162. Suhail

46.2K 7.6K 1.2K
                                    


Escena 5/6

---------

Tenía que buscar una canción para mí y Finley. Él ya tenía la de Savage Garden. Era mi turno de escoger alguna otra lo suficiente apropiada para bailar el día de la boda. Y la quise buscar a la antigua, por lo que al salir del trabajo me dirigí a una tienda de discos.

Todo marchaba bien salvo que la mayor parte de la publicidad promovía la venta del primer disco de Raptor.

Tiempo regresa de-vu-el-ve-me la paz. No me puedo enamorar de alguien que tal vez no pueda entregar el amor que quiero, que yo espero...

Contorsioné magistralmente mi boca al escuchar la voz de Max, sin embargo me mantuve enfocada en la búsqueda de mi canción, así que empecé a recorrer con la mirada las estanterías señaladas bajo la etiqueta Pop Femenino. ¿Mariah Carey? No, muy cursi. ¿Celine Dion? No, lo mismo que Mariah. ¿Shakira? No, necesito algo no tan sensual. ¿Laura Paussini? Nah, demasiada intensidad ahí. ¿Natalia Lafourcade? No para una boda. ¿Ana Torroja? Tampoco. ¿Otra de Adele? Mmm...

Aunque no tiene que ser la voz de una chica.

No obstante, me detuve frente a un disco de Alicia Keys, lo saqué de la estantería y busqué uno de los tantos pares de audífonos disponibles. Veremos si Alicia es la indicada. Lo que me sentó bien porque ya no escuchaba la voz en off de Max.

Me restaban muchos metros de cera y platino por recorrer, tanto discos nuevos como de segunda mano y LP, e iría a cualquier parte de la tienda con tal de encontrar la canción, con excepción de la sección de Rock. Eso me traía demasiados recuerdos. Max se encargó de que cualquier banda la relacionara a nosotros.

Todo marchaba bien, insisto, hasta que tras elegir el disco me dispuse a pasar a la caja a pagar. Cuál fue mi sorpresa al descubrir ahí a un grupo de cuatro chicas entre trece y quince años... Chicas admiradoras de Raptor. Sin embargo, como no se ponían de acuerdo sobre quién de ellas pagaría su disco primero, tomé el lugar frente a la caja.

—¿Disculpa? —me preguntó con molestia una.

Me tomé mi tiempo para girarme a verle. No tanto por altanería, sino porque su pecho tenía estampada la cara de Max.

Arqueé un poco mi ceja. —¿Sí?

—Nosotras llegamos primero, linda.

Linda. Ay, nena, cuando tú ibas yo ya venía.

—Pero no se ponían de acuerdo sobre quién iba a pasar —protesté—. Hay que ser prácticos —Le entregué mi disco de Alicia al chico de la caja y proseguí a volver a ignorar a la niña.

Ella, por supuesto, no lo tomó de buena gana y se giró hacia su grupo de amigas que empezaron a reírse de mí, lo cual me importó poco.

—No hay que discutir con ella, chicas —escuché que dijo otra—. Recuerden que la filosofía de Raptor es no confrontar.

Eso sí que me dio mucha risa. Mucha risa... que no disimulé.

—¿Disculpa? —me preguntó la misma chica.

—Raptor no tiene filosofía —le hice ver en lo que esperaba mi disco y mi tarjeta de crédito—, y en caso la tuviera no sería esa.

—Tú no sabes nada de Raptor.

¿QUÉ? Me reí más alto y le volví a dar la cara.

—Te puedo decir hasta de qué tamaño son las pelotas de Max Solatano, niña —contesté, retándola.

Por cierto, hubiera sido genial que alguien hubiera ido a detenerme. Pero eso no pasó. ¡Estaba discutiendo con niñas!

Se miraron la una a la otra y se echaron a reír más fuerte que yo.

—Tú no conoces a Max. No personalmente.

—Fui su vecina —le eché en cara, colocando mi mano en mi cintura y acercándome de forma personal a ella—. Su mamá es esposa de mi papá.

—¡Wow, esta sí que alucina! —gritó alguien detrás. Otra cliente de la tienda.

Y ya no sólo ellas estaban riendo, el resto de empleados y clientes a nuestro alrededor también lo hacía. Y no sólo eso, dos me estaban grabando con su teléfono móvil. Me llamaron "La loca que alucina con Max Solatano".

—No tengo porque mentir —señalé a todos, cogiendo mi tarjeta de crédito y mi disco de Alicia.

Y molesta de que no me creyeran.

—¡Ay, conozco a Max Solatano! ¡Fui su vecina! —siguieron burlándose. Mi sangre quemaba.

Crucé la tienda de discos con cientos de ojos viéndome y al llegar a la salida giré un poco hasta chocar de frente con poster de Raptor... chocar intencionalmente, y golpeé en la cara a Max.

—¡Eso porque no me creyeron! 

Hasta en la sopa lo veía. ¡Hasta en la sopa! 

----------

(/ - \) Falta una...

(/ - \) Falta una

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora