170. Suhail

54.3K 9K 3.1K
                                    

Aconsejo dar clic al vídeo arribita -Multimedia- y leer el capítulo escuchando esa canción. Lo escribí escuchándola. Es Running de No Doubt. 

Penúltimo capítulo dedicado a Suhail Martínez, a quien, cuando le pedí prestado su nombre para escribir esta historia, jamás pensé que llegaría tan lejos ♥

----------


Me puse a escribir. Busqué un cuaderno y en el estoy anotando ideas, pensamientos y anécdotas. Es más que un diario. Es mi ático. Esto es personal, muy personal. Había olvidado cuánto me gustan las palabras pese a trabajar con ellas.

No volví a Londres. Mi lugar en el mundo es Ontiva y no volveré a auto engañarme fingiendo otra cosa. Y aunque extrañaré a Laura y a Gavin, ellos comprenden mi decisión tras haber sido testigos sobre cómo pasé mis últimos días antes del total colapso.

Lo bueno de empezar de cero es que ante ti se abre un mundo de posibilidades. Reestructuré mi agenda destruyéndola.

Escucho música.

Armo rompecabezas.

Salgo a caminar.

Miro hojas caer de los árboles, me recuesto sobre el pasto y observo el cielo como si lo intentara alcanzar.

También dedico muchas horas a acariciar el suave pelaje de Gilmour.

Volví a buscar a mis "amigos hippies", como los llama Max, y una vez más organizamos actividades juntos. Ahí me reencuentro con Aitor, que está comprometido con una hermosa chica que vive a las afueras de la ciudad.

Intercambio algunos correos electrónicos con Finley. No llegó a la iglesia porque... no. Eso fue lo único que escribió y lo acepto.

Escribo palabras nuevas en mi techo, paredes y piso...

Hasta encuentro mi viejo jarrón de Kintsugi que vuelvo a romper para después armar de nuevo.

También visito la tumba de Gael Conti, lloro hasta que me duelen los ojos y... ahí dejo el jarrón de Kintsugi.

Hablo mucho con papá y le asisto con sus tareas en el instituto.

De igual forma hablo mucho con Miranda y le ayudo a acomodar la habitación de la niña que papá y ella adoptaron. Acaba de llegar y se llama Angela.

Pero aún mejor, me reúno mucho con mamá para hacer cosas juntas: vamos al cine, a comer... Ella fue por mis cosas a Londres.

También paso tiempo con Ling. Les ayudo a ella y a Sam con la decoración de su nueva casa. De igual forma estoy ahí cuando reciben la noticia de que... ¡Hay bebé!

Con Eric también he hecho buena amistad. Le doy mi visto bueno para su primera pareja formal. Después le pregunto si todavía siente algo por Max y él, en respuesta, niega con la cabeza y me dice que no puede creer que yo aún lo quiera.

Aun así, tanto Eric como Sam me hablan maravillas de Max cuando paso tiempo con ellos. Son excelentes amigos, solo falta que me digan que puede resucitar gente y convertir el agua en vino.

Tienes amigos increíbles, Max.

Hablando de Max, Miranda me pidió mostrarle las fotografías que él publica en Instagram sobre su viaje. No sé cómo terminó Max acompañando a la asociación Sonríe, pero me da gusto de que se diera esa oportunidad.

Inició publicando una imagen de él y Sam durante un festival en el kínder.

Le sigue una estando él en el avión junto a su nueva amiga. Silvia.

Él llegando a una nueva ciudad y a continuación trasladándose en camioneta, junto con más miembros de Sonríe, a un lugar remoto llamado Spero.

Él comiendo una comida tradicional del lugar.

Él nadando en un río.

Él aprendiendo a cocinar con uno de los lugareños.

Él recorriendo un prado con un hombre al que llama "Jefe".

Él plantando hortalizas.

Hasta hay una fotografía en la que los locatarios le hacen comer un bicho.

Él jugando Hula Hoop con muchos niños. A los que para divertir todavía más colocó un Hula Hoop en su prótesis y de esa forma le dio vueltas.

Después cantó con ellos.

También jugaron futbol.

Y bailaron.

Una de mis fotografías favoritas es la de Max dando de comer a un anciano que no tiene brazos... que después le reta a él a comer sin usar la manos. Lo mismo vestirse, lavar sus dientes, trabajar el campo y ponerse zapatos.

A una anciana se le escapó una gallina de un corral y Max la siguió por muchas calles. Cuando la alcanza la nombra Usain Bolt.

Los chicos y chicas de Sonríe incluso convencen a Max de permitir hacerle rastas... Lo que me divierte mucho porque todo queda grabado en vídeo.

Max luce tan feliz que se le marcan más las esquinas de los ojos cuando sonríe... y eso me hace sonreír a mí. Sin embargo, en las fotos también le veo entristecer. Publica una foto en la que explica que él, Silvia y otros voluntarios tuvieron que salir de emergencia a la ciudad más cercana para llevar al hospital a un bebé con alto grado de desnutrición.

No sobrevivió.

Max pasa una semana sin publicar alguna otra fotografía. Estoy preocupada por él hasta que empieza a publicar amaneceres, lluvia, animales y plantas. La última fotografía que publica para anunciar su regreso es la de él alimentando con un biberón a otro recién nacido.


-------

Solo queda el capítulo final c: Gracias por votar y comentar, y por ser miembros activos en el grupo de Facebook Tatiana M. Alonzo - Libros

 Alonzo - Libros ♥

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora