-¿Podemos repasar los informes de TV?-preguntó Normani en el asiento de copiloto.

-¿Otra vez?

-Sí, no vendría mal y tenemos tiempo de sobra...

Lauren de reojo pudo ver como la mujer elástica la miraba descaradamente. Al parecer era bastante obvio que la motorista no se había estudiado los perfiles a fondo. Lauren, con un suspiro, se relajó ante el volante dispuesta a escuchar y memorizar todo lo necesario, aunque algunas cosas sí que lograba recordar que había leído en el avión...

-Empecemos con Connor Ball-escuchó que decía Camila-. Joven de veinte años nacido en UK. Su poder es bastante especial; él es capaz de curar cualquier herida, o enfermedad, con tan solo poner sus manos.

-Al parecer, no se decantó hacia el lado bueno para dar provecho a su don...-escuchó que decía Dinah con algo de rabia.

-Tristan Evans-continuó Ally segundos después-. Tiene veintiún años y también nacido en UK. Él fue el último en entrar en los campamentos, quizás sea él el más débil ante su don, pero es capaz de darle vida a los objetos.

-¿Darle vida?-preguntó Lauren mientras frenaba por culpa de un semáforo en rojo.

-Al parecer, con tan solo tocarlos cobran vida...

Sin embargo, la explicación de Dinah no la llegó a comprender del todo.

-Luego está Bradley Simpson-volvió a decir Camila con voz monótona-. Vente años y de UK. Él es peligroso porque con sus manos consigue hacer grandes heridas. Según esto, con un ligero roce de sus dedos, si él quiere, puede abrir grandes brechas en la piel de sus contrincantes.

Suena divertido, ironizó en su cabeza Lauren.

-Y por último, James McVey-algo en su nombre hizo que la motorista frunciera el ceño, pero ni siquiera le dio tiempo a pensar-. Si Bradley era peligroso, este va a conseguir el puesto a villano del año. Tiene veintiún años y también de UK. Al parecer, él es quien lleva las riendas del grupo... Pero su poder... Hay que tener mucho cuidado con él... James es capaz de absorber la vida de una persona hasta la muerte. También tiene el don de devolverla, pero nunca lo hace. Según el informe, ha matado a varias personas alimentándose de sus vidas...

-Y encima lo disfruta, cabr...

-Dinah-la cortó Normani.

-¿Qué? Es la verdad.

Nadie le dijo lo contrario a la polinesia.

Sin embargo, el coche volvió a estar en silencio segundos más tarde. Lauren agradecía aquel repaso de informes de TV porque en aquellos momentos lo tenía todo mucho más fresco. Pero había una cosa que le chirriaba en su cabeza, ella tenía la necesidad de recordar algo, aunque no sabía el que.

Treinta minutos más tarde llegaron a una zona industrial llena de naves y almacenes gracias a aquel GPS.

-Será mejor que aparques a varias calles de distancia para no llamar la atención-le dijo la mujer elástica justo a su lado.

Y Lauren tan solo asintió en silencio.

Dos calles antes de llegar a su destino, la mujer de ojos verdes aparcó el Mazda negro y se bajó con el resto de sus compañeras. Segundos más tarde, y con el ambiente muy tenso por las expectativas de empezar una nueva misión, o eso creía Lauren, Normani abrió la parte trasera para sacar todo el equipamiento necesario. Por suerte, no había ninguna persona cerca y nadie fue sorprendido al ver a cinco mujeres armándose con pistolas y colocándose chalecos antibalas encima de la ropa.

La motorista también llevaba un arma en la cintura, pero no quería pensar en ello. Sin embargo, para ella lo importante estaba en sus manos y por eso también se había cambiado los guantes; ella llevaba los mismos guantes que había utilizado en Londres.

Caminando por aquellas desiertas calles de Sídney, de la zona industrial, Lauren quiso aparcar a un lado todo lo que estaba sintiendo en aquellos momentos. Hacía poco más de un mes que era capaz de sentir. Su cuerpo antes había estado casi vacío de sentimientos, pero todo había cambiado... Había cambiado todo con su entrada en X Factor; había cambiado todo con Camila... Lauren se mordió el labio sin querer sacar conclusiones precipitadas, sin embargo no pudo evitar mirar a la latina, y sentir con mucha más fuerza, durante unos segundos.

No es momento para pensar en esto.

Ella tenía que concentrarse en la misión. Eso era lo que tenía que hacer; aquello era en lo único que podía pensar en aquellos momentos.

-¿Listas chicas?

La pregunta de Normani hizo que Lauren mirase a su alrededor. La motorista tardó un segundo en fijar su mirada en la nave industrial que tenían delante. Un almacén de paredes grises y de más de diez metros de altura, pero lo más sorprendente era que tan solo había una pequeña puerta; no había ventanas ni otras salidas o formas de escapatorias.

Tampoco había indicios de que allí dentro hubiese alguien.

-Estad alerta-susurró Ally.

Con un asentimiento de cabeza entre todas, se dirigieron hacia la puerta de metal. Sorprendentemente también estaba abierta. Sin embargo, Lauren no quiso pensar en lo extraño que estaba siendo todo aquello... En Londres las cosas no fueron tan fáciles.

La primera en entrar fue Normani y la siguió Lauren, pero la oscuridad del almacén rápidamente le nubló los sentidos durante unos segundos. Vacilante dio unos pasos hacia delante como si intentase buscar un punto de luz que le hiciese ver lo que había allí dentro, pero le era imposible.

No se veía absolutamente nada.

Entonces fue cuando la motorista empezó a sentirse observada; ella sabía que tenía delante a Normani y justo detrás a Ally, a Camila y a Dinah, pero había algo más que le hacía que se le erizase el vello de la nuca.

-Algo no está bien aquí dentro...-se dijo así misma.

-Tengo una peor sensación-comentó con miedo Camila-. ¿Podemos salir ya de aquí?

Sin embargo, nadie le hizo caso; todas siguieron caminando entre aquella oscuridad.

Una linterna en estos momentos nos vendría genial.

-Lauren, ¿podrías utilizar las manos para dar algo de luz? O lo que sea... Quiero ver por donde piso, al menos.

Sin embargo, la motorista no pudo contestar a la pregunta de Dinah porque alguien se le adelantó, alguien que no era integrante del equipo H, ni tampoco mujer, y que justamente estaba detrás de ellas:

-Eso no será necesario.

Trampa...

Fue lo único que pensó Lauren antes de que las luces de todo el almacén se encendieran de golpe. Rápidamente sintió un tirón en su cintura y supo al instante que ya no tenía el arma ahí. Un segundo más tarde vio como estaban totalmente rodeadas por cuatro hombres, era evidente, ellos eran TV.

Nos tendieron una trampa...

Aquello fue lo último que pensó Lauren antes de sentir un gran dolor en su cabeza; aquello fue lo último que pensó antes de que la oscuridad la golpeara con fuerza y cayera al suelo.


Feel Again I: X Factor (CAMREN)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz