38. GRIMM

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NICKNARD

Omegaverse

Renard dio la quinta vuelta en el pequeño espacio que la trastienda le dejaba. Volvió a mirar a Nick que tenía a Juliette pegado a él como una garrapata. Gruñó mientras llevaba su mano a la barbilla y se la acariciaba con suavidad dando otra vuelta.

- No podemos quedarnos sin hacer nada, es mi cachorro.- Dijo tenso el capitán mientras que Juliette hacia una mueca cogiendo la mano de su mejor amigo.

- No hay nada más que podamos hacer.- Dijo Rosalee mientras miraba a Nick todavía inconsciente.

Renard volvió a gruñir mientras se detenía y se quedaba viendo a su omega mientras mordía su labio nervioso. Se acercó y se agachó para acariciar la mejilla del chico y después bajar su mano a la barriga de cinco meses de Nick. El Alpha dejó un beso en el cuello de Nick antes de gruñirle a Juliette que estaba arreglando la camiseta de Nick. Esta se separo un poco de Nick e hizo caso a Rosalee que le señaló la mesa para que estuviera un poco alejada del Alpha. Renard apoyó su frente en el brazo de Nick mientras controlaba las lágrimas que querían salir y al Alpha que solamente quería matar al que había tocado a su omega.

- Esto es por tu culpa.- Dijo Juliette enfadada provocando que Renard gruñera mientras wojeaba dejando ver su parte zauberbeist, Juliette cogió lo primero que encontró a mano para defenderse mientras que el Alpha volvió a esconder su nariz en el cuello del omega.

- ¡No pondría en peligro a mi omega ni a mi hijo!- Siseó furioso mientras subía los besos a la mejilla de este y dejaba caer una lágrima.- Te necesito conmigo Nick.- Susurró antes de separarse un poco y sentarse en el suelo justo al lado de la mano de Nick. Cerró los ojos mientras llevaba la mano de Nick a su cuello y la dejaba ahí apoyada. La puerta se abrió y Renard sin abrir los ojos intento controlar al Alpha que estaba de nuevo furioso, pero esta vez por la presencia de otro Alpha en la habitación.

- Monroe cariño, no creo que sea el momento idóneo para que te quedes aquí.- Dijo Rosalee mientras se ponía de pie y se acercó a la puerta. Monroe se quedó mirando fijamente a Nick y a Renard, ambos con los ojos cerrados.

- ¿Qué le pasa a Nick?- Gruñó mientras intentaba acercarse pero únicamente se encontró con los ojos rojos de Alpha de Renard. Monroe puso los suyos y dio un paso para acercarse pero Renard se tensó y gruñó mirándolo con odio.- ¿Qué le pasa a Nick? ¿El bebe está bien?- Rosalee asintió antes de empujar a Monroe para que saliera de la habitación.

La fuchsbau le explicó todo lo que había sucedido, consiguiendo que en parte lo entendiera y se relajara. Pero su parte Alpha estaba intranquila por ver a su amigo, que además era omega, inconsciente en una camilla. Ambos entraron, pero Monroe se fue al otro lado de la sala, donde el otro Alpha no se sintiera amenazado, pero él pudiera vigilar la salud de su amigo. Ninguno se movió de su sitio, ni siquiera comentaron lo derrotado que se veía el capitán. Porque él, aunque demostrara ser un Alpha fuerte, cuando se trataba de Nick se convertía en un cachorro necesitado. Renard negó antes de girar la cabeza para quedar mirando a la cara de su omega. Renard recordó la ilusión de la cara de Nick cuando se enteró que estaba esperando un cachorro, cuando supieron el sexo del bebé, cuando se arrodilló para pedirle matrimonio, pero lo que le sacó una sonrisa fue el recuerdo de la boda, lo bien que se veía Nick con su traje blanco, tan ajustado que dejaba a ver la pequeña barriga de tres meses de embarazo. Ahora que se deba cuenta estos cinco mese había sido una locura, había hecho tantas cosas en tan poco tiempo. Suspiró antes de levantarse ganándose la mirada de los demás y se tumbó detrás de Nick en el camastro. Lo abrazó mientras dejaba caer algunas lágrimas. Había sido un idiota en dejar a Nick solo en aquel parque, no debería haber aceptado la llamada del trabajo, no debería haberlo perdido de vista. Si hubiera sido un buen Alpha ese wesen no lo hubiera pillado desprevenido.

- Nick por favor.- Susurró antes de abrazarlo y dejar un beso en el cuello acariciando a su vez la barriga y sintiendo como el cachorro se movía. Eso tranquilizó un poco al Alpha pero no mucho. Rosalee se levantó y se acercó a Nick sin ganar ningún gruñido de Renard, lo bueno de ser beta. Tocó su frente notando como se iba poniendo más frío a medida de que pasaba el tiempo.

- Sean, si su temperatura sigue bajando deberemos sacar al niño.- Sean lo miró asustado mientras negaba abrazando a Nick e intentando darle calor.

- Es muy pronto, no sobrevivirá.- Susurró antes de dejar un suave beso en los labios de Nick, mientras las lágrimas caían mojando las mejillas de este.- Nick despierta.- Susurró mientras sentía la mano de Rosalee darle un apretón suave en su hombro. Esta se acercó y dejó que Monroe la abrazara mientras veía preocupada a Nick, ese estado era muy peligroso tanto para el padre como para el hijo. Nick se removió incómodo mientras se quejaba, eso de que alguien lo abrazara tan posesivamente cuando recién se levantaba no era de su gusto últimamente.

- Déjame tranquilo Sean.- Susurró mientras empujaba débilmente al Alpha. Todos lo miraron sorprendido antes de que Rosalee hiciera una mueca enfadada.

- Claro, como he podido ser tan tonta.- Susurró mientras abría uno de los libros y leía rápidamente.- Solo un beso de amor verdadero pudo despertarlo del sueño eterno.- Leyó con obviedad mientras miraba a la pareja, Sean volvía a llorar mientras hablaba con Nick acariciando sus mejillas. Nick suspiro antes de tiritar mirando alrededor.

- ¿Qué hago aquí? ¿Y por qué hace tanto frío?- Rosalee cogió una manta se la dio a Nick mientras que Sean ayudaba a sentarse en el camastro. Esta se arrodilló delante de él y cogió sus manos.

- Acabas de despertar, te atacó un wesen en el parque, Renard no pudo ver que fue, pero te desmayaste y estaba comenzando a perder tu calor corporal.- Susurró la chica viendo a Nick fruncir el ceño confundido. Negó con suavidad antes de hacer una mueca de dolor y llevaba su mano la cabeza.

- Yo no recuerdo nada...- Susurró mientras se dejaba abrazar por Sean.- Lo último que recuerdo es ver a Sean alejarse un poco para contestar y luego nada.- Dijo antes de mirar a su esposo, este le sonrió y se acercó a dejar un beso en los labios de este. Nick llevó una mano a su barriga he hizo una mueca antes de acariciarla.- ¿Él está...?- Preguntó con miedo mientras miraba a Rosalee que le sonreía con cariño.

- Bien, tu bebe esta muy bien.- Nick suspiró aliviado antes de subir su mirada y ver a su amigos, Juliette y Monroe no se habían movido. Nick asintió en su dirección y ellos se relajaron un poco. Nick quiso levantarse pero sus piernas fallaron un poco haciendo que cayera de nuevo en la cama con una sonrisa avergonzada.

- Me parece que me vas a tener que cargar hasta casa.- Sean sonrió y cogió casi sin esfuerzos al omega. Este sonrió y se acercó a dejar un beso en los labios antes de apoyar su cabeza en el hombro de este.

Sean se despidió de los que estaban en la tienda mientras iba al coche y dejaba a Nick en el asiento del copiloto. Este se sentó en el de piloto y arrancó mientras llevaba una mano a la pierna de Nick. El Grimm simplemente se pasó el viaje acariciando su barriga y mirando por la ventanilla. Renard se imaginó que el omega estaría enfadado con él por ponerlos en peligro, por eso no dijo nada hasta que llegaron al aparcamiento subterráneo del edificio. Renard salió del coche y volvió a coger a su omega mientras que este cerró los ojos y disfrutó del olor de su Alpha. Renard hizo un poco de malabares para abrir la puerta y cuando estuvo en la seguridad de su hogar dejó salir un suspiro lleno de pesar mientras llevaba a Nick a la cama. Cuando este estuvo en la cama miró a los ojos de su alpha viendo la tristeza en ellos, gruñó llamando su atención y lo miró con sus ojos azules de omega.

- No es tu culpa.- Renard apartó la mirada y salió al salón sintiéndose mal.- Sean deja de compadecerte y ven a mimarme ahora mismo.- Sean sonrió con suavidad antes de volver a entrar a la habitación y ver a su omega sin pantalones y parte de su barriga al descubierto.- Empieza por un masaje en las piernas, después ya veremos.- Renard se rió antes de sentarse y hacer lo que le había pedido su omega, cuidaría de él hasta el fin de todo.

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