Capítulo 1

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Le doy la vuelta a la comida una vez más, muevo el tenedor sobre los espaguetis enrollándolos y dejando el tenedor sobre el plato de nuevo. No tengo hambre.
Sólamente he dado un bocado a la comida, pero realmente no me siento bien para comer.

—Come, al final te quedarás en los huesos.
–habla mi madre.

Frunzo el ceño ligeramente y suelto un bufido.
Mi madre sigue con su mirada puesta en la televisión, papá también.

Después de diez minutos haciendo prácticamente lo mismo, decido levantarme de la mesa ya que no quiero comer más y llevo el plato a la cocina sin que se enteren. Siguen tan concentrados en la televisión que ni si quiera me dicen nada, deben de haber pensado que he terminado la comida. Tomo el plato y dejo la mitad de el en la olla donde están algunos espaguetis que han sobrado y me dirijo hacia mi habitación. Me tiro a la cama de un salto quedándome acostada por unos minutos con la mente en blanco totalmente, cuando el móvil suena consiguiendo despirtarme de mis pensamientos.

'¿Vienes esta tarde a casa? Tengo películas nuevas. Además, luego en la noche nos vamos a una fiesta de un amigo.. ;)'
Cathy a las 14:33 pm.

Leo el mensaje por segunda vez.

Realmente hoy lo que menos ganas tengo es irme de fiesta. Hoy no tengo ganas de absolutamente nada.

Me muerdo el labio inferior y empiezo a teclear enviándole la respuesta;

'No sé si sea buena idea, hoy no tengo ganas de salir a ninguna parte. Me quedaré en casa, además, Tristan va a estar aquí y me vigilará...'
Enviado a las 14:34 pm.

Bloqueo el móvil y me dejo caer sobre la almohada cerrando los ojos y volviendo a poner la mente en blanco, cuando escucho la puerta de mi habitación abrirse y mis ojos se abren de repente, frunzo el ceño y mirando hacia la puerta de mi habitación; es Tristan.

—Leah, papá y mamá ya se han ido. Me voy, pero a las cinco de la tarde estoy de vuelta.
–dice mirándome serio, como si estuviera advirtiéndome.

—Tranquilo, no pienso irme a ninguna parte.
–murmuro.

La mirada de mi hermano se clava en mi dedicándome una larga mirada por unos largos segundos. Sin decir ni añadir nada más, cierra la puerta y solamente se escucha como grita un 'adiós' y después se escucha la puerta principal cerrarse.

Me doy la vuelta en la cama quedando boca arriba mirando hacia el alto techo blanco, con la mente en la nada. Hasta que el maldito ruido del móvil suena otra vez y me obliga a tomarlo de nuevo; es una llamada de Cathy.

Deslizo el dedo en la pantalla tomando la llamada;

—¿Cómo que no vas a venir? Sólamente has ido de fiesta una vez en tu vida y te recuerdo, que fué por que tu primo Phil te obligó a ir con él. Tienes dieciocho años ya Faith, las chicas a tu edad salen de fiesta.

—No me va ese rollo. Prefiero quedarme en casa leyendo o viendo alguna serie.
–me excuso.

Prefiero mil veces quedarme en casa leyendo un buen libro o viendo una de mis series favoritas a estar por ahí hasta las tantas de la noche.

Sin embargo, a ella si le gusta hacer esas cosas. Somos totalmente diferentes una a la otra, a ella le gusta arreglarse, le gusta maquillarse y vestirse de manera más arreglada. Y yo sin embargo, prefiero estar en casa, con un moño despeinado y una sudadera junto unos leggins cómodos.

Soy rara y no me importa.

Un resoplido se escucha por la otra línea viniendo de mi amiga.

Destruyeme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora