Capítulo 166: Los hermanos Calabaza

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Le dolía la cabeza, como si estuviera a punto de partirse por la mitad en cualquier momento.

La fiesta de cumpleaños había sido una locura. Hombres y mujeres jóvenes que no conocía se movieron antes que él. En la rugiente alegría y risa, Chen An se persuadió a sí mismo de dejar su habitual manera reservada, y se tomó de la mano con la estrella del día, Ding Sheng. Después de unos tragos, bailaron juntos.

La verdad es que Chen An había alcanzado una edad mayor, pero intentaba mantenerse joven.

Ya fuera Chen Yang, Lu Feng o Ivanov, todos eran muy jóvenes comparados con él. Mientras que Chen Yang se preocupaba de no ser lo suficientemente bueno para Chen An, Chen An tenía que admitir que también tenía sus inseguridades: ¿qué hay de la enorme diferencia de edad entre él y ellos?

Tal vez debería asistir a fiestas animadas como esta más a menudo, y tratar de cantar y bailar como los jóvenes, en lugar de llevar una vida de jubilado a los treinta años, cuidando de su pequeño jardín, sus flores y plantas.

Sin el molesto título de "Zorro con nueve colas", Chen An era un hombre ordinario aquí, un invitado a una fiesta de cumpleaños. Nadie aquí sabía quién era realmente, y Chen An se sentía relajado. Los amigos de Ding Sheng eran todos jóvenes amigables y agradables.

Hablaban toda la noche, sobre las últimas películas, sobre las canciones de Billboard, o algún restaurante recién abierto que pudieran probar algún día.

Y en el calor del momento, Chen An bebió un poco de vino.

"Por favor, perdóname."

Chen An se tocó la palma de la mano hasta la frente; no le gustó escuchar estas tres palabras.

"Lo siento, tío Chen. Golpéame si quieres. Me lo merezco."

Bueno, no fue su culpa.

Chen An abrió los ojos y miró al joven que se arrodilló en el suelo, que estaba desparramado con prendas de vestir. La cabeza de Ding Sheng colgaba baja, sus ojos estaban enrojecidos y su boca estaba fruncida. Parecía que iba a llorar en cualquier momento, lo que hizo que Chen An se sintiera un poco culpable.

Aunque él era el que estaba en el fondo anoche, y ocasionalmente bromeaba con Ding Sheng sobre "ir tras él", nunca planeó realmente que terminaran en la cama.

Chen An podría jurar, que era un hombre codicioso, pero no un promiscuo.

"No es tu culpa. No debí haber bebido el vino." Chen An suspiró. No fue el único que bebió anoche; Ding Sheng también bebió mucho.

Es cierto que Chen An normalmente estaba ciego al mundo cuando estaba borracho, pero en realidad recordaba vagamente partes de lo que pasó anoche, por ejemplo, fue él quien llevó a Ding Sheng de vuelta a su habitación, y lo empujó a la cama. Y fue él quien se desnudó ante el sonrojado y aturdido Ding Sheng.

También, fue él quien trató a Ding Sheng de la manera en que trató a Chen Yang antes de salir de la granja, hmm, bueno... bien.

Con todo, aunque él era el que estaba en el fondo, en realidad fue el protagonista de todo el proceso. Y Chen An no creía que Ding Sheng pudiera forzarlo a hacer algo si él no quería.

"No, tampoco debería haber bebido. Es mi culpa." La cabeza de Ding Sheng colgaba aún más bajo. Se mordió los labios, como si fuera el único que se aprovechó de él.

Cuando Ding Sheng se despertó esta mañana y abrió los ojos, vio la cara de Chen An cerca, en ese momento el joven, que no tenía mucha experiencia en ello, se rió, pensando que era sólo otro sueño. Se acercó felizmente, lo abrazó y lo besó.

El renacimiento de Chen AnWhere stories live. Discover now