152. Suhail

50.2K 7.8K 1.3K
                                    

Estamos de vuelta con la segunda hora de La Cotilla de las diez...

—¡Súbele, Suhail, dijeron que después del corte hablaban de Raptor! 

Suspiré con pesadez al escuchar a Laura, seleccioné en la pantalla de mi ordenador la pestaña de la radio y deslicé el ratón hacia la derecha para dar más volumen. Yo sólo quería saber lo necesario sobre Max y los chicos, pero Laura, asumiendo que soy tan fanática como ella, me persuadia para buscar fotos, entrevistas y estar pendiente de todo. 

Acaba de terminar la conferencia de prensa que dio Raptor tras su llegada a Londres —dijo uno de los presentadores—. ¿Qué opinas, Frankie?

Lo más destacable es que Max Solatano volvió a negar lo de Mirel Yaroshevych —respondió con sorna el tal Frankie. 

—Yo opino que no lo negó. Evadió el tema.

—Tienes razón. ¿Y tomamos eso como un "Sí, estoy saliendo con ella pero no quiero hablar de eso"? ¿Ustedes qué opinan? —preguntó, dirigiéndose a los escucha—. ¿Están saliendo Max Solatano y Mirel Yaroshevych? 

Por más que traté de concentrarme en el correo electrónico que estaba escribiendo, no pude. ¿Estaba saliendo con famosas? Sentí mi sangre quemar. No podía evitar pensar que para él sólo fui una más y ni siquiera una tan extraordinaria junto a modelos rusas o ucranianas. 

¡Es un sí, vamos! ¡Es un sí! 

Publiquemos una encuesta en redes sociales y que el público opine. ¿Salen SolatanoYaroshevych?

Lo más seguro es que ni siquiera pueda pronunciar el maldito apellido.

—¿En dónde fue que los vio juntos?

—Él llegó al hotel de ella. 

Bajé el volumen a la radio y salté de mi asiento para llegar cuanto antes al bañomás cerca. 

—¡¿Qué pasó?! ¡No oigo nada! —se quejó Laura desde su oficina y Gavin se apresuró a sentarse en mi asiento para volver a subir el volumen a la radio. 

Entré al cuarto de baño, aseguré la puerta, me instalé frente al espejo que ocupa la cuarta parte de la pared y vi mi rostro. Cabello color rojizo recogido en una coleta, ojos verdes, cara pálida y pecas. Muchas pecas. 

—¿Qué haces? —le pregunté con actitud contendiente a la mujer frente a mí—. Eres una mujer, no una adolescente. Debes controlar tus emociones. Eres. Una. Mujer. Basta ya, ¿me escuchas? Basta. Eso ya fue. Deja tu pasado atrás. No te ama. Nunca te amó. ¡Súperalo! —Sin embargo, empecé a hipar y llorar. En el fondo me sentía débil y pequeñita. Hay cosas que nunca dejan de doler—. ¿Eres estúpida? ¿Le vas a mostrar debilidad? No lo amas, ¿me escuchas? Te explicaré qué pasa: Aún estás confundida y te duele. Lo que tienes que hacer es enfrentarlo. Cerrar el ciclo y avanzar. Tú amas a Finley. Vives con él. Max es tu pasado. Finley es tu presente. Él sí te ama. 

Estaba convencida, o al menos intentaba estarlo, de que mi inestabilidad se debía a que no cerré ciclos con Max, y debía verle para demostrarme que lo había superado. No fue sólo un noviazgo, entiéndame. Me entregué a él en cuerpo y alma. Había mucho para olvidar. Años. Por ello, limpié mis lágrimas, lavé mi rostro y ahí mismo contesté el mensaje que Ling me envió durante la madrugada.

Ling: ¿Estás dormida? Estamos llegando a Londres.

Suhail: Hola.

Ling: ¡Estás viva!

Suhail: ¿Qué haces? 

Ling: Aburrirme horrores en el hotel, los chicos están dando entrevistas. Estarán todo el día afuera.

Suhail: Debí escribirte antes para planear algo. Por lo menos comer juntas. 

Ling: SIIIIIIIIIIIIIIIII Te extraño. ¿En serio te tengo que ver hasta antes del concierto?

Suhail: Cenemos en mi apartamento. Todos. 

Aunque puede que Max esté ocupado con su ucraniana. 

Suhail: O quizá los chicos no quieran.

Confiaba en que por lo menos asistirían Ling y Sam.

Ling: No te preocupes, yo mando y ellos obedecen ;) 

Suhail: Bien :) Te daré la dirección. 

Entre más demorara en verle, peor sería. No debía darle importante. Tenía que ser un acontecimiento más. Le llamé a Finley para darle la noticia y, encantado, en verdad encantado, prometió pasar a comprar cosas para la cena. Yo me encargaría de limpiar. 

—¿Ves? —le dije a la mujer en el espejo—. Necesitas a alguien que te apoye y haga equipo contigo y ése es Finley.  

Inhalé y espiré aire, para mi mala suerte con olor a desinfectante,  y salí otra vez tras darme fuerzas.

—¿Estás bien? —me preguntó Laura, saliendo de su oficina para tocar mi frente. 

—Sí —dudé, caminando hacia mi escritorio. Aún tenía inacabado el correo electrónico y me esperaba una larga lista de pendientes.

—¿Comiste algo que te cayó mal? —preguntó Gavin, haciendo muecas de basca.

Podía responder "Sí" y dejar atrás el incidente, o bien, enfrentar mi destino. No podía engañarles más. 

—Hoy tengo una cena importante.

—Y te comen los nervios —concluyó Laura por mí. 

Asentí  y me acomodé en mi silla para sonreírles a ambos desde ahí. —Me gustaría que vinieran.

—¿No es algo familiar?

—No. Bueno, sí un poco. Pero quiero que conozcan a alguien.

—¿Finley? —preguntó Gavin, viendo con extrañeza a Laura—. Ya lo conocemos.

—No, no es él —dije, moviendo de un lado al otro mi cuello antes de escribirle a Finley para que comprara comida para ocho personas. 

—¿Tú familia está de visita? —preguntó Laura, extrañada de que no dijera con claridad qué me traía entre manos.

—Sobre todo tú no querrás faltar —le aseguré con tono cómplice.

—¿A quién tendrás en tu casa? ¿Johnny Depp disfrazado? ¿Barack Obama? ¿El príncipe Harry? ¿El príncipe William? 

No. A Max Solatano.


------------------

Capítulos atrás mencioné que en esta etapa las intervenciones de Suhail son más cortas porque son más importantes las de Max. No lo olviden, porfis.

No estoy haciendo cansado el reencuentro. Hay cosas que debían de pasar antes, pero ya es lo que sigue ♥

 Hay cosas que debían de pasar antes, pero ya es lo que sigue ♥

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora