Capítulo XXXV

19.1K 1.2K 162
                                    

Era pasado del medio día cuando desperté, Charlotte ya estaba en mi habitación, velando mi sueño sentada en una silla cerca de la ventana.

-Elise, al fin despiertas.-

-¿Tanto he dormido?-

-No, pero no podía esperar para decirte lo mucho que me alegra que estes bien, estuve muy preocupada por ti.-

-Gracias Charlotte, también estoy feliz de que estés bien y no te preocupes, Caden cuidó de mí todo el tiempo.-

-Es un muchacho muy agradable y me dijiste que era apuesto pero no tanto.-Dijo mirándome pícaramente.

-Creo que no hay palabras que lo describan, es encantador.-Dije mientras recordaba su rostro.

-Ahora entiendo por qué estás tan enamorada de él.-

-Es tarde creo que debo bajar.-Dije cambiando el tema pues la mirada de Charlotte y sus comentarios me hacían ruborizar pues tenía razón.

-No, tengo la orden expresa de tu padre de que permanezcas en tu habitación todo el día.-

-¿Por qué?- Pregunté extrañada.

-El castillo es un baño de sangre están limpiando todo y no quieren que nadie interrumpa la labor.-

-Pasé entre los cadáveres de esas personas, fue terrible, no entiendo como alguien puede ser tan cruel como para hacer semejante cosa.-

-Pues los culpables fueron atrapados y serán enviados a la horca hoy mismo.-

Así que era cierto, los opositores de mi padre eran enviados a la horca, la diferencia es que hoy todo era público pues muchas personas habían sido testigos de los acontecimientos.

-¿Sabes quiénes fueron?-

-Unos burgueses de Ilydford, pero fueron enviados por el reino sueco, les fueron prometidos títulos si ayudaban a derrocar al rey.-

-Que tontería, si lograban asesinar a mi padre, el reino sueco entraría a Ilydford y se olvidaría de quienes les dieron la entrada fácil.-

-Sí pero en su busca de poder no piensan en eso, aunque es lo más obvio.-

-Supongo que tendremos que quedarnos aquí todo el día.-

-Así es.-

-En ese caso, no creo que tengas inconveniente si vuelvo a dormir.-

-En absoluto Elise, estaré aquí.-

-Qué te parece si mejor duermes tu también.-

-Pero debo cuidar de ti.-

-Puedes dormir en el sofá.-

-Puedo meterme en problemas si me encuentras durmiendo en vez de cuidándote.-

-Nada lo sabrá, pondré el pasador a la puerta y nadie entrará.-

-¿Por qué te preocupas tanto por mí?-

-Ya te lo he dicho Charlotte, porque te aprecio demasiado, eres mi mejor amiga.-

-Gracias Elise, agradezco tanto haberte conocido.-

-De nada, también yo, no se que haría sin ti.-

Sin decir más ambas nos dormimos, a pesar de todo, seguía cansada, la noche anterior había sido una locura, debía estar asustada pero no lo estaba, sabía que no podrían atacar nuevamente, los guardias estarían más atentos que nunca y eso me mantenía tranquila.

Unos fuertes golpes en la puerta me despertaron, eran tan fuertes que me desperté con el corazón latiendo rápidamente, puse mis manos en mi pecho intentando que eso me calmara, pero los golpes seguían, por un instante pensé que nuevamente estábamos en peligro pero cuando Charlotte abrió la puerta me di cuenta de que solo se trataba de Daimmen.

Perdida en mi destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora