35 - Te amo, no lo olvides

1.7K 231 150
                                    

A veces solía recostar mis brazos sobre mi escritorio para poder dormir un poco cada vez que hacia los ejercicios de matemáticas. Ese curso no era mi fuerte... me aburría, y aún más cuando estaba solo. Recostaba mis brazos sobre mi escritorio cuando mi mejor amigo Max no estaba conmigo. Hacer las tareas sin su compañía no era nada entretenido.

Recosté mis brazos, acomodé mi cabeza entre ellos y me quedé dormido.

Un sonidito se introdujo en mis sueños, seguido de otro y otro más hasta hacerse infinito. Al despertar, vi a mi mejor amigo tomándome fotos con su celular mientras yo dormía sobre mi cuaderno.

—Max, no me tomes fotos —reclamé acomodándome el cabello que cubría mis ojos. Las fotos que me tomó, mientras dormía recostado en mi escritorio, debían ser todo un desastre.

Max tocó mi rostro, acarició mi mejilla con cariño y desordenó mis cabellos sin cuidado. Él acortó la distancia entre nosotros, posó su frente sobre la mía y me dio un beso cerca de mis labios... casi los rosaron.

Mi mejor amigo y yo nos envolvimos en una relación insana. Mi comportamiento no tenía perdón porque yo salía con una chica amable que no merecía ser engañada por nadie. Ella era buena, sincera y me quería mucho... pero mis sentimientos no eran para ella a pesar de quererla demasiado.

—Siempre serás perfecto aunque tengas el cabello desordenado —me dijo Max tocándome el rostro con sus manos.

—Las fotografías que me tomaste, elimínalas —exigí alejándome—. Alguien podría verlas. No es normal que un chico tenga fotografías de otro chico mientras duerme.

—Nadie las verá, solo yo—dijo fotografiándome—. No te preocupes, mi celular tiene código de seguridad. Nadie podrá ver ni una de las fotos que te he tomado unque lo pierda.

—No me fotografíes, no me gusta.

Max sonrió, manipuló su celular e inició una grabación.

—Estoy en la habitación de Caramel, el amor de mi vida... aunque no sé si yo sea su amor, porque él sale con una chica llamada Cristal —Max dejó de filmarse para encuadrarme en la pantalla de su celular—. Caramel es un niño muy cruel, pero no me importa mientras me deje estar a su lado.

—Max...

—Y ahora está de mal humor, pero lo amo mucho.

—Max deja de grabar.

Max se sentó en mi cama sin dejar de grabar y yo traté de prestarle atención a la tarea de matemáticas. Solo me faltaba terminar cinco ejercicios. Max se puso de pie, jaló la silla que estaba junto a mí y se sentó a una cierta distancia, lo suficiente como para captar un plano abierto con su celular.

—Mírenlo, qué estudioso. Caramel siempre hace sus tareas aunque no le guste el curso. Es un estudiante tan responsable. Miren que seriedad —dijo al verme concentrado en el problema—. Caramel, mi niño cruel, a quien amo mucho a pesar de que él no me ama...

—Max... —sus palabras hicieron que dejara de prestarle atención al problema de matemáticas.

— ¡Tiene algo que decir! Seguramente dirá que me ama solo a mí, aunque sale con Cristal.

—Deja de grabar, alguien podría ver el video —insistí, y de inmediato volví a ponerle atención a mi tarea.

Max sonrió, caminó hacia mi cama y se recostó de espaldas. Elevó su celular y continúo con la grabación.

—Soy muy apuesto: Cara bonita, ojos azules, alto; las chicas se mueren por mí, pero que importa, ninguna me gusta... o mejor dicho —se puso de pie, jaló su silla y se sentó a mi costado con su mirada fija en mí— sí me gustan y mucho.

Mi piel me empezó a cosquillear de manera desagradable, pero fingí no prestarle atención a las palabras de Max. Me pareció que él se estaba divirtiendo mucho.

—Las chicas son guapas, delicadas y hermosas, a que hombre no podría gustarle las mujeres.

—Entonces deja de jugar conmigo —interrumpí sin poder controlar el impulso tan violento que mi cuerpo sintió al escuchar su elogio—. Si te gustan tanto, no deberías perder tu tiempo conmigo...

—Las chicas me gustan mucho, pero no estoy enamorado de ninguna de ellas... no siento nada por ninguna. Estoy enamorado de un chico, de mi mejor amigo, pero él no me ama a mí porque sale con una chica.

—Me lastimas — dije bajando la mirada culpable.

Yo amaba a Max a pesar de salir con Cristal. Mis sentimientos eran solo de Max, no de Cristal, pero... era difícil.

—Pero lo amo aunque Caramel no me ame, aunque solo me mantenga a su lado como un trofeo. Caramel lo quiere todo para él, a Cristal y a mí —dijo encuadrándonos en la pantalla de su celular.

—No es verdad...

— ¿No?

—No, Max, no eres un trofeo, no digas algo tan cruel... porque tú sabes que yo solo a ti...

—Sólo a mí qué.

—Deja de grabar... —pronuncié con torpeza...

La distancia que Max fue cortando entre nosotros, ruborizó mis mejillas. La torpe voz que intentó salir de mi garganta fue interrumpida... sus labios me interrumpieron. Max se acercó a mí despacio y me besó. No me negué. Correspondí la suavidad de sus labios húmedos... Fue un beso muy vergonzoso.

— ¿Caramel me ama? —preguntó con su rostro aun cerca del mío.

—Deja de jugar, Max, sabes que te amo... solo te amo a ti —apenas susurré.

—No te escucho.

—Te amo solo a ti —volví a repetir, Mis mejillas me ardían mucho.

—Tu amor parece un juego —reclamó apretándome las mejillas

—Ya deja de grabar con tu celular. Elimínalo.

—No, esta grabación es solo mía. Lo miraré una y otra vez. Ya te dije, no te hagas problemas, mi celular tiene código. Nadie lo verá, ni siquiera Cristal —dijo riéndose—. Aunque no termines con ella, me quedaré a tu lado. Te robaré hasta que seas solo mío, Caramel, ya lo verás. No me gusta compartir, serás solo mío, aunque tenga que esperarte por años.

No merecía el amor de Max. Lo lastimaba a él, a Cristal, me lastimaba... no merecía que Max esperara por mí, porque me sentía incapaz de amarlo aunque decía amarlo, aunque lo amaba.

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |2DA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora