Capítulo 159: En la Tierra Negra

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Como dice el refrán, la comida es la necesidad primordial de la gente. Sin suficiente comida, todos los grandes sueños y las cosas más finas de la vida se perderían.

Si una persona vende coches, aviones o artículos de lujo, un cambio de marea en la economía mundial tendría un gran impacto en su negocio. En tiempos difíciles, estos negocios llevan la peor parte de una recesión económica.

Pero si comercia con granos, nunca faltarán oportunidades de negocio, sin importar la forma en que esté la economía mundial.

"África es un gran lugar. La tierra es fértil, con suficiente sol. Si pones semillas en la tierra, tienes casi garantizada una cosecha. Sin mencionar los diversos minerales, gemas y diamantes que hay debajo. Cuando cultivamos aquí, tal vez también podamos tropezar con el petróleo o los diamantes, quién sabe."

Mientras llegaban al continente africano, Chen An miró por la ventana, a través de capas de nubes, la tierra cubierta de selvas que yacía debajo de ellas, y contempló qué parte de ella podía convertirse en granjas. También se preguntó qué cultivo debía plantar, trigo o maíz.

"Es un maravilloso pedazo de tierra, pero resulta ser el lugar menos desarrollado de la tierra. Es realmente desconcertante." Ding Sheng fue también la persona que vino con Chen An esta vez. Viajaba mucho, pero África no estaba entre los lugares que visitaba a menudo.

"La tierra es verdaderamente rica. Sin embargo, la mayoría de los países no tienen suficiente comida para alimentar a su gente. Muchos mueren de hambre cada año." Lu Feng estaba revisando la información sobre el país al que pronto llegarían. Nunca cuestionaría las decisiones de Chen An: Chen An quería cultivar en África, y Lu Feng lo seguiría sin dudarlo ni un momento.

Lu Feng con gusto iría a criar cerdos, si Chen An se lo pedía.

"No es tan difícil de entender", Ivanov soltó una bocanada de humo. Y señalando por la ventana con una mano decorada con un anillo de zafiro, dijo: "Hace tanto calor aquí que te cansas fácilmente de trabajar. Además, la tierra rinde sus riquezas fácilmente. Hay frutos en los árboles, y multitud de animales salvajes, tanto en la selva como en la pradera. Así que puedes comer algo aunque no trabajes. Como resultado, los lugareños desarrollaron una aversión al trabajo año tras año, y no son exactamente pioneros en términos de encontrar nuevos medios de vida."

Cuando Chen Yang colocó una manzana pelada ante Chen An, también se unió a la discusión diciendo: "Uno prospera en las preocupaciones y dificultades, y perece en la facilidad y comodidad."

El comentario trajo una sonrisa a la cara de Chen An; ese fue un buen resumen.

Las comodidades fáciles tienden a desgastar la voluntad de cambio; las dificultades, por otro lado, pueden proporcionar el impulso para seguir adelante.

El aeropuerto local no era tan lujoso como los aeropuertos metropolitanos a los que estaban acostumbrados; aún así, era mucho mejor de lo que habían imaginado. Había varias tiendas libres de impuestos, la mayoría de las cuales tenían direcciones chinas, por lo que parecía que los visitantes chinos no eran una rareza aquí.

Cuando bajaron del avión, Chen An pasó algún tiempo en las tiendas libres de impuestos. No es que quisiera comprar algo, sólo que le vendría bien un poco de turismo.

Después de echar un vistazo al lugar, se subieron a los autos que Lu Feng había arreglado de antemano, y llegaron a una villa también arreglada de antemano. Este lugar de residencia tenía instalado el más moderno sistema de seguridad para garantizar su seguridad, además de guardias entrenados para patrullar a cualquier hora del día.

A diferencia de la vida en las grandes ciudades y los países a los que estaban acostumbrados, África, en su conjunto, seguía estando plagada de conflictos y disturbios. Sumando la frecuente hambruna y la recesión económica en curso en los últimos años, los trastornos políticos y sociales eran comunes en esta rica y hermosa tierra. Aún así, la gente de fuera no se había detenido para venir a esta tierra y probar las aguas en este mercado.

El renacimiento de Chen AnWhere stories live. Discover now