85 - En el cumpleaños de Gema.

655 107 4
                                    

No tenía el derecho de reclamarle a Estefan su comportamiento infiel, porque también lo fui. "Somos hombres, divirtámonos como sabemos hacerlo", recordé las palabras de Estefan cuando lo dejé a solas con una muchacha que exigía sus atenciones impúdicas.

Aunque no frecuentaba mucho a Gema, e incluso la consideraba amiga de Max, no mía, ella siempre fue amable conmigo. Gema me consideraba su amigo y también trataba de demostrarme que su amistad era mía. Me encontraba desorientado por no saber qué hacer.
—Caramel, no te pierdas —me dijo Max acercándose a mí. Se encontraba con ropas ligeras como las mías—. Todos están en la playa, vamos.

—Max, es Estefan, él — dije mirando en dirección hacia la terraza.
—Qué paso —preguntó preocupado.
—Estefan está con una chica en la terraza. Él está engañando a Gema.

—Caramel, Estefan es un infiel —dijo Max nada sorprendido—. Vamos a la playa con todos.
—Max, deberíamos decirle a Gema.
—No, Caramel. Nada va a cambiar aunque le digamos a Gema. Estefan la ha engañado varias veces, pero ella regresa con él cuando se le pasa el enojo. No nos involucremos, no nos concierne.
—Ella es nuestra amiga.
—Si quieres que Gema continúe siendo tu amiga, entonces no te involucres. Ella podría molestarse contigo. Estás en su fiesta, no se lo eches a perder. No eres el único que sabe que Estefan está con una chica en la terraza. Sé bueno, Caramel, no hagas nada.

Debía callar, porque no tenía derecho de acusar a nadie. Gema reía y bailaba junto a Pilar sin saber nada de lo que sucedía a sus espaldas. Ella me trató de animar para que me alejara de una de las tantas fogatas con el propósito de que bailará a su lado.

—Dónde está Estefan —dijo mirando hacia todas partes.
—No quiero ni imaginármelo —Pilar cruzó sus brazos indignada.
—No te pases, Pilar, no digas tonterías —Gema reclamó indignada.

Un grupo de amigos nos llamaron para que formáramos parte de su baile grupal, pero solo se les unieron Gema y Max. Pilar y yo no quedamos cerca a nuestra fogata, y a pesar que nos exigieron ir con ellos, no lo hicimos. Los vimos unirse al gran grupo que bailaba en círculos.

—Ninoshka me dijo que Estefan está con una chica en la terraza —soltó Pilar sin titubear—, pero no fui a verificar porque no quiero creerlo, aunque debería hacerlo. Claro que es verdad, lo creo, no necesito verificar nada. Estefan nunca va a cambiar. No sé qué hacer. Soy una pésima amiga.
—Por qué no se lo dices —propuse, pero después me arrepentí.
—Caramel, no puedo hacerlo. Si es una de las mentiras de Ninoshka, tan solo para joderme, seguro que Gema me va a odiar. Ella lo prefiere a él más que a mí. Gema y yo nos hemos peleado varias veces por culpa de Estefan.
—No es una mentira —dije, y nuevamente me arrepentí de abrir la boca.
—¿No lo es? —Preguntó interesada de que afirmara lo que dije — ¿No lo es, Caramel, no lo es?
— Sí, no es mentira, yo los vi, pero Estefan me dijo que no dijera nada.
—¡Tienes que decirle¡ —exclamó exaltada —. Caramel, no te calles, ese maldito está engañando a mi mejor amiga en las narices de todos en su cumpleaños. No tiene vergüenza. Caramel, tienes que decirle ahora.
—Si lo hago ella se va a molestar conmigo.
—No lo hará, Caramel. Se va a molestar contigo si te quedas callado.
—Eres su amiga, Pilar, es apropiado que se lo digas tú a que lo haga yo.
—No, Caramel, soy yo la que correrá el riesgo de que Gema me odie, en cambio a ti no. Será la primera vez que se lo digas. Díselo.

Bajamos la voz cuando vimos que Max y Gema se acercaban a nosotros. Gema Lucía radiante, satisfecha de ser el centro de atención. De inmediato otro grupo la empezó a llamar para que se les uniera en un gran círculo.
—No, Gema, no vayas, Caramel tiene algo que decirte —Pilar agarró a gema del brazo para que no saliera corriendo.

Miré a Max, a pilar y luego a Gema. Pilar me tomó por sorpresa, pero sus palabras trajeron a mi mente la infidelidad de Estefan sin que le importara ser descubierto por cualquiera de los amigos de Gema. Todos se reían hipócritas a su alrededor. No tenía derecho de delatar a Estefan, pero...

—Estefan está con una chica en la terraza de la casa.

Dije, y de inmediato de arrepentí. La dulce mirada de Gema se volvió severa, indignada por mis palabras, como si solo hubiese dicho mentiras.

—Por qué haces esto, Caramel, lo estás inventando. No inventes mentiras.
—No está mintiendo, Gema —dijo Pilar cuando me vio incapaz de empezar una discusión con su amiga.
—Pilar, eres tú, siempre lo haces. Te dije que no te metas con Estefan, pero nunca entiendes. Yo nunca te reclamo nada cuando sales con un chico, pero tú siempre lo haces.

Gema quiso irse, pero Pilar se interpuso.

—Cuantas veces te ha engañado, pero tú continúas con él como una terca. Siempre te dice que no lo volverá a hacer, pero no cumple, porque te vuelve a engañar una y otra vez.
—Dijo que no lo volverá a hacer—Gema recalcó, pero en su voz se sintió una dolorosa duda.
—Entonces vamos, Gema, vamos a la terraza.

Pensé que Pilar tendría que rogarle a Gema para que fueran a la terraza, pero no. Gema caminó en dirección a la casa sin necesidad de que se lo exigieran. Caminó dando pasos fuertes seguidos por su amiga Pilar.

—Caramel, vámonos a casa —me dijo Max como si nada.

Asentí con un malestar interno después de arruinar el cumpleaños de Gema. Me di cuenta que muchos de los amigos de Gema también decidieron irse luego de comprender la razón del enojo de Gema. Para muchos la fiesta ya había terminado.

"Feliz cumpleaños, Gema", escuché cantar a Ninoshka entre escandalosas risas incontrolables. Ella apenas podía pararse por lo borracha que estaba. Su amigo Mihael, el bajista, la ayudó a ponerse de pie.

—Max, hay que quedarnos —dije convencido—. No podemos dejarla sola. Yo soy el responsable, no puedo irme como si nada.

—No será agradable —Max me dijo, pero fue amable conmigo. Nos quedamos.

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |2DA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora