16. Suhail

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Papá y yo llegamos temprano a la casa vecina y ayudamos a Miranda a terminar de acomodar todo para la fiesta de cumpleaños de la pequeña bestia. Eso me dio una idea y se lo sugerí a papá...

—Miranda, ¿dónde vas a colocar la mesa para los obsequios de Max? —preguntó papá en mi lugar, porque que yo preguntara levantaría sospechas.

—Tiene que ser en un lugar visible, cariño.

Me pregunté qué pensaría mamá de escuchar a Miranda llamar Cariño a papá, pero lo dejé pasar.

—Tiene que ser en un lugar en el que todos la puedan ver —sugerí, con cara inocente.

—Excelente idea, princesa —me felicitó Miranda y me ayudó a acomodar la mesa junto a la puerta principal.

Lo que te esperaba, Max...

La fiesta trascurrió de lo más aburrida, o al menos para mí lo fue. Casi todos los invitados eran niños, niños escandalosos y sucios igual que Max; y no tuve con quien jugar. Las únicas niñas eran Stephanie y Meli, dos primas de Max que todavía utilizaban babero. La bueno es que tuve tiempo suficiente para llevar a cabo mi plan.

Cuando el mago que animaba la fiesta terminó su show, todos empezaron a gritar "¡Obsequios!, ¡Obsequios!" Me abrí paso entre los invitados para estar más cerca de Max.

Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora