El renacimiento de Chen An

Capítulo 121: Un maestro, dos discípulos

Como dice el refrán: dos tigres no pueden vivir en la misma montaña; ni dos reyes pueden gobernar en el mismo palacio.

Tan pronto como salieron del avión, Chen An fue empujado a un fuerte y entusiasta abrazo por el esperanzado Chen Yang; la temperatura alrededor de Lu Feng bajó otros treinta grados y se convirtió directamente en el Ártico.

Antes de que llegaran, Chen An llamó a Chen Yang. Lu Feng no sabía de qué hablaban; no se le permitía escuchar. Sólo sabía que hablaron durante más de una hora.

Chen An no era un hombre al que le gustara hablar por teléfono; la mayoría de sus llamadas duraban menos de tres minutos: así que, ¿de qué podrían estar hablando durante más de una hora?

No importaba lo que dijeran, esas llamadas tan largas le dejaban claro a Lu Feng: Chen An reservaba un lugar para Chen Yang en su corazón.

Para evitar ser vistos, se fueron directamente a casa. En su camino, Chen An se sentó en el asiento trasero del medio y tomó las manos de los dos jóvenes sentados a su lado, sonriendo.

"Hoy se encuentran formalmente el uno al otro. Hablando de antigüedad, Lu Feng es mi primer discípulo, así que es el hermano mayor de armas; Chen Yang, tú serás el hermano menor de ahora en adelante."

Como alguien mucho mayor en años y con más experiencia en el mundo, Chen An sintió la tensión entre los dos jóvenes en el momento en que se sentaron en el coche, pero no iba a ser molestado por eso.

Era casi imposible que dos hombres que no se conocían en absoluto, se convirtieran en hermanos de repente. Chen An conocía bien a Lu Feng: era muy posesivo y veía a Chen An como suyo, y no quería que nadie se acercara a Chen An, o que le distrajera la atención.

Si no fuera por eso, Lu Feng no habría arriesgado todo y lo habría puesto bajo arresto domiciliario.

A Lu Feng no le gustaba Chen Yang; eso era seguro.

"Lu Feng, tú serías el hermano mayor. Y como uno, deberías cuidar de Chen Yang, mientras que Chen Yang necesita aprender de Lu Feng." Como regla, Chen An odiaba ver a los hermanos volviéndose los unos contra los otros. Con una sonrisa brillante y una voz suave, sus palabras sin embargo llevaban una advertencia, "No quiero ver ninguna discusión, ninguna pelea entre ustedes dos. ¿Entendido?"

Como alguien con un temperamento menos entusiasta, Lu Feng sólo asintió con la cabeza. Mientras Chen Yang hablaba con una gran sonrisa.

"Tienes razón, tío; aprenderé del hermano Lu." Inclinándose hacia adelante, Chen Yang educadamente le tendió la mano a Lu Feng, "Agradezco mucho la oportunidad."

Lu Feng miró a Chen Yang, algo brillaba en sus ojos. Una pequeña sonrisa se abrió en sus labios.

Tomando la mano de Chen Yang, añadió fuerza a su agarre y dijo, "seguro."

La sonrisa en la cara de Chen Yang se endureció un poco. Le dolía la mano pero no dijo nada. Pensó que podría adelantarse a su oponente con una demostración de fuerza, pero Lu Feng no era alguien a quien se pudiera intimidar fácilmente.

Al menos en el primer asalto entre los dos, Chen Yang no se impuso.

Para cuando llegaron a casa, Wang Li ya había hecho la cena. Chen An se sentó a la cabeza de la mesa, mientras que Lu Feng y Chen Yang se sentaron a sus dos lados.

Hostiles como se sentían el uno con el otro, eran muy conscientes de que tenían que comportarse frente a Chen An, así que la cena se desarrolló en un ambiente cordial.

"An, necesito ir y ocuparme de unos asuntos primero."

Después de la cena, Lu Feng fue al estudio para manejar los asuntos del Grupo. Chen An llamó a Chen Yang al balcón. El tío y el sobrino no se habían visto desde hacía tiempo; se sentaron juntos y prepararon café. Sentados en sus sillones y admirando una vista de la ciudad al atardecer, los dos charlaron.