111. HARRY POTTER (1/2)

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WOLFSTAR

AU

Sirius salió del vestuario donde su equipo de Baloncesto estaba reunido hacía unos segundos, le había pedido a su mejor amigo James que fueran tirando hacia la cancha mientras él se tomaba unos segundos para relajarse. Ese sería la final del torneo, jugarían contra los mejores de Londres y estaba ligeramente asustado, sabía que todo su equipo confiaba en él y que como capitán del equipo debe luchar hasta el final. Sirius salió quitándose los aros de las orejas y poniendo las muñequeras que tapaban ligeramente sus tatuajes. Llegó a su banquillo saludando a la entrenadora Hooch con una sonrisa poniéndose delante de su equipo. Los Gryffindors eran un buen equipo, ese año era el primero que llegaba tan lejos y solo gracias a su nueva inquisición, su nueva estrella del equipo Dorian Lupin. Sirius miró al chico castaño que sonreía mirándolo con los ojos ámbar, que lo había impresionado desde un principio.

- Equipo este es nuestro último partido, nuestra última oportunidad de que somos buenos.- Todos gritaron y Sirius miró a James antes de guiñarle un ojo y mirar a Dorian, esté lucía demasiado motivado mientras acariciaba el anillo que llevaba colgado en el cuello.- Bien, juguemos con todo desde un principio, enseñémosles a esas serpientes que con nosotros no puede nadie.- Dijo con fuerza consiguiendo que todos gritaran alegres. Todos se pusieron en formación de círculo antes de que Sirius mordiera su labio.- ¡Gryffindor a luchar!- Un sí colectivo se escuchó antes de que los cinco jugadores tutelares salieran a la cancha.

Ese partido era entre Gryffindor y Slytherin, dos equipos con una antigua rivalidad, las serpientes contra los leones. Sirius hizo crujir su cuello mirando a Dorian preocupado, este estaba mirando expectante al grupo de serpientes que aún estaba reunida. Sirius desvió la mirada al grupo de estas al escuchar el grito de ánimos sorprendiéndose al encontrarse a Regulus caminando hasta él. Miró a Dorian que sonreía feliz mientras saludaba a alguien del equipo de las serpientes, Sirius llevó su mirada allí encontrándose con un chico de su edad de pelo marrón claro y ojos ámbares, su cara estaba lleno de varias cicatrices, en el pecho de este un anillo como el que llevaba Dorian llamo su atención.

- Espero que sea un buen juego hermano.- Sirius apartó la mirada del castaño claro a Regulus que le sonreía de forma ladinamente.

- Vamos a ganar.- Dijo simplemente Sirius escapando del Black menor y acercándose a Dorian, este miró a su capitán con una ceja alzada.- ¿Qué estás haciendo? No chinches al equipo contrario hasta que no esté jugando.- Dorian se rió mientras miraba al arbitro que se acercaba a ellos.

- Sirius él no reaccionaba a mis provocaciones, está acostumbrado, es mi hermano mayor Remus.- Sirius miró al nombrado que lo estaba mirando con seriedad, el árbitro hizo sonar el silbato y Sirius se acercó como capitán, a su vez el tal Remus lo hizo después de chocar el puño con Severus.

- Capitanes saluden.- Sirius alargó su mano y el chico se la aceptó con un poco de más de fuerza.

- Vamos a ganar.- Dijo el de las cicatrices antes de sonreírle y separarse volviendo al lado de Lucius que lo miró con superioridad antes de negar.

- ¿Qué le pasa a tu hermano?- Dorian lo miró con una sonrisa triste mientras miraba a Remus que en ese momento estaba estirando sus brazos.

- Desde el accidente no es él mismo, él es como yo en verdad, solo que la compañía no ha sido buena.- Dijo mientras su mirada iba a Tom, que tenía su brazo alrededor de los hombros de este. Tom le sonrió de forma agresiva consiguiendo que Sirius se tensara.- Él ha oscurecido mucho a mi hermano.- Suspiró antes de que el silbato sonara.

El partido empezó siendo fuerte, la primera canasta vino de la mano de Dorian, otorgándoles dos puntos, pero antes de que Gryffindor pudiera celebrar nada, Remus había metido un triple siendo alabado por Regulus y Tom. James crujió su cuello antes de interceptar el pase de Severus y lanzar también desde la zona de tres puntos y encestando. Sirius sonrió marcando a Tom para impedir que recibiera el balón que Lucius debía pasar. Sintió un golpe en las costillas antes de que Tom se librara de su marcaje y se acercará a Lucius, haciendo un mate quedando empate. Sirius miró al árbitro dándose cuenta que no había visto la falta que Tom había hecho, pero su equipo si y mientras los leones gruñían enfadados las serpientes se reían disimuladamente. Peter pasó la pelota con mucha precisión a Dorian que marcó un triple liberándose del bloqueo de su hermano. En el campo se podían ver las chispas y la rabia crecer por momentos, ya que él marcador apenas cogiera diferencia era un combustible fácil. El  primer cuarto los equipos quedaron veintinueve a treinta dándole esa pequeña ventaja a las serpientes.

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