Capítulo 52

38.4K 1.8K 92
                                    


Sonrío al separarme de Hayes y él también lo hace.
Nuestras frentes se mantienen juntas apoyada una en la otra, las manos de Hayes han encontrado las mías y las ha entrelazado con las suyas.

—No te haces una idea de cuánto me estoy enamorando. Y de cuánto miedo tengo de perderte ahora.

"No te haces una idea de cuánto me estoy enamorando"

Mi mente repite esas palabras una y otra vez reproduciéndose repetidas varias veces en mi mente como si fuera un disco rayado, causándome miles de mariposas en el estómago.
Y no sé como reaccionar al respecto.
Yo también estoy enamorada de él y es evidente. Pero no sé que hacer o que decir, son palabras que no me esperaba en lo absoluto por su parte.

—No vas a perderme, no voy a irme de tu lado. Yo también te quiero muchísimo Hayes.

—Joder.. te quiero demasiado para dejarte ir. ¿Lo sabes, verdad? No sé que me estás haciendo.. pero me estás volviendo loco y no sé que voy hacer con mi vida a partir de ahora.
–dice riendo.

Suelto unas risas junto con él y agarro su rostro entre mis manos, acariciando su suave mejilla con mis nudillos. Dejo un beso en su frente, Hayes alza su mano hacia mi rostro guardando un mechón de pelo trás mi oreja.

—Me estoy convirtiendo en un jodido novio enamorado y cursi. No quiero eso.

—Oh, has puesto etiqueta al fin –digo riendo– eso está bien, demasiado bien. En un novio perfecto, mejor dicho.

Hayes me mira y enarca una ceja. Con una sonrisa apunto de salir de sus labios.

—Claro que no, soy un puto desastre. Nunca seré buen novio, nunca.

Odio que siempre se trate y se piense que no vale nada, que se tire mierda encima él solo. Que se crea que no sirve para nada.

—Deja de decir esas cosas. Deja de ser de esa manera contigo mismo, eres increíble y un novio excelente. Eres mi desastre, y yo voy a arreglarte. Me haces feliz Hayes, muy feliz. –sonrío y agarro su mentón– Te quiero Hayes, te quiero tal y como eres.

—Eso dices ahora. Dentro de un tiempo te cansarás de mi, me mandarás a la mierda y te irás con otro que te haga feliz y te de la vida que mereces.

Otra vez de nuevo.

Frunzo el ceño y me levanto del sofá, caminando unos metros de este cruzada de brazos y dándole la espalda. Siento el cuerpo de Hayes tras de mi.
Lo sé, porque su respiración pega en mi espalda y después siento su mano en mi antebrazo.

—No digo nada que no sea mentira, muñeca.

Me giro con brusquedad hacia él. Estoy cansada de que se trate el mismo de esa manera.

—¡Claro que sí! Te tratas a ti mismo como si fueras una porquería, como si no valieras nada. Me haces feliz, me llenas por completo, eres increíble y tú mismo no te das cuenta. Deja de pensar siempre en negativo y mira las cosas buenas y positivas, ¿de acuerdo? Mírame a mi, te quiero Hayes.. date cuenta de que eres mi todo.

Hayes no dice nada, me mira y después desvía la mirada hacia otro punto imaginario. Apoyo la mano en su hombro y la otra en su barbilla, sus manos se apoyan en mis caderas y su mirada cruza con la mía de nuevo.

—Si no fuera porque te quiero con toda mi jodida alma, te mandaría a la mierda –ríe– no a cualquiera le digo todo lo que he dicho, no a cualquiera le digo que le quiero más que a mi mismo, ni a nadie en el mundo.

Destruyeme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora