Todo lo que necesitas saber es que nada puede comenzar como esperas, y nada puede acabar como imaginas.
Intento pensar con claridad, pero todos mi mundo está nublado.
Supongo que, somos adictos a lo que nos destruye. A pesar del daño que eso nos ha...
De repente, se escucha un fuerte estruendo y me sobresalto. Me separo de Joseph quien me sonríe y guarda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y deja un beso en mi mejilla. Le devuelvo la sonrisa y le abrazo por unos segundos, para después dirigir mi vista hacia donde estaba Hayes. Pero ya no está.
Escucho que alguien del grupo está hablando de él, escucho su nombre en la conversación.
—¿Dónde coño se ha metido Hayes? –dice un chico de cabeza rapada.
—Se ha ido como un cohete. No sé dónde cojones estará. –dice otro rubio, quién supongo será Nathan.
—Se habrá ido con alguna tía –dice otro– o a fumar. Ese tío hace lo que le da la gana, que le den.
Se callan y empiezan a hablar sobre otras cosas. Estoy algo preocupada por donde se ha podido haber ido Hayes, pero la verdad, no me importa demasiado.
Me giro de nuevo hacia Joseph, quién me pide que me levante para ir a la pista de baile nuevamente, pero esta vez junto con Cathy y Jake y algún chico más que se ha unido.
Estamos bailando al ritmo de la música, cuando veo a la distancia la mirada de Hayes. Está en un reservado, apoyado en la pared y fumando, con la mirada clavada en mi y Joseph. Quiero demostrarle que no me importó que me utilizara y me hiciera mierda los sentimientos que estaba empezando a tener por él. Quiero que vea que soy feliz y que ahora estoy con alguien más. Aunque sólamente seamos amigos por ahora.
Me giro quedando en frente de Joseph, pasando mis brazos por su cuello y acercando nuestros rostros levemente quedando a tan solo a centímetros. Joseph me sonríe y pasa sus brazos por mi cintura pegándome a él desviando una mano hacia mi trasero. Me siento algo incómoda pero lo dejo pasar, solo quiero divertirme y que Hayes vea que soy feliz con otro.
Joseph roza su nariz contra la mía levemente y después nuestros labios se unen de nuevo. Siento ambas manos posarse en mi trasero y juntarme hacia él. Y no estoy para nada cómoda con este acercamiento tan pegado.
—Increíble... –murmura Joseph.
Sonrío y levemente miro de reojo hacia atrás. Pero Hayes ya no se encuentra en el mismo lugar. Siento una pequeña duda de donde puede haberse ido, pero se va en cuanto Joseph vuelve a besarme y me sonríe.
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Me giro hacia atrás para bailar junto con Cathy, cuando veo algo o más bien a alguien en frente mío y segundos después algo tirar de mi prácticamente arrastras. Se detiene en un lugar donde no hay mucha gente reunida y me suelta de sopetón.
Frunzo el ceño, es Hayes.
—¿Qué cojones haces? –pregunta entredientes.
¿Perdona? ¿Eso es lo que me dice después de tres malditos meses?
