76. Suhail

59.3K 10.5K 1.9K
                                    

¿Qué en el infierno le hizo creer que estoy enamorada de Edgar? No lo sé. Pero que creyera eso me hizo sentir a salvo de levantar sospechas respecto a él.
Max Solatano no podía descubrir que yo...
Mejor no hablemos de eso.

—En el corazón no se puede mandar
—respondí, sin afirmar o desmentir nada.

Max me miró molesto.

—Bla bla bla. Pero no llores por él —me regañó—. Es un idiota.

¿Llorar por Edgar? Por supuesto que no.

Me reí. —No estoy llorando por él.

El semblante de Max se relajó.

—¿Entonces... por quién? —preguntó, mirándome expectante.

Pensé en responderle que eso no era de su incumbencia, pero necesitaba hablar.

—Mamá —dije.

Y es que francamente no me importaba hablar de mamá con Max. Él fue testigo de lo difícil que resultó tener una mamá como la mía.

—¿Qué hizo ahora?

Y es que ella siempre hacía algo.

—Está saliendo con chicas —le conté. La cara de Max no tenía precio—. Sí, esa misma cara puse yo.

—Está bien... —dijo, mitad sorprendido mitad consternado—. Eso es mitad noticia.

—¿Mitad? ¿Por qué?

—¿Nunca has visto su programa?

Negué con la cabeza. —Tengo prohibido verlo.

—Y claro. Tú eres de las que si les prohiben algo, hacen caso.

—¿Qué?

—Nada. Digo que... ha besado mujeres en su programa. ¿De verdad no lo has visto?

—No... —Y ahora me arrepiento —. Sólo sé que es un reality show que presenta casos.

Max bufó. —Con títulos tipo: Mi mamá y yo estamos embarazadas de mi padrastro, Mi abuela es prostituta, Me quiero hacer una cirugía para tener ambos sexos al mismo tiempo...

—¿En serio?

—Admito que es un poco divertido.

Tenía mis dudas sobre lo que Max consideraba divertido.

—Es normal, ¿no? —pregunté, intentando encontrar respuestas—. Digo... que le gusten las mujeres.

—Supongo. ¿Ella qué te dijo?

Suspiré. —Que estaba harta de vivir dentro de una mentira.

—Auch.

—Lo sé.

—¿Y por eso estábas llorando?

Asentí.

—Dijo que casarse con papá fue uno de los peores errores de su vida. Lo que no sabe es que...

—¿Qué?

Dudé en decirle a Max lo siguiente, pero... ya qué.

—Una vez los escuché cuando peleaban. Por eso sé que... se que se casaron por mi. Ella... resultó embarazada de mi.

A Max le enfadó escuchar eso. Agradecí su comprensión. Es difícil sentirte una piedra en el zapato.

—¿Y eso es tu culpa?

Dudé. —No, pero... ¿Qué si soy su razón para no haber sido feliz? Porque también dijo que no ha hecho pública su orientación sexual por mi.

—¿En serio?

Asentí.

Max se preparó para empezar a ensayar y simplemente dijo:
—Pues eso es problema de ella, Suhail.

¿Problema de ella? Lo dudé en aquel momento. Pero ahora tiene sentido.

Por eso ese día me prometí no permitir que mamá me hiciera sentir culpable por sus decisiones.

—Oye... gracias —le agradecí a Max.

Él parecía incómodo por estar teniendo una conversación agradable conmigo. Y aunque no comprendí el por qué, tampoco lo presioné.
Aún así, él insistió en hablar de Edgar.

—Su novia es celosa —dijo.

—Supongo que eso también es problema de ella.

Esa semana a Max le habían asignado como tarea practicar What's Up de 4 Non Blondes, por lo que era divertido escucharlo tocar la intro y callar antes de empezar a cantar sólo para preguntar por Edgar.

—Te arrojaba comida a la cara en segundo grado —me recordó.

—Ya te dije que en el corazón no se puede mandar —le respondí arrojando a su cara agua por haberse confundido con la intro.

Al mismo tiempo me pregunté qué era esto. ¿Qué estaba haciendo? Se supone que tenía que procurar alejarme de Max Solatano, no convertirlo en mi confidente. ¿Qué tan mal iba a terminar esto?


----------------------

Seguimos pronto :) Por cierto, tengo un grupo de lectores en Facebook. Por si quieren unirse, nos encuentran en el Buscador al escribir Tatiana M. Alonzo - Libros


Gracias por dejar tu voto :) 

Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora