Capítulo II

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A la mañana siguiente estaba con mi profesor estudiando francés, que a decir de mi padre era de gran importancia aprender, pues uno de los reinos más prósperos lo hablaba y era imprescindible que yo supiera hacerlo, cuando lograra dominar ese idioma, ya sabría también español, inglés y latín, cosa que mi madre decía ninguna princesa había logrado hasta el momento.

Estábamos en medio de la lección cuando un sirviente tocó la puerta.

-Su alteza, su padre la espera en el gran salón.-

-Gracias, enseguida me encontraré con él.-

Salí de la habitación para encontrarme con mi padre, lo primero que cruzó por mi mente fue que alguien había pedido mi mano pero recuperé la calma al ver que sólo estaban mi madre y mi padre sentados en sus respectivos tronos. Hice una reverencia al estar frente a ellos y mi padre comenzó a hablar.

-Como saben el reino francés es uno de los aliados que en el momento más nos convendría tener y el rey Benoit de francia nos ha invitado a la celebración del aniversario de su hijo el príncipe Daimmen, también saben que yo nunca acepto viajar a celebraciones por motivos de seguridad sobre todo por mi posición pero esta vez es necesario acudir para afianzar lazos con el reino francés; por ese motivo les pido que ordenen a sus sirvientes que empaquen sus pertenencias para el viaje así como que cada una de ustedes elija a una de sus doncellas para que nos acompañe en el viaje y las ayude en todo lo necesario. Saldremos el miércoles al amanecer y permaneceremos en Francia hasta el lunes al amanecer.-

Nos miró a ambas con seriedad y luego volvió su mirada hacia mi.

-Elise, el resto de esta semana y hasta el próximo martes, estas excusada de las reuniones con los consultores para tener más tiempo de estudio de francés, sólo tendrás tiempo libre antes de la cena para que todo el tiempo restante te dediques a aprender el idioma.-

-Sí, padre.-

-Ahora, regresen a sus obligaciones.-

Hice una reverencia y salí del salón para regresar a estudiar. Informé de los nuevos planes a Jean-Pierre quien era mi profesor.

-Con todo gusto su alteza.- dijo con gran emoción haciendo reverencias exageradas sin quitar una gran sonrisa de su rostro; deseé por un momento que mi emoción fuera al menos la mitad de la suya.

-Entonces Jean-Pierre, sigamos con la lección.-

Y así fue como nos adentramos al estudio de frases y palabras que con dificultad podía pronunciar.

Al llegar la hora de la cena ya estaba exhausta y mi cabeza quería reventar, por mi mente saltaban frases y palabras que no tenían relación las unas con las otras "bonne nuit" "majesté" "altesse" "excellent accueil" "je suis enchantée" , solo quería que salieran de mi mente por un momento y fue cuando recordé que aun me faltaban días de estudio. Estaba pensando en todo eso cuando mi madre me habló.

-Querida, ¿cómo te fue hoy en tu clase?-

-Muy bien, es extenuante pero Jean-Pierre es un excelente profesor.-

-Me alegra escuchar eso, debes estar muy bien preparada-

-Lo estaré madre, confía en mí.-

-Tienes que estar más que preparada, debes sobresalir de todas las princesas que se presenten ese día, así que empeñate más en lograrlo.- dijo mi padre, yo solo lo miré y asentí, al ver mi mirada un tanto apagada mi madre volvió a dirigirse a mi.

-Para el día de la celebración, necesitas sobresalir no solo con tus conocimientos sino también con elegancia, así que he pedido traer a la señora Railad para que te confeccione el vestido más hermoso que hayas tenido.-

-¿En verdad? ¡Eso va a ser asombroso!- Dije con gran entusiasmo. La señora Railad era la mejor diseñadora que conocía, todas las princesas y reinas de los reinos circundantes deseaban tener un vestido que ella hubiese realizado pues las telas que usaba eran traídas de lugares exóticos, haciéndolas las de mejor calidad que existían, y por supuesto yo no era la excepción y saber que ella me haría un vestido lo hacía la mejor noticia que había recibido en meses.

-Vendrá mañana antes de la cena, por lo que tienes todo el día para estudiar, le dije que tendría que venir lo más pronto posible pues tenemos poco tiempo y debe quedar a la perfección.-

-De acuerdo, pensaré en lo que me gustaría para hacérselo saber mañana.-

-Preferiría que le preguntaras cuales son las preferencias en Francia y que realice un vestido basándose en ello.- dijo mi padre

-Me parece una mejor opción.- lo secundo mi madre.

-De acuerdo, lo que ustedes deseen.- dije para tratar de no ahondar más en esa conversación.

Me excusé y me dirigí a mi habitación al terminar de cenar, ya me esperaba Charlotte, al entrar hizo una rápida reverencia.

-Buenas noches alteza, déjeme ayudarla.-

-Gracias Charlotte.-

Comenzó a desabrochar mi vestido, entonces lo recordé.

-Charlotte, el miércoles saldremos con destino a Francia para asistir a la celebración del príncipe Daimmen, por lo cual deberás acompañarme todo el viaje.-

-Será un honor su alteza.- Sonrió

-También necesito que empaques los mejores vestidos, joyas, zapatos y todo lo que pueda necesitar.-

-Por supuesto, su alteza.-

-Gracias Charlotte, y por hoy puedes retirarte, yo me encargo del resto.-

-Descanse alteza.-

-También tú Charlotte.-

Terminé de quitarme la ropa y deshacer mi peinado, me metí en la cama y rápidamente me quede dormida.









Plot twist: Lo que nadie sabe es que Jean-Pierre es la estrella de esta novela jaja xD 

Actualizaré cada martes, jueves y sábado y cualquier cambio de planes les avisaré.

Gracias por leer.

Saludos :3

Perdida en mi destino.Where stories live. Discover now