Ignoro su amenaza y le sigo ignorando.
Parece ser que el señor mujeriego no tiene hoy con quien pasar un rato y ha decidido molestarme.

'Mañana te recogo del instituto. Ni que se te pase por la cabeza irte antes de que vaya a por ti'.
Idiota a las 23:50 pm.


Me está empezando a cabrear.

¿Ahora se cree mi padre o mi hermano para mandarme que o qué no hacer cuando a mi me plazca?

Claro que no. Y está loco si piensa que voy a hacerle caso y voy a ir con él a algún lado. Ni si quiera le conozco realmente y no hay esa confianza entre nosotros para que me diga eso.

'¿Por qué debería haberte caso? Eres realmente idiota si te piensas que te voy hacer caso como si fuera una maldita sumisa. Déjame y olvídame'.
Enviado a las 23:51 pm.


No recibo ninguna respuesta, así que, bloqueo el móvil y lo dejo sobre la mesita de noche a un lado de la botella de agua.

Suspiro, relajada, sintiéndome aliviada porque ya no moleste más. Y sigo leyendo, hasta que me entra el sueño.

[...]

Hoy el día ha pasado bastante rápido para mi suerte. Hay días en los que parece que jamás vas a salir de ese infierno y las horas pasan como si fueran minutos, pero hoy por suerte, ha pasado bastante rápido el día.

El timbre suena y Cathy y yo salimos del instituto caminando por el mismo camino que solemos ir siempre mientras hablábamos de nuestras cosas.

—.. Y entonces, me pidió vernos hoy para ir a comer a algún lugar. Jake va a otro instituto, así que, pasará a recogerme. Hemos quedado en mi calle.

—Espero que lo paséis genial. Cuéntame todo después.
–digo riendo.

Cathy asiente con la cabeza y ríe.

A mitad de camino, un Audi negro se aparca justamente al lado nuestro bruscamente.
Llamando nuestra atención y la de las personas que hay en nuestro alrededor, quiénes se quedan mirando el coche asombrados mientras que murmuran y señalan.

Frunzo el ceño por el susto que me ha propinado al aparcarse tan rápido y tan cerca nuestra.
Miro hacia otra parte, cuando escucho un portazo y veo a alguien salir del coche, nosotras dos seguimos hablando y yendo por nuestro camino. Pero la persona del audi, nos sigue.

Sin decir nada, agarran mi antebrazo y me hacen girar bruscamente, sin pensar en poder hacerme daño con ese brusco movimiento. Aunque no lo ha hecho, por suerte. Grito y pataleo para zafarme del agarre tan inesperado, no sé quién puede ser pero estoy empezando a asustarme.

A los segundos sus fuertes mando desaparecen y por fin estoy liberada. Frunzo el ceño y camino hacia atrás poniendo distancia, mirando hacia en frente cuando veo a Hayes en frente mío.

¿Pero qué...?

Al final si cumplió cuando dijo que vendría hoy a por mí a recogerme del instituto. Lo que no entiendo, es el por qué lo ha hecho. ¿Qué planea hacer?

—¡Eres un increíble imbécil, podías habernos atropellado!
–le espeto en cuanto me doy cuenta de que es el.

—Te dije que vendría a por ti. Sube.
–señala con la cabeza el coche, serio.


Niego con la cabeza y doy pasos hacia atrás hasta llegar donde Cathy, quién mira la escena perpleja y niego con la cabeza repetidas veces.

Ni de coña pienso ir con él.

Destruyeme Where stories live. Discover now