32. GRIMM

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NICKONROE

Au edad media

Omegaverse

Nick suspiró mientras se miraba al espejo decepcionado, no podía creer que un Grimm de su casta hubiera nacido Omega. Los grimms siempre eran Alphas, siempre sin excepción. La puerta se abrió y vio a su tía Marie mirándolo con una mueca triste antes de acercarse a él y apoyar su mano en el hombro del chico.

- Aunque seas omega eres un Burckhardt, Grimm desde hace siglos, mejores entre los otros, no lo olvides.- Susurró su tía antes de salir dándole un abrazo.

Nick se relajó mientras aun se seguía mirando en el espejo. Quizás por ser Grimm se libraría de ser vendido como sucedía con los omegas del pequeño pueblo de Portland.

Nick salió mientras se guardaba su ballesta y el cuchillo en el cinturón, Marie le dio una sonrisa y la capa negra con una G dorada en la parte trasera dejando claro que pertenece a la familia de los Grimm.

- No me voy a ninguna parte lejos, tendré cuidado.- Susurró antes de salir, aunque Nick tuviera ya veinticinco años eso no significaba nada, al tener condición Omega a ojos de cualquiera era un niño pequeño que necesitaba cuidados.

Suspiró antes de adentrarse en el bosque con la capucha puesta. Si los Wesen de la zona eran lo suficientemente listos al verlo se darían la vuelta, sino, bueno, él estaba preparado para matar. Realmente no sabia donde ir, podría ir al pueblo de al lado, donde hacía unos meses que Hank se había mudado, pero era demasiado camino para hacerlo a pie, quizás otro día con su caballo. Siguió caminando mientras escuchaba los ruidos que la naturaleza única le ofrecía a él. Cuando reconoció la zona del bosque se dirigió al lago que estaba cerca, allí se podría relajar y olvidar todo eso que tenía encima. Sabía que cuando sus padres y tío volvieran de la batalla en el reino de Renard se sentirían avergonzados por su condición, no quería enfrentarse a eso. Nick se detuvo en la orilla y sacó su capa dejándola en el suelo. Encima de este dejó su camisa y la ballesta. No iban a meterse en el agua aun no hacia la temperatura idónea para hacerlo, pero igualmente disfrutaría del sol en su piel. Allí apenas corría peligro, los wesen vivían más al sud, en esa parte del bosque únicamente vivían los Blutbad, pero ellos les temían, así que nunca se acercaban. Nick dejó caer algunas lagrimas porque su futuro era incierto sabía que su tía no permitiría que lo vendieran. Pero sus padres no lo tenía tan claro. Nick cerró los ojos haciendo que se diera cuenta de que alguien se estaba acercando a él de forma sigilosa. Nick preparó su cuchillo antes de sentir los pasos a un metro de él, se levantó y puso el cuchillo en la garganta del hombre. Este tragó antes de mirar al hombre a los ojos.

- Un Grimm omega.- Susurró antes de intentar oler mejor al chico. Nick gruñó mientras veía al hombre wogear sin darse cuenta.

- Blutbad.- Susurró mientras cogía con más fuerza el cuchillo, este miró a los ojos del chico antes de quitar sus rasgos.- ¿Qué haces aquí?- Susurró mientras miró hacia su ballesta, quizás llegaba antes de que el Blutbad le hiciera algo.

- Tu olor, es increíblemente dulce, no pensé que eras Grimm.- Nick lo miró sorprendido antes de tragar saliva, dándose la oportunidad de oler el aroma del Alpha. Olía a tierra y bosque.

- ¿No me vas hacer nada?- El Blutbad sonrió antes de levantar las manos mirando al Grimm.

- Nada que te de una razón para matarme.- Nick se sonrojó antes de bajar el cuchillo y dejarlo encima de su capa para volver a sentarse.- ¿Dime omega, qué haces solo por aquí?- Nick gruñó antes de mirar mal al Blutbad.

- No me llames omega, soy Nick.- Dijo antes de volver a mirar a lago, el blutbad cerró los ojos y asintió con la garganta mientras se acercaba al cuello de este y se sentaba detrás del Grimm con su nariz pegada a la piel del hombre. Nick se tensó al principio pero al notar el incremento del aroma del Alpha se relajó lo suficiente como para dejarse abrazar por el Blutbad.

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