Capítulo 39

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3 meses después....


Leah

Cuando escucho un ruido, de repente, abro los ojos  por completo y miro alrededor mío.
Me he quedado dormida, de seguro Tristan ya ha venido junto con Adi a casa de mis padres.

Hoy es el cumpleaños de Tristan y hemos querido participar y ayudarle a preparar su fiesta. Y mis padres por suerte van a estar aquí ayudándonos a prepararla, aunque Tristan ya es consciente de esta fiesta o más bien "reunión", porque no va a ser una fiesta demasiado grande.

Cathy aparece por la puerta meneando las manos y diciéndome algo.

Acabo de despertarme de una pequeña cabezadita, ni si quiera estoy consciente aún para entender lo que está diciendo.

—Tú dirás lo que quieras.. –comenta Cathy– pero a Joseph le gustas o al menos le atraes. El otro día estaba mirándote mucho, te desea desde que eráis niños...

Ruedo los ojos. Me froto las sienes y dejo escapar un leve bostezo.

El otro día Tristan hizo una pequeña barbacoa en el jardín de su casa y invitó a varios amigos y conocidos. Y vino Joseph, un amigo suyo que también conozco desde que era pequeña. Pocas veces hemos hablado, pero me cae bien. No tengo nada contra el chico, pero no es mi tipo aunque sea guapo.

—Verás como hoy se te acerca e intenta hablar contigo –comenta Anne– ya verás como sí.

Me guiña un ojo y sigue colocando platos sobre la mesa con aperitivos.Parece ser que hoy la tarde va a ir en hablar sobre Joseph.

—¡Claro que no! Además, aunque yo le gustara, él a mi no me gusta. Lo que significa, que no voy a tener nada con él.

Me cruzo de brazos haciéndome la ofendida.

—¿Quién ha dicho que tengas que tener algo con él? Se trata de hacer amigos y conocer gente. Te vendría bien.

Ruedo los ojos otra vez.

Está claro que durante toda la tarde no van a parar con el tema de Joseph. Y más vale que se callen de una vez y dejen el tema porque en cualquier momento va a entrar por la puerta y no sería buen gusto que tres chicas estén hablando de él, sobre que le gusta o le atrae una de ellas.

—Dejad el tema, ya pasó. En cualquier momento va a aparecer y será bochornoso.

Coloco los vasos rojos en la mesa al lado de las demás bebidas.

Anne asiente con la cabeza y Cathy eleva ambas cejas.

—Pero ya lo verás, querida Leah. Ya lo verás...
–susurra cuando pasa por mi lado, Cathy.

[...]

Ya está toda la gente.

Los amigos de Tristan, gente de donde vivímos y conocidos. También algunos vecinos que Tristan se lleva bien con ellos. La música está bien, la gente tiene buena esencia y todo va perfecto. 

—Hola.
–escucho una voz familiar detrás de mi.

Me giro hacia atrás para ver de quién se trata, frente a mi veo los ojos marrones de Joseph, con una leve sonrisita escapándose de la comisura de sus labios.

—Hola.
–le respondo y le sonrío.

Tiene un vaso rojo de plástico entre las manos y está moviendo el interior de el, parece nervioso.

Destruyeme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora