29 - El chico del rumor

1.9K 210 34
                                    


Angel...

No quería escuchar ese nombre. Su sola pronunciación me provocaba rechazo. Mi cuerpo se alteraba; sudaba y temblaba de cólera. Pero no era el nombre, sino la persona...Ángel, el muchacho delicado de intereses románticos anormales. Aun antes de conocerlo en persona podía sentir un nauseabundo desprecio por él, porque no era normal que un hombre buscase atenciones románticas de otro hombre.

...P ero no era solamente sus intereses románticos por personas de su mismo género lo que me hizo despreciarlo, sino su interés por mi mejor amigo. Si deseaba involucrarse en una relación insana, entonces debió hacerlo, pero lejos de mi mejor amigo. Ángel no debió cruzarse en nuestro camino, porque sus intenciones ensuciaron a mi mejor amigo. Ángel arrastro a Max en su sucio camino.

—Antes que se me olvide, Caramel, quiero que sepas que estoy saliendo con alguien— me dijo cuando regresamos a casa después del colegio.

Nuevamente, una nueva novia, pensé desganado. Me había acostumbrado a que mi mejor amigo saliera con chicas, aunque seguía sintiendo una incomodidad inexplicable cada vez que me mencionaba a la nueva chica.

No le respondí. Mi reacción siempre fue la misma cuando Max me contaba de su nueva novia. No le daba importancia, más bien trataba de empezar otro tema. Hablar de las noviecitas de Max nunca me hizo bien. A veces Max me seguía la corriente cuando lo intentaba, pero también se las daba de molesto, porque le picaba el bicho de querer contarme como la conoció, como era y como fue la declaración. Para tratar de ser un buen amigo, fingía prestarle atención, pero suponía que solo hacia el ridículo porque Max siempre terminaba riéndose de mí.

— ¿Caramel quiere saber quién es? —dijo después de un una pausa incomoda.

—No quiero saber —le respondí sin mirarlo.

—Yo quiero que sepas —insistió, pero esa vez se interpuso en mi camino.

—Max, está bien con quien salgas —reclamé desviándolo para continuar el camino a casa.

Max bufo divertido.

—Se llama Ángel—dijo siguiéndome.

Ángel... el muchacho del rumor, el muchacho que se le declaró y que esperó su respuesta después del beso que le robó en el parque cerca del colegio. Ángel... un adolescente un grado menos al nuestro, un muchacho de otro colegio... un hombre, con mi mejor amigo, con Max.

— ¡Que! —pregunte alterado, sin creer lo que Max me había dicho.

—Cuando Ángel me preguntó si quería salir con él, me dije: Esta bien, no es feo, al contrario, tiene cara bonita, como las chicas con quienes he salido. También tiene bonita contextura y es bajito.

—Qué estás diciendo Max —le reclamé si querer creerle, porque parecía una mentira lo que salía de su boca.

—Si salgo con niñas bonitas cuando me lo piden, entonces porque le iba a decir no a un niño bonito.

—Max, basta. Deja de decir tonterías. Si quieres bromear, hazlo, pero no así. Como puedes decir tan fácilmente que estas saliendo con un hombre. No me gustan estas clases de bromas.

—Caramel, yo no te estoy bromeando.

—Sí me estas bromeando.

—No lo estoy haciendo.

—Sí lo estas, Max.

Max solía hacer bromas molestas, por eso quise convencerme a mí mismo que él me estaba bromeando, porque no podía ser verdad. Mi menor amigo, diciéndome que salía con un hombre, era inaceptable.

—Caramel, no te estoy bromeando —volvió a insistir.

—No te creo, Max. Tiene que ser una de tus bromas, porque no te creo capaz de salir con un hombre. Esta es la broma más horrible que me estás haciendo, Max, y si no dejas de hacerlo, me voy a enojar contigo... No quiero enojarme contigo, porque te quiero mucho... no hagas que me enoje contigo, Max...

—Te estoy diciendo la verdad, Caramel no tiene por qué enojarse conmigo.

—Entonces sales con ese el del rumor...

—Sí

Cómo iba a poder asimilarlo tan fácil, si mi mente se encontraba conmocionada. Mi mejor amigo con un hombre... saliendo con un hombre... como enamorados... no podía ser cierto, no lo quería creer. Era falso, una pesadilla.

—Max, qué estás haciendo —reclamé enojado.

—No creo que sea tan malo salir con él —dijo como si nada—.Además, ya te dije, esta bonito. Si fuese de esos tipos feos con caras cuadradas y nada delicadas, ni de broma aceptaba.

— Si te gustan las caras bonitas y la delicadeza de las chicas, entonces porque no sales con una. No tienes por qué salir con un hombre solo porque se parece a una mujer... aunque lo dudo mucho, eso es imposible.

—Sí, Caramel, tienes razón. Las mujeres son mujeres, los hombres, hombres y Caramel es Caramel. No tienen comparación. No te pongas celoso, porque tú siempre serás mi favorito. Ahora salgo con un chico, pero eso no quiere decir que te voy a cambiar por él. No te fijes en que sea un hombre, solo considéralo como una de mis enamoradas.

Lo comprendí, no eran bromas, y si le pedía que dejara de lastimarme, él no lo iba a hacer. Max era libre, no dejaría atarse por nadie... Si el deseaba saber lo que se sentía salir con un hombre, entonces no se echaría para atrás por mí.

No tenía más que decir...

—Estoy cansado, Max, me voy a casa. No me sigas —dije acelerando.

—Estás enojado —. Max me siguió el paso como si nada tuviese tanta importancia. Me hizo sentir como si yo hubiese estado haciendo pataletas sin sentido.

Max volvió a pararse frente a mí, y a pesar de querer esquivarlo para continuar mi recorrido, él no me lo permitió.

—Caramel, ya te dije que tú siempre serás mi favorito —dijo tratando de tocar los flequillos de mi frente, pero... no se lo permití...

—No me toques...

Mi voz resonó sin percatarme y mis pies retrocedieron. Un involuntario rechazo me impulsó lejos del alcance de sus manos. Como iba a ser capaz de dejar que sus manos me tocaran después de que lo tocara a él...

Deseaba estar solo en mi habitación y pensar que mi mejor amigo me llamara para decirme que todo era una mentira, pero él no llamó para desmentirlo... solo se hizo real con el pasar de los días.

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |2DA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora