53 - Descarada infidelidad

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—No me mires así, Caramel, la fidelidad solo haría que me aburra. Eres hombre, debes entender.

Fueron las palabras de Estefan después de hablar cariñosamente con una chica por su celular a solo unos metros de su hermosa enamorada Gema, quien sonreía en la playa a mis amigos.

Max me había convencido de dar una vuelta con las amigas que conoció en la agencia de modelos donde trabajaba. Iríamos a matar el tiempo donde se nos ocurriera en ese momento. "No hay planes, solo querían salir, pero si vienes conmigo cualquier lugar será divertido", me dijo después de confirmarle mi asistencia.

En un principio ellos quisieron que nos encontráramos en la agencia, pero después decidí que se reunieran conmigo en un gran parque cerca a la agencia donde la concurrencia de personas no era poca. El lugar no era desagradable. Los mininos juguetones que se ocultaban en los arbustos y los formales puestos móviles de dulces tradicionales, rodeados de personas con rostros sonrientes, hicieron que mi espera fuera mejor que en la agencia donde solo escuchaba parloteos triviales y estridentes golpeteos de tacones en punta de las muchachas que me sonreían al verme solitario en la recepción.

"Caramel, donde estas, ven, estoy aparcado al lado de la parroquia.", Me dijo Estefan después de llamarme. No pensé que el enamorado de Gema se uniría a nosotros, pero no debí sorprenderme porque después de todo ellos siempre andaban juntos a todos lados y bien cariñosos después de cada reconciliación.

Fui a la parroquia donde había una zona de estacionamiento. Pude ver a Estefan, apoyado en su moderno auto convertible mientras conversaba con un par de chicas coquetas.

—Qué bonito auto, ¿es tuyo? —escuché decir a una de las muchachas.

—Sí, cuando quieran les puedo dar unas vuelta.

— ¿De verdad?, sí queremos.

—Estamos libres ahora —afirmó la otra chica, pero se desoriento cuando Estefan elevó su mano como señal de que me acerque a ellos. Él se había dado cuenta de mi presencia.

—Ahora no podré. Voy a salir con mi enamorada y mis amigos, pero si quieren otro día damos unas vueltas en mi auto y después podríamos ir a bailar.

—Sí, eso sería genial —respondieron intercambiando celulares de inmediato.

Las chicas no se sintieron amilanadas a pesar de haberse enterado que Estefan tenia enamorada. Ellos se despidieron luego de prometer que se volverían a ver para salir solo los tres.

—Esa chica, la del cabello ondulado, no está nada mal. Tiene bonitas piernas. Caramel, yo te podría dejar la otra, qué dices, vamos.

No iba a involucrarme. "Voy a la agencia, los esperare allí", iba a responderle, pero los gritos de alegre de gema y su amiga Pilar se escucharon en toda la calle. Las chicas vestían trajes ligeros y zapatos cómodos. Atrás de ellas pude ver a Max, quien al verme levantó su mano en forma de saludo. Yo le respondí de la misma manera.

Gema se abalanzo a los brazos de Estefan como si no lo hubiese visto en años. Sus demostraciones de amor fueron muy poco recatadas en público, por eso Pilar no dudo en regañarlos y separarlos por el bien de las personas que los miraron escandalizados. Mientras Gema y Estefan eran regañados por Pilar, Max se acercó a mí, me dio un pequeño empujar y me sonrió.

— A donde iremos —le pregunté.

— ¡A la playa! — Respondió Gema subiéndose al auto —suban rápido.

—Pero... —pronuncie preocupado, porque al ver a las chicas me dio la impresión que ellas no solo querían que caminásemos en la playa.

—No te preocupes, Caramel, vamos —Max me alentó, y sin dudar subí al auto junto a él.

Gema se sentó al lado de Estefan y Pilar se sentó en medio de Max y yo. Me apené un poco por las miradas de las personas que pasaban cerca al auto, porque las chicas no dejaban de gritar emocionas y la música electrónica que Fabián había elegido era muy escandalosa.

Gema y Pilar cantaban y movían su cuerpo al ritmo de la música durante el recorrido hacia la playa. Estefan también les seguía la corriente y de vez en vez se volteaba para comentar con Max sobre una presentación de su banda en un antro en el centro de Lima. Me preocupaba la imprudencia de Estefan al manejar a pesar que iba por la vía rápida.

—Bien chicas aquí estamos, capricho concedido —dijo Fabián luego de estacionarse en la arena.

—Te amo — Gema lo abrazo y beso.

—No perdamos tiempo, el sol ha salido. Rápido, antes que se vaya —animó Pilar quitándose en el auto su polo ligero y su ceñido pantalón cortó color turquesa.

Gema también se quitó sus prendas en el auto a pesar de que el sol empezó a ocultarse. La temporada soleada ya había terminado, pero el inestable clima debió animar a las chicas. Los rayos del sol iluminaron intensos.

—Traje esto para ustedes —Gema le dio a Max dos trapos, pero rápidamente pude notar que eran pantalones cortos para nadar—. No se demoren —dijo saliendo del auto junto a Pilar.

Max miró con desagrado el traje de baño de múltiples colores chillones. Él prefería los colores enteros, pero eso no impidió que se quitara los pantalones y el polo sin dudar.

— ¿Vas a nadar? —pregunte incrédulo.

—Ya estamos aquí, Caramel, sería un desperdicio. —Me respondió y salió del auto— vamos, póntelo, te estaré esperando.

A lo lejos, revoloteando en las aguas de la playa, pude ver a las chicas gritando emocionadas al ver a Max unírseles con el short veraniego multicolor.

—Max es muy valiente—halagó Estefan mirando el short color rosa de diferentes tonos que Gema había elegido para él —no voy a ir, solo la traje aquí como ella quiso—tiró el short rosa en la parte trasera del convertible— Ya hice demasiado con eso. ¿Tus iras?

—No. Voy a ir, pero no entraré al mar.

—Quédate, acompáñame, me aburriré si me quedo solo —dijo poniendo una música desconocida que él tarareo con orgullo—. Caramel, que me dices, cuando quieres que nos encontremos con las chicas del parque. Se notan que son unas facilitas. No te preocupes por nada, las podríamos llevar a la casa de playa de mi familia y pasar una deliciosa noche con ellas.

—Estoy saliendo con una chica—respondí de inmediato para que dejase de hablar.

—Eso que tiene, nunca se va a enterar. No te estoy pidiendo que termines con ella, no es necesario hacerlo para divertirte con otras nenas. Tu enamorada nunca se va a enterar, y si lo hace, se molerá un rato y luego se les pasará. No seas tonto, o quieres a la chica de las piernas bonitas, la que me gustó a mí. Si la prefieres, te la de dejo...

Para mi suerte, pensé en ese momento, su celular sonó. De inmediato me di cuenta que debía ser una chica, porque Estefan comenzó a coquetearle. No era un buen chico, no quería a Gema, no estaba enamorad de ella a pesar de las demostraciones de amor que le daba.

Estefan me pareció un hombre sin sentimientos, pero me hizo dudar de su falta de amor cuando una segunda llamada entró en su celular. De inmediato cortó la llamada para responder la segunda llamada que su celular le había anunciado. Su actitudes coqueta y descarada cambio. Su voz se volvió amable y tranquila, irreconocible, no era el Estefan de actitud desconsiderada y superficial.

Decidí dejarlo solo. Fue mucho más incómodo escuchar a Estefan hablar con amabilidad y tanta atención que escucharlo coquetear con la chica de la primera llamada. Salí del auto y de inmediato Gema y Pilar me llamaron. Se decepcionaron al ver que no llevaba puesto el short que habían escogido para mí, pero no fue impedimento para ellas junto a Max arrastrarme hacia las aguas con todas mis ropas.


A pesar del frio de las agua, preferí estar rodeado de las risas de Max y las chicas en lugar de escuchar la descarada infidelidad de Estefan. No estaba bien, no lo aprobaba, pero no era nadie para hacer nada. Gema era la única que podía detener aquella insana relación que ella trataba de mantener.

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |2DA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora