Capítulo 30

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Will mancha la punta de mi nariz de helado de vainilla. Intento limpiarla con mi lengua, pero es imposible, no llego. Will se ríe por mi penoso intento y lleva su pulgar hacia mi nariz, retirando el helado y lamiéndose el dedo y después se ríe.

—Eres increíble.
–murmura en una leve risita.

—¡Oye, es imposible de hacer!

Me cruzo de brazos haciéndome la enfadada. Pero no dura cuando las manos de Will comienzan a hacerme cosquillas en mis costados.

—¡No, Will! ¡Por favor!
–respondo entre risas.

Rio sin parar junto a las risas de Will.

Quien al final, acaba por hacerme las cosquillas y de hacerme sufrir por ellas. Soy la mujer con más cosquillas del mundo. Y en cierto modo, odio que me hagan cosquillas.

Nuestros rostros quedan muy cerca.
Lo suficiente cerca para que sus labios rozen los míos levemente y sienta su respiración mezclarse junto con la mía. Y segundos después, nuestros labios están unidos.

Hace cinco días que no sé nada sobre Hayes.
Desde que se fué, no he vuelvo a saber nada sobre él. Ni si quiera lo he visto por la calle, ni he recibido un mensaje por su parte. Es como si hubiera desparecido del mundo, de la faz de la tierra.

Me duele en cierta manera haberme dejado usar para Hayes. Era lo que quería, utilizarme y dejarme tirada y yo como idiota, sabiendo lo que quería, me dejé llevar. Sus palabras eran falsas, eso lo sabía, pero no sabía que iba a ser tan cabrón de hacer esto.
Ni si quiera un maldito mensaje en estos cinco días.

—¿Qué piensas?
–pregunta tomándome de la mano.

—En nada en especial. ¿Y tú?
–pregunto en voz baja.

—En tí. Bueno, en nosotros... en nuestra amistad.

Asiento con la cabeza.
Hace énfasis en la palabra amistad.

—¿En qué?
–pregunto curiosa, muy de hecho.

—No quiero que nuestra amistad se joda por esto. Quiero decir, parecemos novios cuando no lo somos.. deberíamos actuar como amigos y no como.. otra cosa.

Tiene razón.

Pero estoy agusto así, aunque sea algo incómodo de cierta manera. Will me gusta, es buen chico, podría salir con él sin ningún problema.

—¿Qué quieres decir con eso?

Sé que lo ha dicho por algo. Que no lo ha dicho por decir, que no viene a cuento.

—Que me gustas y me gustaría intentar algo juntos. Ya sabes, primero conocernos mejor y todo eso. Pero no quiero joder nuestra relación de amistad, no sería justo.

Me detengo. Coloco mi mano en su mejilla y lo miro a los ojos, esos ojos esmeralda preciosos que hechizan a cualquiera.

—Tú también me gustas –admito y sonrío– Y tampoco quiero que nuestra relación de amistad acabe por intentar algo entre nosotros, pero si no arriesgamos quizá en un futuro podamos arrepentirnos...

Soy la primera que no quiere que nuestra amistad acabe. Pero Will es tan bueno conmigo, tan especial, que es lo que me atrae y me está atrayendo hacia él cada vez más.

Es el típico chico que cualquiera quiere como pareja. Me trata genial, siempre es muy atento y dulce conmigo, tenemos cosas es común y es un chico increíble.

—¿Entonces...?

Asiento lentamente.

—Si no funciona quedaremos como amigos. Siempre lo seremos ¿no? Sólamente es un intento, vamos a probarlo y si no funciona.. ahí quedó.

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