Arrastro los pies hasta llegar a la puerta principal y al abrirla, aparece Hayes.No me esperaba que fuera él, pensaba que seria Adi o Cathy ya que me dijeron que iba a venir hoy a casa.
Hayes lleva puesta una gorra hacia atrás, con unas gafas negras. Me fijo en su rostro y veo un corte arriba de su pómulo, algunos rasguños en su rostro y un corte en su mejilla.
Frunzo el ceño y acerco mi mano hacia su mejilla pasando mis dedos por la herida, cuando Hayes emite un gemido de dolor. ¿Por qué está así?—¿Qué son esas heridas?
–pregunto.Se encoje de hombros y me rodea la cintura elevandome del suelo y abrazándome. Hundiendo su rostro en la curva de mi cuello y susurrando en mi oído un: Te quiero.
Me deja de nuevo en el suelo y acuna mi rostro entre sus manos aplastando después sus labios sobre los míos en un beso demasiado tierno, con demasiada ternura para venir de parte suya.Hayes se aparta las gafas y se las cuelga del cuello de la camiseta y puedo ver su rostro mejor. Y veo que aparte del corte en su mejilla y los rasguños también tiene más de estos por el pómulo derecho y un corte en una de sus cejas.
—Respóndeme a la pregunta de antes. ¿Qué son estas heridas? ¿Qué te ha pasado?
Hayes me mira varios segundos y frunce el ceño como si la pregunta le hubiese molestado.
Camina por mi lado hasta llegar al sofá y se sienta en el, resbucando en su bolsillo y sacando un cigarro para después prenderlo.
—Una pelea, nada más. ¿Qué importa?
—Me importa, a mi me importa.
Camino hacia él y agarro su rostro entre mis manos mirándole directamente a los ojos y haciendo que el también me mire.
—¿Quién te ha hecho esto?
–pregunto analizando su rostro.—Ya te lo dije, fue una maldita pelea y caída. No hay nada más de eso.
Su tono se endurece y da una calada al cigarrillo, dejando un rastro de humo por el aire. Toso y lo aparto con la mano.
—No me gusta verte así.
–murmuro sentándome a un lado suyo.Inclina y dobla la cabeza mirándome.
Sus labios carnosos están medio abiertos expulsando el humo, sus ojos están puestos sobre los míos y su ceño está fruncido. Miro sus labios por cinco segundos y devuelvo mi mirada a la suya.—No te preocupes, esto no es nada grave. He estado en peores circunstancias.
–habla con voz extremadamente ronca.Asiento con la cabeza no muy convencida, pero no quiero hacerle más preguntas y terminar es una discusión. Me quedo callada, en total silencio.
Hayes apaga el cigarrillo con los dedos y lo deja sobre la mesa una vez apagado. Expulsa el humo por la nariz y me mira de nuevo inclinándose hacia mi y agarrando mi rostro con su mano.
—No puedo mentirte.
–habla de repente.—¿De qué hablas?
Ahora mismo estoy confusa. ¿No puede mentirme en qué o con qué?
—Las noticias que ayer me dijiste, las que habían hecho volar una de las plantas del casino... –asiento con la cabeza confundida– bueno, fuímos los demás y yo.
¿Qué? Ahora mismo no entiendo nada..
¿Por qué harían algo así?—No matamos a nadie.. solo a algunas cuántas personas. Bueno, mejor dicho; eran escoria humana. Querían atacarnos y nosotros lo hicimos antes.
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Destruyeme
Teen FictionTodo lo que necesitas saber es que nada puede comenzar como esperas, y nada puede acabar como imaginas. Intento pensar con claridad, pero todos mi mundo está nublado. Supongo que, somos adictos a lo que nos destruye. A pesar del daño que eso nos ha...