Capítulo 77

25.8K 1.4K 161
                                    


Leah

No puedo creer lo que mis ojos están viendo.
No puedo creer que Hayes me esté engañando con otra chica, me siento estúpida en estos momentos.

A penas puedo articular una palabra, solo siento las lágrimas quemando en el interior de mi garganta y después sentirlas quemar sobre mis mejillas.
No puedo creer que esto esté pasando, que me esté pasando a mi.. que Hayes haya sido tan cabrón para hacer esto. Cierro los ojos con fuerza esperando que esto sea un sueño, pero después de varios segundos todo sigue igual.

No es un sueño; es la realidad.
Está pasando.

Nathan me mira y Hayes se levanta rápidamente para llegar hasta mi, pero no pienso dejar que me toque, no quiero hablar con él, ni si quiera quiero mirarle ni estar cerca suyo. El nudo de mi garganta está apretandose con mayor densidad y las lágrimas no paran de salir. Me doy la vuelta marchándome del lugar, corriendo sin detenerme.

Escucho que grita mi nombre, pero no me detengo ni me doy la vuelta. No pienso hacerlo.

Después de varios minutos corriendo sin parar entre la multitud de gente, hace que me detenga y busque algún lugar para pasar y seguir mi camino. Pero justamente, la mano de Hayes atrapa mi antebrazo y tira de mi.

—¡Suéltame! ¡Suéltame Hayes!
–Forcejeo el agarre de su mano y me deshago de él.

—No. Escúchame, puedo explicártelo..

Aprieto el puño y niego con la cabeza dejando escapar una carcajada seca. Mirándole fijamente a los ojos.

—¿Qué me vas a explicar? ¿Que estabas montandotelo con esa zorra y por eso no contestabas mis llamadas y mensajes? –suspiro pesadamente– olvídalo...

Me doy la vuelta separándome de él preparada para huir y seguir mi camino, pero en cuanto doy el primer paso hacia delante, su mano vuelve a agarrarme nuevamente.

—Joder espera, no es lo que piensas. ¿Podemos ir algún lugar y hablarlo a solas?

Otra carcajada seca más. ¿De verdad piensa que voy a ir algún sitio con él? Debe estar de coña.

—No, no pienso ir a ninguna parte contigo. Ve con ella, tiratela, estabas a punto de hacerlo de todos modos.
–escupo con rabia pero su mano estira de mi pegándome a él.

Coloco mis manos en su pecho y tiro hacia atrás separandome de él.

—¡No me toques! ¡Ni se te ocurra hacerlo nunca más!
–grito alejandome de él.

Noto el dolor en su rostro. Noto como le duele cada palabra que estoy diciendo, pero no importa, ya no.

Estoy malditamente aplastada, hundida y dolida.
Ha echado a perder todo lo que juntos hemos construido, solamente por una discusión inútil y tonta. Todo se ha ido a la mierda gracias a él.

Su mano lentamente abandona mi muñeca y da un paso hacia atrás. Las personas a nuestro alrededor nos miran, algunas se han parado solamente para ver la discusión de una pareja.
Hayes lo nota y dirige una mirada intimidante a cada una de las personas que nos están mirando. Estas agachan la mirada y siguen su camino.

—Mierda Leah, vayamos a un lugar tranquilo y hablemos de esto..

—No, no hay nada de que hablar. A partir de ahora tu puedes seguir tu vida, que yo seguiré con la mía.

Siento un dolor demasiado fuerte crecer en mi pecho. Esas palabras me han dolido decirlas más a mi, que escucharlas él. El nudo de mi garganta está volviendo a nacer.

Destruyeme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora