Capítulo XLVII

15.4K 1K 226
                                    

Estaba sentada frente a Caden en la mesa, lo veía con ojos de tristeza y la furia me invadía cada vez que recordaba las palabras de Eleonor, él me veía confundido, apretaba los labios y esperaba el momento en que yo hablara, pero no podía hacerlo, sentía que si emitía una palabra mi voz se cortaría y rompería en llanto, finalmente Caden se atrevió a hablar.

- Elise, dime de una vez ¿qué está pasando? Comienzas a asustarme. –

Me armé de valor, respiré profundamente tratando de controlar mi voz para que esta no se quebrara al hablar.

- ¿Es verdad? ¡Dímelo! Todo aquello que dijo Eleonor ¿es verdad? –

- No se de qué me estás hablando Elise. –

- ¿En verdad no sabes? –

- No, tal vez si me explicaras qué te dijo Eleonor podría decirte que tan cierto es todo, aunque si viene de ella lo más probable es que sea una ridiculez. –

- Me dijo que tú y ella... se acostaron. – Sin quererlo las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos y empecé a llorar y sollozar tanto que incluso me resultaba difícil respirar con normalidad. Tomé mi cara entre mis manos porque me avergonzaba que Caden me viera en esta situación.

- Elise. – Dijo tomando mis muñecas para ver mi rostro. - ¿En verdad tu creíste eso? ¿Crees que te ocultaría algo así? ¿Acaso no confías en mí? –

- Es solo que ella lo dijo con tanta seguridad, ¿por qué diría algo así si sabe que no es verdad? ¿Qué logra con eso? –

- Pues logra hacerte sentir justo como te estás sintiendo en estos momentos, logró hacerte enojar, logró hacerte sufrir y lo que más me lastima es que logró que dudaras de mí. – Dijo eso último con una profunda tristeza en su voz.

- No estaba segura de nada, no has tenido que vivir los últimos días a lado de esa odiosa mujer, no sabes lo mucho que me ha hecho sufrir, las veces que me ha amenazado, y no sabes todas las cosas que me ha dicho para hacerme sentir miserable. –

- No puedo creer que todo esto ha llegado hasta este punto, no creí que fuera capaz de hacerte esto. –

- Lo es, y es capaz de muchas cosas, creo que tiene la mentalidad de que si no eres para ella no eres para nadie, ha amenazado con decirle a mi padre si hago algo en contra suya, hoy amenazó con decirle a mi madre y hoy para probar que sí lo haría, le ha dicho a Charlotte, sin saber que ella sabe de todo esto. No se qué hacer, me dijo incluso que soy demasiado aburrida para ti, insinuando que la preferirías a ella. –

- ¿Por qué preferiría a una mujer que me humilló y lastimó tanto sobre aquella que me ha demostrado su amor incondicional, poniendo en juego, su vida, su corona y su reino? Elise, te amo a ti, no debes dudar de eso, Eleonor hará cualquier cosa para convencerte de lo contrario, pero no debes creer en ella, cada vez que te diga algo para lastimarte recuerda mis palabras, recuerda mis besos y recuerda el infinito amor que te tengo. –

- Caden, lo lamento tanto. – Dije aun llorando, lanzándome a sus brazos.

- Está bien, no debes mortificarte. – Dijo él, mientras acariciaba mi cabello.

- Han sido días difíciles. Cada vez te veo menos, cuando creí que todo estaba solucionado Eleonor aparece más cerca de mí, se pasa el día entero siendo mi sobra y haciéndome daño. Me cuesta tanto trabajo sobrellevar esta situación, voy a enloquecer, creo que... - No terminé mi frase porque Caden plantó un beso en mis labios silenciándome, se acercó a mi oído y murmurando me dijo:

- Deja de hablar, olvida todo eso, estás aquí a mi lado y nadie te hará daño. –

Sus palabras provocaron que un escalofrío recorriera mi columna, su voz tan suave y tranquila hacía que olvidara todo y a todos, era nuevamente un momento en el que solo existíamos Caden y yo, la clase de momentos que deseaba que duraran para siempre. Fuimos a la cama, me senté a su lado y recargue mi cabeza en su pecho mientras el me abrazaba, aún seguía sollozando mientras él me calmaba con caricias. No podía evitar sentirme culpable y tonta al haber creído todo lo que Eleonor me dijo, en haber dudado de Caden y de toda la confianza que habíamos depositado el uno en el otro.

Perdida en mi destino.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant