Capítulo VI

46.2K 2.9K 933
                                    

-El Rey Albert, la Reina Sylvia y la Princesa Elise.-

Nos anunciaron esa noche en la celebración del príncipe Daimmen, llegaron reyes, reinas, príncipes, princesas, duques y duquesas de reinos innumerables al castillo del Rey Benoit que era lo suficientemente grande para albergarnos a todos. Mis padres y yo pasamos un rato saludando a muchas personas que habían asistido y que eran conocidos de mi padre, en eso escuche dos risitas inconfundibles, voltee y ahí estaban Florence y Gabrielle conversando alegremente, de repente, se giraron y me vieron.

-¡Elise!- Dijeron al unísono mientras se apresuraban a saludarme.

-Florence, Gabrielle, es un gusto verlas de nuevo.-

-Lo mismo digo, creí que volveríamos a vernos hasta que fuera la boda de alguna de nosotras.-

-¡Ay Gabrielle! a este paso lo más probable es que nos viéramos hasta el funeral de una de nosotras.-

-Ni lo digas Florence, no quiero hablar de funerales en una celebración.-

-Gabrielle, Elise ¿qué les parece si salimos unos minutos al jardín antes de que llegue el príncipe? está haciendo calor aquí.-

-Nos parece una excelente idea.-

Caminamos hacia los jardines hablando de todo lo que en cartas no nos pudimos decir; la noche era hermosa, el cielo resplandecía y el viento fresco nos acariciaba.

-Pienso bailar toda la noche sin parar.- Comentó Gabrielle, quien siempre había sido muy extrovertida y muchas veces sus comentarios la metían en problemas o la hacían pasar situaciones embarazosas.

-Y si es en los brazos del príncipe mejor- Se burló Florence.

-No se hagan ilusiones muchachas, seguramente el príncipe no es más que otro tipo arrogante y presumido que ni siquiera se dignará a mirarnos por no ser dignas de él.- Dije sarcásticamente riendo a carcajadas.

-Pero Elise, si no lo conoces aún.-Dijo Florence aún riendo.

-Eso lo se, pero conozco demasiados príncipes y todos han resultado ser así por lo que no me extrañaría que Daimmen fuera igual.-

-A mi no me importa si tiene una actitud desagradable o incluso si tiene la cara verde y el cabello azul, yo bailaría con él toda la noche, claro, si llegara a fijarse en mí.- dijo Gabrielle.

Todas estallamos en risas por su comentario, estábamos muy animadas.

-Y tu Elise, ¿no piensas bailar con algún príncipe esta noche?.- Dijo Florence en tono burlón.

-En absoluto, debe ser realmente ocurrente y amable para que acepte bailar con alguien.- dije riendo.

-¿Y conmigo bailaría?.- Dijo una voz que no reconocí, voltee, y ahí estaba un joven muy apuesto de cabello negro y ojos verdes, que sonreía muy divertido al ver que mis amigas y yo quedamos pasmadas frente a él, entonces supe que debía responder.

-Lo siento pero tendrá que hacer algo mejor que entrometerse en conversaciones ajenas.-

Dí media vuelta y comencé a caminar lejos de él tratando de contener la risa, pero él se adelantó y de un arbusto arrancó una pequeña flor y la puso frente a mi cara deteniendome.

-Le ruego me disculpe, acepte esta flor para enmendar mi ofensa, es pequeña pero es casi tan hermosa como usted- Diciendo eso la puso detrás de mi oreja. Toda la situación me causaba mucha gracia.

-Supongo que ese truco lo usa con todas las chicas que ha conocido pero temo que funciona a la perfección, no puedo rehusarme a aceptar sus disculpas y su oferta de un baile después de tan adorable gesto, lo veré en un momento en el interior del palacio.-

Perdida en mi destino.Where stories live. Discover now