60 - Luz, la enamorada de Max

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—Lastima, ya no queda nada, viniste muy tarde, Max—dijo cristal mostrándole el taper vacío.

—Yo te doy los míos—dije extendiéndole mis galletas.

—Max, no deberías quitarle a Caramel sus galletas. Eres un amigo muy, muy malo—le regaló Cristal.

—Si Caramel me las da, yo las recibo. Sería mal educado si no las acepto, además, lo que es de Caramel es mío—Max jaló una carpeta y se sentó junto a nosotros.

Violeta molestaba a Luz a una distancia. Ella intentaba quitarle el cuaderno con el cual trataba de ocultar su rostro. Mis amigas se dieron cuenta. Con intensión de molestar a Max, lo empezaron a empujar para que hiciera algo; pero fue violeta quien se puso de pie y se acercó a nosotros.

—Hola, Max, me enteré que sales con Luz. Qué sorpresa.

—Sí, estoy saliendo con Luz. Ella y yo somos enamorados desde ayer—dijo con una sonrisa muy segura.

—Max, Si tu enamorada fuera otra, seguro que ya estaría encima de ti, pero mírala—señalo a un lado del salón—ahí está, tratando de que no la veas. Luz, mira, aquí está Max. Salúdalo, no te escondas. ¿Acaso no estás saliendo con él?

Luz se sobresaltó tras el cuaderno. Bajó el cuaderno con duda hasta descubrir sólo sus ojos. Nos miró avergonzada.

—Ah... hola, Max—saludó.

—Hola, Luz —Max respondió con un movimiento de su mano.

—Yo—Luz se puso de pie—, debo salir.

—A dónde vas.

—Compraré algo.

—Vamos juntos —Max se puso de pie. Se acercó a Luz, la sujeto de los hombres desde su espalda y caminó con ella fuera del salón. Luz se moría de la vergüenza.

Guardé mi cuaderno de matemáticas en mi mochila y saqué el de la siguiente materia a pesar que faltaba mucho para la siguiente clase.

—Está pasando—dijo Clara.

—Es verdad, ha sucedido lo que tenía que suceder

—Es la patética historia de amor entre el chico más popular y la chica menos popular.

—Max aún no sabe que está enamorada de ella—dramatizo Cristal.

—Pero en cuanto Max se dé cuenta.

—¡Zas! —Cristal se puso de pie.

—Comprenderá que está totalmente enamorado de Luz, que ella es el amor de su vida. El chico cruel de los ojos azules se ha enamorado—Clara también se puso de pie.

Las chicas se rieron. Ellas tenían razón, la relación amorosa de Max y Luz era como esas historias que solían tener un final feliz. Si Max conseguía la felicidad, yo también iba a conseguir ser feliz por él. Esbocé una leve sonrisa en mi rostro. Sería la primera.

—Saben, no me molestaría si Luz se nos une a nuestras salidas de amigos—Cristal se sentó.

—A mí tampoco. Creo que Luz es la enamorada perfecta para Max y para nosotros sus amigos. Estaba cansada de soportar a las pegajosas que solo arrugaban su nariz cuando nos encontrábamos con ellos en su cita.

—Si, si , si, ahora será diferente, ¿verdad, Caramel?

—Sí, será diferente—respondí tratando de seguirles la corriente.

—Incluso ahora podrán salir en pareja como tanto quiere Noche. Fabian y ella; Max y Luz; y ustedes dos chicos. Yo no, porque aún no encuentro alguien que me merezca.

— ¿Salir en parejas? —dije sin darme cuenta.

—No quieres, Caramel—pregunto Clara.

—No, no es eso. Creo que es una buena idea.

—Qué cosa es una buena idea, Caramel—dijo Max tirándome unas bolsas de galletas sin advertirme de su regreso. Luz estaba a su lado mordiendo un chocolate de la marca que Max solía comprar.

—Una cita en parejas —dijo violeta quien había escuchado todo desde su capeta—. No te preocupes, Luz, yo me encargo de transformarte todo— agregó quitándole el chocolate a Luz.

—Y yo me encargo de ti, Cristal —Clara dijo emocionada.

—No, yo estoy bien como estoy, no volverás a intentar ponerme maquillaje, no me gusta.

—No te resistas, Cristal, déjalo todo en mis manos. Podemos ir a la casa de Luz para maquillarnos todas—Clara se entusiasmó a pesar de la negativa de Cristal.

Max sonrió. Se mostró complacido por la actitud de las chicas. Ellas habían aceptado a la enamorada de Max a pesar de que nunca antes lo habían hecho.

—Es bueno que mis amigos se lleven bien con mi enamorada Luz—dijo Max sentándose.

—Claro que sí, Luz no es como tus pesadas expegajosas—dijeron Cristal y Clara jalando a Luz para que se sentara junto a ellas. Las chicas también invitaron a Violeta a sentarse con nosotros, pero ella rechazó la invitación con un bufido. Mordió el chocolate de Luz y salió del salón.

Mientras mis amigos hablaban, Luz me miró con disimulo. Traté de fingir que no me había dado cuenta, pero fue inútil. La miré y ella desvió su mirada hacia Max. No sé qué me pasó, fue un impulso, simplemente moví mis labios y dije:

—Me alegro que seas la enamorada de Max.

Mis amigos dejaron de conversar. Cristal y Clara hicieron un pequeño barullo mirándome sorprendidas. "Caramel aprueba a la enamorada de su mejor amigo", dijeron una y otra vez. Max cubrió su rostro con sus manos, pero de inmediato lo descubrió y me dejó ver una bonita sonrisa.

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |2DA PARTE|Where stories live. Discover now