74. Suhail

69.7K 10.6K 8.3K
                                    

Una vez más estaba sentada sobre los escalones frente a mi puerta... esperando a mamá.

Era su día de la semana para pasar tiempo conmigo. Sin embargo, una vez más estaba llegando tarde.

Max salió de su casa cargando con su guitarra. Le tocaba ir a su clase de música. Me miró de reojo, pero fingí no prestarle atención.
Me sentía triste por tener que esperar a mamá. Lo último que necesitaba era a Max.

Ling, a diferencia de mamá, si llegó a tiempo:

—Para serte sincera, no me apresuré —dijo, acercándose. Nos vestimos lindas para ir al cine—. Algo me dijo que tu madre venía tarde.

—Siempre viene tarde —dije.

—Dile a tu papá.

—No. No quiero que un juez obligue a mamá a quererme.

Ling se sentó a mi lado para acompañarme a esperar.

—¿Qué le pasa a Solatano? —preguntó, mirando discreta.

—No sé, ¿por qué? —pregunté, poniendo más atención a mis pies que a Max.

Ese día no estaba de humor para lidiar con Max.

—No deja de mirar hacia acá.

Rodé mis ojos. —Será para ver de qué puede reírse más tarde con su noviecita. Les gusta burlarse de mí.

—Hablando de la noviecita —dijo Ling, acomodando su cabello a modo de cubrir su boca para que Max no leyera sus labios—. Ayer le montó un show en la cafetería.

—¿Ayer?

—Cuando tuviste que ir a dirección.

Seguía sin saber para qué me llamó mi dentista. Igual cuando llegué a dirección ya había cortado la llamada.

—Oh...

—Él no le estaba poniendo atención —rió Ling, recordando.

—Un gran problema para Jessica
—dije—. Ya sabes. No recibir suficiente atención.

Miré hacia la calle esperando ver a mamá llegar.
Nada.

—Ay no —escuché quejarse a Ling mirando hacia el otro lado.

Seguí su mirada y sonreí al ver a Sam.

—No sé por qué te agrada —dijo Ling, molesta.

—Es infinidad de veces más agradable que Eric y Max.

—E infinidad de veces más feo.

—Ling...

—Y gordo. Míralo, es el doble del tamaño de Max.

Vimos a Sam acercarse a Max para hablar. Ahora ambos estaban esperando a Miranda para ir juntos a las clases de música.

Sam también me miró de reojo, pero, a diferencia de Max, si levantó un su brazo para decir "Hola".
Le devolví el saludo y después codeé a Ling por ignorarlo.

—Ya veo por qué preguntó por ti ayer —dijo—. Dijo estar preocupado por tu "comportamiento extraño".

Me reí.

—O sólo quiso iniciar una conversación contigo.

—Me da igual.

—Ling.

—Y me cae peor por ser amigo de Solatano.

Miré a Sam.

—Admito que ése es un punto en su contra —dije, mirando a Max golpear el hombro de Sam por animarse a saludarnos.

Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora