Era el día de la boda de Charlotte, en el jardín se habían dispuesto mesas rodeadas de flores blancas y rosas y listones colgaban adornando todo el lugar; mandé a preparar una tarta, una ternera y se trajeron botellas de vino, todo estaba hermoso, tal como lo planeé.
Estaba con Charlotte en su habitación junto con Clarice y Neridia, acomodaba su peinado poniendo una cintilla de perlas en su cabeza.
- ¿Quién diría que la princesa me haría un peinado el día de mi boda? – Bromeó.
- Si no lo hacía yo, ¿quién más podría? –
- Estoy muy emocionada. – Dijo Charlotte poniendo sus manos en su boca.
- Para nosotras fue una sorpresa cuando nos dijiste que te casarías. – Dijo Clarice.
- Fue tan rápido. – Añadió Neridia.
- De hecho, lo estuvimos planeando por meses, pero queríamos mantener el secreto hasta casi llegado el día. – Mentí.
- ¡Vaya que nos sorprendieron! – Exclamó Clarice.
- Ya estás lista Charlotte. – Dije al terminar.
Ella se levantó del asiento y caminó hasta el espejo para verse con el vestido y el peinado; no pudo evitar su emoción pues empezó a llorar.
- Gracias, muchas gracias. – Dijo abrazándome.
- No agradezcas Charlotte, ahora seca esas lágrimas que debemos ir a la capilla pues ya va a comenzar la celebración. –
- Clarice, Neridia, me dejarían hablar a solas con la princesa. –
- Claro. – Dijeron al unísono para después salir a prisa, una vez que estuvieron fuera pregunté.
- ¿Qué sucede Charlotte? –
- Solo quería decirte que estoy muy agradecida contigo por todo lo que hiciste por mí, estoy segura de que será el día más feliz de mi vida y quería añadir que invité a Caden. – Dijo sonriendo.
- ¿Qué? – Pregunté boquiabierta.
- De no haber sido por él, jamás me hubieses dicho la verdad y eso es algo que también quiero agradecer. –
- ¡Oh! Charlotte, me has sorprendido. –
- Dijo que estará encantado de estar aquí y también de verte. –
- Esté día va a ser increíble, ahora bajemos, todos deben estar esperándote. –
Hacía un par de días que no veía a Caden por todos los preparativos de la boda de Charlotte, me emocionaba saber que vendría y poder volverlo a ver.
La capilla estaba ahí mismo en el castillo, cuando Charlotte y yo llegamos hasta ahí, nos dimos cuenta de que todas las personas a las que había invitado ya estaban esperando, todos en su mayoría eran cocineros, sirvientes y guardias, solo estábamos de más las doncellas, mi madre y yo.
Mi madre estaba esperando en la entrada de la capilla, cuando nos vio a mí y a Charlotte llegar se acercó a nosotras y sin decir nada abrazó a Charlotte como solo una madre lo haría.
- Te ves hermosa Charlotte, estoy muy feliz por ti. – Dijo tratando de parecer neutral pues ella no sabía que Charlotte se había enterado de que era su madre.
- Le agradezco majestad. – Dijo Charlotte sonriendo con timidez.
De pronto mi madre comenzó a llorar y la tímida expresión de Charlotte cambió a una de preocupación.
- ¿Qué sucede majestad? – Preguntó.
- Nada, este tipo de eventos me ponen muy emotiva solo por saber que te casas con el hombre a quien amas, además te he conocido desde hace tantos años que verte en este momento hace que me sienta muy emocional. –
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Perdida en mi destino.
Historical Fiction¿Qué es lo que puedes hacer cuando toda tu vida ya está planeada? ¿y cuando no tienes elección? Creí que todo estaba arruinado...hasta que lo conocí.