Capítulo XXIII

24.8K 1.7K 213
                                    

En el suelo, frente a la chimenea estábamos sentados Caden y yo cubiertos por una manta, él me abrazaba y jugueteaba con mi cabello mientras yo sonreía tranquilamente; acabábamos de regresar a la cabaña después la discusión que habíamos tenido pero que había terminado con un beso.

-Ahora sí, debes contarme todo, ¿qué hacías ese día en el bosque?-

-Es una larga historia que desencadenó hasta ese día.-

-Tengo toda la noche para escucharte.-

-Hace meses, asistí a una celebración en Francia donde conocí al príncipe Daimmen, mi padre me comprometió con él, y realmente hasta ese momento no tuve ningún problema con esa decisión, tiempo después volví nuevamente a Francia para permanecer ahí hasta antes de mi boda y fue en ese viaje cuando me di cuenta de las verdaderas intenciones de Daimmen, se casaría conmigo pues solo así su padre abdicaría a su favor, fui su única opción, en realidad él a quien quería era a otra princesa pero ella ya estaba comprometida, descubrí su plan y también lo descubrí con ella, le dije que no me casaría con él y regresé a Ilydford, creí que mi padre apoyaría mi desición y cancelaría mi compromiso pero en realidad él justificó a Daimmen y siguió en su postura de casarme con él. Estaba furiosa y triste a la vez, no quería ver ni hablar con nadie, pero después de pensarlo mucho supe que tendría que irme para siempre a Francia y vivir una vida que no quería por lo que decidí vivir mis últimos meses de forma memorable, fue así que salí al bosque, estuve ahí por horas, me sentía en paz y todo parecía hermoso, pero me perdí y no pude encontrar el camino de vuelta a casa, después el lobo me atacó y me rescataste y el resto de la historia tu la sabes.-

-Jamás imaginé algo así.- Dijo incrédulo.

-Cuando te conocí, me di cuenta de que eras una persona muy agradable, y sentía la necesidad de verte, era por eso que siempre regresaba; poco a poco comencé a sentir algo por ti pero tenía miedo de equivocarme, fue imposible, no me di cuenta cuando fue que me enamoré de ti y ahora no puedes salir de mis pensamientos.- Confesar eso en voz alta hacía que mis mejillas enrojecieran, Caden al verme sonrió y me dio un beso en la frente.

-¿Y por qué una princesa se enamoraría de un leñador?-

-Porque ese leñador en pocos días hizo cosas que nunca nadie antes había hecho por mí en toda mi vida.-

-Elise, parecerá extraño para ti pero igual que tú, desde que te vi no podía sacarte de mi mente, el día que te dejé tras el castillo no pude dejar de culparme por no preguntar al menos tu nombre y saber que probablemente no volvería a verte pero cuando regresaste al otro día tuve que controlar mis impulsos para no hacer evidente la felicidad que sentía y conforme pasaron los días me di cuenta que lo que sentía por ti no era una simple atracción por lo bella que eres sino que me había enamorado; nunca antes me enamoré hasta que llegaste tú.-

Al oír las palabras de Caden no podía sentirme más que feliz pero poco a poco comencé a recordar que no todo era perfecto y mi rostro pasó de la felicidad a la seriedad.

-¿Tienes algo Elise?-

-Caden... soy una egoísta.-

-¿Por qué lo dices?.- Su tono era de preocupación y su rostro lo hacía más evidente.

-Me enamoré de ti y tu te enamoraste de mí pero...-

-Lo se, no tienes que decirlo pero tampoco pensar que eres egoísta.-Dijo apretando mi mano y nuevamente yo comencé a llorar.

-Me iré.-dije.-Y para siempre, me iré con el corazón roto y romperé también el tuyo, si tan solo no me hubieras conocido...-

-Elise, conocerte fue lo mejor que me ocurrió, toda mi vida pensé que no tenía un propósito fijo pero ahora se que mi propósito es hacerte feliz. Prefiero pasar unos meses a tu lado que haber pasado una eternidad sin haber visto tu hermoso rostro.-

Perdida en mi destino.Where stories live. Discover now