150. Suhail

54.2K 7.6K 1.5K
                                    

No me podía concentrar. En dos días llegaba Max a Londres y por más que le huí le tuve más presente que nunca. Le ví en afiches, vallas, revistas, anuncios en internet y en televisión. La publicidad por la visita de Raptor estaba por todos lados. 

En el transporte colectivo también escuché a una chica decir que escribe una historia sobre ella y Max, y jura que un día van a casarse. Lo mismo otras chicas. Lo idolatran con camisetas, gorras, poemas... 

¿Cómo vivir así? Incluso si cierro los ojos para ya no verlo puedo escuchar que alguien puso play a una canción suya. No obstante, la prueba de fuego llegó. No había mayor reto que olvidarle cuando le tenía tan presente. Debí demostrarme a mi misma que Max no me volvería a afectar.

Sin poder concentrarme en algo más y siendo un poco masoquista, en el ordenador de la oficina abrí un Buscador de internet y escribí Max Solatano. Ahí estaba. En dibujos. En sesiones de fotos. En conciertos. En todo tipo de gráficos. Serio, riendo, callado, hablando... Se veía feliz. ¿Cómo no iba a estarlo si había conseguido todo lo que siempre quiso? 

Me pregunté si aún lo amaba. Busqué dentro de mi corazón y me pregunté con toda sinceridad si aún sentía algo por él...

Miedo. Lo que siento dentro solo lo puedo describir como miedo. También hay dolor, resentimiento y pese a todo, también mucha tranquilidad de verle "bien", superando obstáculos. De igual forma me pregunté si él me amaba. ¿Me quería aunque fuera un poquito? 

—No seas idiota —me dije, mirando una de sus fotos—. Le estorbabas. 

Sentí ganas de llorar, pero me controlé. Había pasado gran parte de mi vida cerca de Max pese a su mal carácter. Era hora de ser consecuente y no dar ni un paso atrás. 

—¡Positivo! —gritó Laura desde la puerta del baño, consiguiendo sobresaltarme. Estábamos solas en la oficina. Sonreír, me puse de pie, caminé hacia ella y la abracé.

—Felicidades —dije, sinceramente. Ella llevaba años intentando tener a un bebé y esa era la cuarta vez  del día que se encerraba en el baño para comprobar que la primera prueba, la segunda y la tercera no falló. Estaba embarazada.

—Y al salir me haré un examen de sangre para confirmar —dijo, dando saltitos de emoción—. Con esa no hay pierde. 

—Estás embarazada —dije, mirándole fijamente. No quería que dudara y alivio brillo en sus ojos—. Es tu momento, ¿de acuerdo?

—Sí, nada puede salir mal.

Y yo iba a estar muy pendiente para que esta vez el embarazo progresara sin problemas. 

—Lo que me hace pensar. ¿Todavía quieres ir al concierto de Raptor?

—¿Estás loca? —preguntó, abriendo mucho sus ojos—. Incluso quiero ir al aeropuerto a gritarle a Max Solatano que este bebé es su hijo —soltó, haciéndome reír. 

Deja de buscar excusas para no ir al concierto, Suhail —me regañé—, te prometiste enfrentarlo. 

—Ahí estaremos entonces —dije, apretando un poco mis dientes. 

Debo enfrentarlo

—Hazme un favor —pidió mi amiga volviendo al tema del bebé y caminando juntas de vuelta a mi escritorio—. Ayúdame a organizar cómo le daré la noticia a Joshua. Debe ser especial. Sabes mejor que nadie que esperemos mucho al peque. 

—Peque —repetí, sintiendo ternura.

—¿Ves? —rió nerviosa ella—. Hasta ya le tengo apodo. "Peque". 

Me podía imaginar sintiendo la misma emoción al saber que tendría un hijo. 

—¿Qué tienes pensando?

—Para no correr más riesgos quiero esperar a que el embarazo esté avanzado —Una pizca de tristeza se asomó a los ojos de Laura debido a las pérdidas anteriores, pero afortunadamente ella la alejó rápido—. Pero debe ser inolvidable. Sólo sé que debe ser inolvidable.

—Cuenta conmigo para eso. 

A medio día salimos a comer para celebrar el acontecimiento. Incluso brindamos con jugo de naranja. De regreso a la oficina Laura no se resistió y en el camino vio ropa para bebé en incontables vitrinas. Fue como si al saberse embarazada un detector de cosas para bebé se activara en ella. Compró todo. De acuerdo, no todo pero si más de lo que podíamos cargar.

—¿Cómo harás para esconder todo esto de Joshua? —pregunté inocentemente. Ella no quería decir nada hasta que el embarazo estuviera avanzado, ¿recuerdan?

—¡Oh! Tú hazme el favor de esconder todo en tu apartamento —sugirió, suplicante.

Acepté. Lo que no imaginé en ese momento es el menudo problema que me ocasionaría hacer eso.  

-----------

¿Hipótesis sobre qué pasará? xD Sólo les recuerdo que no deben subestimarme. xD Se viene el reencuentro. 

¡Ah! Siempre olvido decirles dos cosas: 1. Tengo dos historias en Tap para quienes tengan esa app: Llamadas pérdidas y Tengo a tu gato. Sino, búsquenme como TatianaMAlonzo. 

Dibujo de Suhail publicado en el grupo de Facebook Tatiana M. Alonzo - Libros, por Mili Enki

 Alonzo - Libros, por Mili Enki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Max & Suhail ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora