felicitaron y se fueron dejando a la familia tranquila. John volvió a entrar encontrándose a su padre mirándolo orgulloso mientras que el rey lo miraba curioso. La puerta se abrió y John jadeó al ver al pequeño bebe en brazos de Molly que sonreía cansada.

- Felicidades John, es una niña sana.- Dijo entregándole a la niña, John mordió su labio mientras acariciaba la mejilla de esta y dejaba un beso en su frente. La niña era como Sherlock, sintiendo como el rey la miraba sorprendido y su padre totalmente enamorado de su pequeña nieta.

- ¿Y Sherlock?- Preguntó John mirando a Molly que sonreía tranquilizando al Alpha.

- Está descansando, la herida sanará del todo en las próximas horas.- John asintió mientras arrullaba a la niña dejando que Mycroft y su hermana la vieran.

- ¿Sabéis cómo la llamareis?- Preguntó el rey mirando a la niña que abría su boca y la volvía a cerrar.

- Si, Rosamund Archer.- Recibió dos miradas reprobatorias, ambos patriarcas no estaban de acuerdo con el apellido de la niña. Pero John simplemente cogió el biberón que Molly le daba y se lo puso a la niña en la boca, esta la aceptó con rapidez.

- Será una Holmes.- Dijo el rey, mirando fijamente a John, este sonrió ladinamente antes de encoger sus hombros.

- Será lo que su padre quiera.- Dijo dejando a los dos hombres mirándolo sorprendido mientras él y su hija entraba con Sherlock, les quedaba una semana muy larga de abuelos sobreprotectores y lazos nuevos que formar.

One-Shots MultifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora