71 - Vestidos

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Las reuniones escolares nunca fueron frecuentes en mi colegio, ni mucho menos las reuniones que solían organizarse solo en mi salón. Esas pocas veces el auxiliar permitía que nos quedáramos en uno de los patios del colegio mientras nuestros padres se encontraban en el salón de clases con el tutor. Mis compañeros y yo teníamos que esperar hasta el final de la reunión para regresar a casa junto a nuestros padres.

En quinto año de secundaria mi clase organizó una reunión escolar para tratar temas referentes a nuestro último año escolar. En quinto grado se tenía la costumbre de organizar la tradicional fiesta de promoción o viaje escolar. La fiesta era un tema que tenía muy pendiente a la mayoría de las chicas, porque siempre las escuchaba hablar sobre los vestidos elegantes que deseaban estrenar en la fiesta de promoción. Todas estaban emocionadas.

—El otro día fui con mamá al centro y nos pusimos a ver vestidos. Creo que mi mamá está más emocionada que yo. Ella no deja que me corte el cabello porque quiere que lo tenga largo para la fiesta —dijo Clara.

Cristal, Clara y yo nos encontrábamos sentados en el piso cerca del patio donde algunos compañeros se habían puesto a jugar básquet.

—Yo quiero viajar, ya le dije a mamá, así que ella ya sabe por cuál de las opciones votar.

—Yo también quiero viajar —dije.

—No, no deberían, Ustedes deben preferir la fiesta de promoción. Cristal, seria genial verte con un elegante vestido y a ti Caramel con un traje. Lo mejor es que no tendrían que preocuparse por la pareja, porque podrán ir juntos. Que suerte.

­—No quiero ponerme vestido —reclamó Cristal, ni mucho menos maquillaje, porque seguro mamá me obligara a ponerme un largo vestido como el de las princesas de los cuentos. No quiero, me sentiré como un pez fuera del agua. Espero que gane el viaje —cruzó los dedos.

—Caramel, ayúdame, convenzámosla. Quiero ayudarle a comprar el vestido a Cristal. Podríamos ir vestidas iguales, como hermanas gemelas.

—Cualquier opción me parece bien —dije, aunque prefería el viaje, porque no sabía bailar.

—En realidad yo no sé. Quiero la fiesta, quiero comprarme un bonito vestido, pero el viaje también seria genial. Deberíamos tener fiesta y viaje, esa es la solución —a Clara le brillaron los ojos.

El auxiliar de nuestra clase se acercó para regañar a los compañeros que se habían puesto a jugar básquet sin permiso. El golpeteo constante de la pelota produjo un intenso ruido que resonó en todo el patio. Era probable que causó molestias a las clases cercanas.

—Este año a nuestro grado le toca organizar la obra del cierre escolar —dijo Clara.

—Ya empezaron a reclutar al equipo de organizadores.

— ¿En qué comisión se van a inscribir? —pregunté

—En ninguna —dijeron al mismo tiempo.

—Pero es obligatorio —traté de recordarles.

—Me apuntaré para ser acomodadora o algo de poca importancia. No quiero agobiarme con la organización de la obra. Quiero aprobar los cursos tranquila —Cristal dijo decidida.

—Yo también. Trataré de apuntarme como anfitriona. Les daré la bienvenida con una gran sonrisa a todos los asistentes. No creo que eso tome más de un día.

—Yo me apuntare en el equipo de escenografía —dije.

—Que trabajador eres, Caramel —dijo Clara—. Escenografía es uno de los equipos que tiene más trabajo. Si el director de escena es quisquilloso, entonces te esclavizará hasta que su escena sea la más perfecta de todas.

—Es el último año escolar —dije un poco melancólico—, nunca más volveremos al colegio como estudiantes.

—Creo que me inscribiere en el equipo de escenografía —Clara dijo de inmediato.

—Yo también, así nos divertiremos los tres —Cristal se animó.

Varios de mis compañeras sentadas cerca de nosotros hablaban sobre otro de los temas más esperados por todas las chicas. Una vez al año una compañera de cada clase tenía la oportunidad de lucirse frente a todas como la más bella de todo el grado.

—Este año es nuestra última primavera escolar —dijo Clara—. Es nuestra última oportunidad —Se puso de pie.

—Yo siempre votaré por ti, pero no lo tomarán en cuenta porque ya fuiste la reina de la primavera en el segundo año escolar — dijo Cristal —. Pero no te preocupes, si quieres ser la reina vamos a reclamarle al jurado para que elimine esa regla que no reconoce un segundo reinado.

—No, Cristal, no lo digo por mí, sino por ti. Este año tienes que ser la reina de la primavera.

—Ni de broma —dijo escandalizada.

— ¡Y caramel debe ser el rey! —Clara se emocionó más de la cuenta.

—No quiero ser exhibida en todo el colegio con un gran vestido y arto maquillaje en la cara. No gracias, no lo vas a conseguir.

—Es nuestro último año escolar —dijo Clara para que apoye su idea de coronar a Cristal, pero no dije nada. La idea de ser exhibido en todo el colegio, como dijo Cristal, no era una buena idea.

Algunos chicos habían escuchado la idea de Clara. Lo tomaron con mucha gracia. "Sería divertido tener como candidata de reina a nuestra alborotada compañera de clase", dijeron 'para molestar a Cristal.

—Yo te propondré y votaré por ti muchas veces. Déjamelo todo a mí, no te preocupes.

—Yo también votaré por ti —dije.

Cristal no estaba nada convencida. No se dejaría convencer por Clara, porque los vestidos no eran lo suyo. Los vestidos de las reinas que representaban a su respectiva clases, siempre era voluminoso y extravagante, por eso ella no era capaz de imaginarse luciendo uno.

Aunque Cristal recalcó una y otra vez que no pensaba ponerse vestido, su madre le dijo con una gran sonrisa que el fin de año le compraría un esplendoroso vestido para la fiesta de promoción. Para mala suerte de Cristal, en la reunión se había decidido cerrar el año escolar de la clase con una fastuosa fiesta de gala. "Traición", Cristal le dijo a su mamá cuando se enteró que votó por la fiesta y no por el viaje.

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AUN SIEMPRE SERAS TÚ |2DA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora