99. Max

70.5K 9.2K 6.2K
                                    

El gordo y yo estábamos compartiendo una pizza y Doritos en la pizzeria de su mamá, cuando Eric llegó a darnos la noticia se que pasamos de simples mortales a dioses.

—Adivinen qué —preguntó, sentándose a mi lado.

—¿Qué? —preguntamos el gordo y yo al unísono. Ambos con la boca llena.

—Hoy que salí de la lavandería dos chicas me reconocieron como el bajista de Raptor.

—Nah —me reí, limpiando mis manos en su cabeza.

—Es en serio —Eric me empujó—. Una hasta me preguntó por ti, idiota.

Eso me interesó más.

—¿En serio?

—Mi mamá también dijo que algunos clientes le han preguntado por qué los de Raptor frecuentan su pizzeria —dijo Sam.

Me sorprendí. —A ver —dije—. ¿Me están diciendo que hay personas que nos reconocen por algo más que mi lindo trasero?

Porque yo tenía clubes de admiradoras de mi trasero, no de Raptor.

—No sólo tú tienes admiradoras —se defendió Eric—. Tengo trescientos Me gusta en mi página oficial de Facebook.

Hacer páginas de Facebook y un canal de YouTube para la banda fue osado, y más hacer páginas oficiles personales, pero funcionó. La de Raptor tenía casi mil Me gusta. Algo bueno para una ciudad pequeña.

—Yo tengo siete Me gusta en mi página —sonrió Sam.

—Tu abuela, tu mamá, tus tías, tu hermana y Suhail —conté con mis dedos. El gordo sonrió triste—. Yo tengo mil quinietos —fanfarroneé—. Por eso digo que siguen a mi culo, no a Raptor.

—De hecho... —dijo Eric, mostrándome mi página de Facebook en la pantalla de su teléfono—. Ya tienes dos mil cien Me gusta.

Seiscientos más desde el viernes.

Le arrebaté el teléfono para verlo de cerca. —A la verga... —bufé.

—No digas "verga" en la pizzeria de mi mamá —me regañó Sam, mirando de lado a lado.

Lo acusábamos de "Mamitis aguda".

Dos estrellas se dibujaron en mis ojos al vet aumentar mi cantidad de "Me gusta".

Serás una leyenda, Max Solatano.

—Que no te extrañe —dijo Eric, golpendo amistosamente mi hombro—. La Bombilla compartió una de tus publicaciones. Creo que te toma como el líder de la banda.

Solté una risa seca. —Soy el líder de la banda —les recordé.

Eric y Sam se miraron.

—¿Qué? —les pregunté, sin entender el por qué de su sorpresa—. Soy el que canta, soy el que atrae más admiradoras... Sin mí no seríamos nada.

—Nos aman gracias a las canciones del gordo —señaló Eric.

Le costaba admitir quién era la estrella.

Me reí. —Se... se... Aplausos para el gordo —Y le aplaudí—. Pero, ¿quién canta? Admítanlo —señalé a Sam—. ¿Las chicas seguirían a la banda si el gordo cantara? —Sam bajó su mirada—. Tú mismo lo dijiste, Eric. La Bombilla reconoce que yo soy el líder. Soy la estrella.

Eric se dejó caer en su asiento, conteniendo su enojo. Sam simplemente hizo a un lado su pizza.

En ese momento lo tomé como un gesto de derrota por parte de ambos. Pero no, había más.

Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora