55 - Estaré de tu lado

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Mi mejor amigo Max se sintió interesado en mi compañera de colegio, Luz, una chica de carácter introvertido y poco llamativa; muy diferente a las muchachas que se le aventaban atrevidas cuando se enteraban que no salía con nadie.

A Luz le gustaba Max y a Max... había empezado a sentir un repentino interés por ella. Los sentimientos de Max debían haber cambiado como siempre... pero estaba bien, porque no tenía derecho de reclamarle nada a pesar de haberme dicho que sus sentimientos me pertenecían, que eran míos, que estaba enamorado de mí.

Fue fácil para Max decirme que sentía interés por Luz. Sus palabras solo me hicieron pensar que sus sentimientos por mi fueron falsos, solo mentiras como siempre lo habían sido para todas. Su sonrisa nunca se quebró ante ninguna. Siempre se mantuvo descarada y fresca cuando decía "te amo", cuando decía, "ya no me interesa, me aburrí, voy a salir con alguien más", y de repente cambiaba de enamorada como si nada.

En ese momento, cuando a Luz se le sonrojaban las mejillas al enterarse del interés de Max por ella, me sentí torpe. Max intentó convertirme en una de esas niñas que le brillaban los ojos de felicidad cuando caminaban a su lado tomados de las manos como una parejita muy enamorada, inseparables a la vista de todos. Luz era su siguiente conquista, a ella le iba a decir "te amo" con facilidad, como me había dicho, como le dijo a tantas muchachas.

Mi cuerpo se tensó incómodo... pero ya no importaba. No tenía sentido pensar en sus sentimientos falsos porque yo quería mucho a mi mejor amigo, por eso, a pesar de haberme lastimado con sus falsas confesiones, deseaba seguir a su lado. No quería perder su amistad.

"Que tonto soy", dije bajito. Esos sentimientos de amor que surgieron en mí fueron por su culpa. Habían sido sus palabras cariñosas e insistentes las que me habían confundido. Cuando le dije "te amo" solo fue un torpe impulso por miedo a perderlo. Yo era el único que podía aliviar la presión en mi pecho, por eso, parado frente a Luz, me convencí que tenía que terminar con toda esa mentira.

—Quiere conocerte—le dije sentándome en una grada.

—Eso es imposible. No entiendo por qué dices eso. Max nunca se sentiría interesado en mí porque no soy una chica bonita. Soy simple, sin ninguna gracia—dijo roja como un tomate.

—Max me pidió que te lo presente.

—No, no quiero. Qué vergüenza—insistió sin poder creerme.

Los chicos deben salir con las chicas. Max alguna vez me había dicho que saldría con una chica de mi agrado, una chica a quien yo podría sonreírle cuando él caminara tomado de su mano. No me consideraba con derecho de decidir algo tan importante, porque el amor no podía ser impuesto por nadie.

De todas maneras no iba a ser una imposición, porque Max estaba interesado en Luz...

—Luz, Es la primera vez que Max me pide que le presente una chica, por eso creo que de verdad le interesas mucho. Si de verdad le agradas a Max, si quiere salir contigo, yo... Max es mi mejor amigo, no soy nadie para impedir que salga con quien quiera — dije al recordar los rumores sobre mi mala actitud con las ex enamoradas de Max.

Luz intentó hablar, pero solo tartamudeo palabras incomprensibles.

—Si Max te gusta, entonces no se lo ocultes—me puse de pie con intensión de irme, pero Luz me interrumpió. Se puso de pie antes de que diera un paso lejos de ella.

—Max está arriba, muy arriba, tan arriba que apenas puedo mirarlo. Cómo se podría fijar en mi cuando ha salido con chicas tan bonitas. Es imposible, además... no quisiera ocupar el lugar que ellas ocuparon, porque... Max nunca las quiso y nunca me va a querer a mí. Max es, como alguna vez le escuché decir a tu amiga Cristal, un chico malcriado que solo le gusta jugar con los sentimientos de las chicas... pero...a pesar de eso... cuando lo veo desde lejos, me olvido de todo y sin darme cuenta lo estoy dibujando. ¿Eso significa que me gusta? ¿Eso es amor?

No tenía respuestas. Yo le había dicho "te amo", pero esas palabras me dolieron tanto y seguía doliendo tanto. Era momento de terminar con todo ese sentimiento que se confundía con el amor, porque un amor entre dos chicos era imposible.

—Luz, esas preguntas tienes que responderlas a ti misma. Si Max te gusta, entonces díselo. Estoy seguro que tú le gustas también. Si salen, es posible que se enamore de ti, porque eres buena, muy diferente a las chicas con quienes ha salido—Luz me miró sorprendida. Trato de hablar, pero se mantuvo en silencio con el rostro blanco de la sorpresa—. Sé que hay rumores sobre mí. Dicen que no me agradan las chicas con quienes sale Max. No me había dado cuenta de mi actitud, pero creo que esos rumores son ciertos. Hasta ahora una me agradó ninguna, pero tú sí me agradas. Quiero que sepas que estaré de tu lado. Yo puedo ayudarte a salir con Max si quieres...

Mis manos me temblaban incontrolables. Las sostuve para que Luz no se diera cuenta. Me iba a mantener firme.

Las monedas de mis amigos me pesaban en el bolsillo cada vez que pasaba un minuto, pero no me preocupé en salir corriendo del lugar. Nunca había sido bueno conversando con chicas, pero por la culpa de Max estaba con Luz conversando un tema tan femenino como el amor, y peor aún, apoyando sus sentimientos.

—Si sales con Max, me voy a sentir feliz por los dos.

De repente, sin ni siquiera imaginarlo, una silueta se asomó por una de las puertas del salón abandonado. Mi mente se puso en blanco cuando lo vi parado mirándonos con su acostumbrada sonrisa tan relajada. Era Max, nos había escuchado.

Desvié mi mirada avergonzado.

—Eres bueno dando consejos, Caramel. Que buencompañero eres, te gusta pensar en los demás, como siempre—dijo clavando suprofunda mirada en mí.    

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |2DA PARTE|Where stories live. Discover now