38. Suhail

63.3K 11.2K 3K
                                    

Hoy vamos a finalizar la etapa en la que Max & Suhail son niños. Y también se llevarán una que otra sorpresa. ¿Listos? :) ♥

-----------------------------------

El ambiente en la escuela mejoró con el tiempo. Creo que tuvo que ver que Max golpeara a quien me molestara, pese a que no sé por qué lo hacía. Es decir... Por alguna razón no terminaba de caerle bien, pero me defendía. Max me defendía. Asumí que esa actitud era parte del extraño comportamiento de los niños.

La prueba de fuego para él llegó una mañana que entré tarde a la clase de inglés. Veinte de los veinticinco bancos dobles del salón estaban ocupados, pero cinco de mis compañeros no tenían pareja.

—Bien, chicos, ¿quién le permitirá a Suhail sentarse a su lado? —preguntó la maestra.

Silencio incómodo.

—Junto a mi se sienta Cintia —dijo Paula—, pero fue al baño, maestra.

Eso me dejaba como opción cuatro asientos. Uno era el de Max, que siempre lo compartía con Sam, pero ese día Sam faltó a la escuela. Vi la expresión de horror en los ojos de Max al darse cuenta de que podía escoger sentarme junto a él. Lo cual sería incómodo después de que nos besa... A decir verdad, ya que él fingía demencia sobre ese asunto, yo también quería olvidarlo.

—Entonces, ¿quién compartirá banco con Suhail? —volvió a preguntar la maestra—. No miro manos levantadas.

Para mí fue muy incómodo estar de pie frente a todos, sintiéndome rechazada por los ocupantes de los bancos.

—Nadie, maestra —dijo la voz de un niño al fondo del salón. Tuve miedo de que se tratara de Max, pero no. Era Edgar—. Es que Suhail apesta.

La mayoría rió al escuchar a Edgar decir eso. Sentí muchas ganas de llorar, pero a tiempo la maestra salió en mi defensa:

—Hoy no sales a recreo, Edgar.

—Pero, maestra...

—Dije que no.

Después vi con tristeza como dos niñas colocaban su mochila junto a ellas para tampoco compartir su lugar conmigo. Sin embargo, mi tristeza cambió a sorpresa cuando Max hizo un gesto con su mano señalando su propio banco. Sabía que lo hacía por lástima, pero algo es algo.

—Gracias, Max —dijo la maestra.

Cogí mis cosas y empecé a caminar.

—Max quiere que su novia se siente junto a él —se burló Edgar.

Vi el rostro de Max enrojecer, pero en ningún momento se echó para atrás. Me iba a permitir sentarme junto a él.

—Mañana tampoco sales a recreo, Edgar —dijo la maestra.

—Pero, maes...

—Ya, silencio. Cuando Suhail tome asiento seguiremos con la clase.

Cogí un poco de aire y seguí caminando en medio de las filas de bancos, en dirección al lugar que ocupaba Max. Él no me veía, estaba "distraído" dibujando algo en su cuaderno.
De pronto una mano se atravesó en mi camino, interrumpiéndolo. Era la mano de una niña que también era nueva en la escuela.

—Suhail también se puede sentar a mi lado, maestra —dijo en voz alta.

—Tú eliges, Suhail —dijo la maestra, impaciente por continuar su clase—. Te sientas con Max o con Ling.

El nombre de la niña, de apariencia asiática y muy agradable, era Mei Ling. Le di las gracias y me senté a su lado sabiendo que de esa forma también le devolvía el favor a Max, pues sería difícil para ambos soportar tantas risas.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora