Capítulo XXXI

20.4K 1.3K 93
                                    

Era la mañana del día del baile, la noche anterior, como casi todas las noches, la habìa pasado con Caden, le entregué ropa para que usara en el baile y no tuviera ningún problema para asistir y tampoco ningún pretexto.

-Creo que es una mala idea Elise.- Dijo con preocupación.

-Todo estará bien Caden.-Traté de tranquilizarlo.

-¿Y si alguien lo descubre?-

-Es un baile al que todos están invitados y eso te incluye a ti, nadie va a saber nada de lo que hay entre tu y yo.-

-¿Y estás segura de esta ropa? me hace sentir extraño saber que usaré eso.-

-Debes confiar en mí, se que te verás muy bien.-

-De acuerdo, voy a creerte, y estaré ahí esta noche solo porque me lo has pedido con tanta insistencia.-

-Gracias Caden, nada me va a hacer más feliz que tu presencia esta noche.-

-Lo único que me disgusta es que no podré abrazarte y besarte pero tu prometido sí.-

-No lo llames así, me resulta molesto; y no, no dejó que él siquiera me toque.-

-Ojalá sea así esta noche porque no podré soportar verte en los brazos de otro hombre y no poder hacer nada.-

-No pienses en eso, solo piensa que será una noche divertida y diferente.-

-Está bien. Ahora démonos prisa porque ya es hora de irnos.-

Caden, como siempre, me llevó hasta la parte trasera del castillo, nos despedimos y entré. Llegue a mi habitación y rápidamente me cambié de ropa para presentarme al desayuno; salí de prisa directamente a las escaleras y al llegar al descanso Daimmen estaba ahí; se me había convertido en una costumbre rodar los ojos con molestia cada vez que lo veía, pero esta ocasión parecía no molestarle pues me saludó con una enorme sonrisa.

-Buenos días querida, ¿cómo te encuentras esta mañana?.-

-Bien.-Dije confundida arqueando una ceja, Daimmen tenía días actuando de forma extraña.- Pero no me digas querida, ¿cuántas veces tendré que repetirlo?-

-Puedes repetirlo cuantas veces quieras pero para mí, siempre serás mi querida.-

-¿Por qué has comenzado a molestar desde tan temprano?-

-Mi intensión no es molestarte, solo quiero ser amable y es por eso que te estaba esperando para que juntos bajemos al comedor.-

-Gracias... supongo.-Dije aún confundia.

Daimmen sin decir nada, me ofreció su brazo, lo tomé y caminamos juntos. Su actitud estos últimos días me desconcertaba, después de ser tan odioso, ahora se comportaba como todo un caballero; no sabía qué estaba tramando o qué esperaba conseguir pero fuera lo que fuera no me tomaría desprevenida.

-Buenos días a todos.- Dije al entrar al comedor.

-Buenos días.-Dijo mi madre. Mi padre, solo me miró por un instante y volvió a bajar la mirada sin decirme nada.

-¿Estás emocionada por el baile de esta noche Elise?-Preguntó mi madre.

-Completamente, se que va a ser muy divertido.-

-Lo será, hace mucho tiempo que no teníamos un baile aquí.-

-Ya era hora de que organizáramos uno.-

-He decidido darte el día para descansar, será una noche pesada pues todo mundo querrá hablar contigo, deberías volver a tu habitación después de desayuno y dormid un poco hasta la tarde antes de alistarte.-

Perdida en mi destino.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora