One-Shots Multifandom

110. CROSSOVER

Harry Potter y Marvel

El silencio era escalofriante, Severus no recordaba exactamente qué había pasado. Recordaba estar huyendo de James y su alma gemela, luego un dolor horrible y oscuridad. Sólo había tres posibilidades, los merodeadores lo habían atrapado, Lucius y los mortifagos lo habían atrapado, o por último alguien ajeno a esos dos le había atrapado. Fuera como fuera estaba en una situación de mierda. Notó su magia vibrar en él pero no sentía su varita cerca así que sería un problema a la hora de escapar de ahí. El chirrido de una puerta se oyó pero mantuvo sus facciones relajadas, aparentando que seguía inconsciente.

- No entiendo porque lo han traído aquí.- Dijo una voz cerca de él mientras que otro se reía, Severus quiso mandarle algún hechizo pero se detuvo.- Solo es un chaval de dieciocho años, no nos sirve ni para divertirnos.- Dijo el hombre con desagrado, Severus sintió una mano apartar el pelo de su cara de forma delicada antes de que ese tacto se alejara.

- Tiene que ver con otra cosa, nos servirá para controlar al soldado de invierno.- Dijo una voz más grave que hubiera hecho a cualquiera temblar.- Mira su cuello.- Dijo antes de que unos pasos se volvieran a escuchar. Otros dedos, esta vez más fríos y rasposos, apartaron el pelo dejando su cuello al descubierto, ahí donde su marca estaba.

La marca de su alma gemela, la persona que está destinado a ser su mejor amigo, su hermano de otra madre. Severus tenía una estrella roja en el lado izquierdo de su cuello. Esta no había coincidido con ningún alumno de Hogwarts, cosa que le hizo perder la esperanza de que de verdad encontrara a esa persona. Por otra parte, la de su pareja predestinada hacía tiempo que había empezado a mandarle pequeñas corrientes, la pequeña luna de su nuca se encargaba de hacerle saber cada vez que pasaba por al lado de este, pero por ese momento se había negado a responder los sentimientos. 

 La puerta se cerró con un estruendoso ruido, él abrió los ojos y observó curioso la habitación donde estaba. Esta era pequeña toda de metal, con únicamente un retrete y la cama. Se levantó intentando un alohomora sin varita con la puerta, pero no logró nada mientras chocaba su lengua. Pasó su mano por el pelo tirando para atrás y mirarlo todo de forma fría y analítica, sin su varita las posibilidades de salir de allí vivió eran casi nulas, pero si la recuperaba podría escapar de allí. Se sentó en la cama y cerró los ojos intentando canalizar toda la magia que pudiera en sus manos, aunque fuera una bombarda ya le ayudaría para huir de ese sitio. Respiró hondo antes de clavar su mirada en la puerta. Susurró el hechizo con rabia sin conseguir nada. Resopló cansado mientras llevaba su mano al cuello. Si había entendido bien lo había traído porque podría controlar a un Soldado de invierno, fuera lo fuera eso, así que intuía que ese soldado de invierno tenía relación con su alma gemela. La puerta se volvió abrir y Severus se tensó al ver a un hombre mayor con bigote y bata de médico, este sonrió mientras mordía su labio emocionado.

- Me alegra que estés despierto, es hora de empezar.- Dijo mientras usaba algo para llamar a más gente, Severus pudo ver como en el bolsillo de ese hombre estaba su varita, si jugaba bien sus cartas tendría la varita en su poder y nadie lo sabría.- Oh si toma, no sabíamos que era, pero estamos seguro que el palo de madera te hará sentir más tranquilo.- Dijo el hombre ofreciéndole su varita, este miró sorprendido antes de cogerla. Quizás todo fuera más sencillo de lo esperado y esos muggles no tenían ni idea de que era la magia. Dos hombres más jóvenes llegaron, uno tenía una cicatriz que le cruzaba la cara mientras que el otro era muy serio. Severus se levantó preparándose para comenzar la pelea.- Tranquilo chico, no te van hacer nada, eres nuestro invitado de honor, sígueme por favor.- Severus se quedó quieto mirando con desconfianza al sitio donde estaba el hombre mayor cogiendo con fuerza la varita, este al darse cuenta de que nadie lo seguía dio unos pasos hacia atrás mirando extrañado la habitación.