Feel Again I: X Factor (CAMREN)

Hulk y el psicólogo

Capítulo 6: Parte IV

Simon, 3 de mayo; Los Ángeles

-Esta chica tiene poder-comentó Demi en voz alta-. Mucho más poder del que me imaginaba.

Simon, que estaba pendiente de su teléfono móvil en esos momentos, la miró durante unos segundos. Su mente trabajaba a gran velocidad y de forma mecánica buscando soluciones a todo lo que había ocurrido en aquella aula; no era tan simple como un apagón o cuatro bombillas fundidas:

-Ha dejado sin luz a todo el vecindario.

La sorpresa fue evidente en el rostro de la joven tutora.

-Creía que solo había sido solo aquí...-murmuró para sí misma-. Como mucho solo en la mansión.

El británico rápidamente negó con la cabeza como respuesta. Lauren había creado muchos más daños de los que nadie se hubiese esperado. Era por eso que debía acabar de enviar mensajes de texto y e-mails. Primero debía avisar, y mentir en el proceso, a los vecinos de que aquel apagón de varios minutos había sido culpa de ellos, Simon echó la culpa a una sobretensión eléctrica. Después estaba la compañía eléctrica a la que también debía avisar para que reparasen todos los daños posibles que hubiesen en la mansión, concretamente, en el sistema eléctrico. Y por último, tenían que cubrirse las espaldas para que nada de eso volviese a ocurrir:

-Habrá que comprar generadores de emergencia para la mansión, por si vuelve a pasar-anunció Simon mientras se guardaba, por fin, el teléfono móvil en su bolsillo-. Y también debemos aislar el sistema eléctrico de todo el vecindario... Si ocurre más veces llamaríamos mucho la atención.

Él empezó a caminar por aquella aula mirando todos los desperfectos; Demi había recolocado todos los pupitres en su sitio y, en esos momentos, se encontraba recogiendo las hojas de la carpeta que se habían caído en el suelo, procurando no cortarse con ningún trozo de bombilla.

-Tiene el poder muy unido a sus emociones; los nervios que tenía y lo que le dijo Dinah hizo que... Bueno, que su poder se desbordara casi por completo-volvió a hablar Demi cuando se irguió y encaró a Simon-. Va a ser difícil guiarla en ese terreno porque ni siquiera sabe controlarlo.

-Tú eras igual a los 16 años... No te será muy difícil, Lovato-le recordó al instante con una pequeña sonrisa de burla en sus labios-. Eras como Hulk, aunque sin la fuerza, contra más te enfadabas más poder sacabas...

-Odio que dejarais que ese hombre hiciera esos cómics y películas.

Simon parpadeó un par de veces sin entender a que venía aquel cambio de conversación, pero conocía desde hacía muchos años aquella mujer, así que no le dio importancia y le respondió:

-¿Estás hablando de Stan Lee?

-Sí, ese mismo-afirmó-. Sus "superhéroes" no son nada realistas, debisteis evitar que siguiera sacando esas estúpidas teorías.

Simon resopló ante ese tema:

-Ya sabes la historia, Demi-le dijo encogiéndose de hombros-. Era la única manera de comprar su silencio.

Durante unos segundos el aula volvió a quedar en silencio y Simon aprovechó para enviar un mensaje a Khloé para que comprobase que ninguno de sus vecinos estuviese más enfadado de la cuenta por lo ocurrido. Si hacía falta enviarían cestas con comida, o lo que fuese, como forma de disculpas.

La voz de la joven le volvió a llamar la atención:

-Quizás ayudaría que hicieras algunas sesiones con ella... Ya sabes, eres psicólogo.

-¿Crees que no lo he pensado?-le preguntó sin esperar respuesta-. Pero es una persona tan aislada y, créeme, ha sufrido tanto que no puedo ir sin más e intentar ayudarla a través de la psicología. Huiría a la mínima y que haya firmado un contrato no me da la seguridad suficiente de que se quede aquí... Ni siquiera estoy seguro de que después de lo ocurrido aquí siga en la mansión todavía.

-¿Y qué haremos?-cuestionó Demi-. Esta chica necesita ayuda.

Simon durante unos segundos se quedó pensando en una respuesta, llevaba diez minutos dándole vueltas a ese tema y aún era el único problema que no había podido ponerle solución; no era tan sencillo.

-Tengo que hacerle ver que estamos de su lado, que no vamos hacerle daño...-expresó mientras se masajeaba las sienes-. Tenemos que demostrarle que somos como ella; no hay ninguna diferencia entre ella y las otras chicas. Su equipo es el que tendrá que hacerle de terapia de grupo.

-¿En qué estás pensando?

-La Srta. Cabello tiene en su poder unos libros de psicología-rápidamente Demi le pidió que se explicase mejor con un movimiento de cabeza-. Vino antes de ayer pidiendo libros, ya que la biblioteca se le había quedado pequeña. Y quizás no haya sido tan mala idea habérselos dado... Quizás sepa darles un buen uso, después de todo.

-¿Dejarás que hagan tu trabajo?-reprochó alarmada-. Mejor dicho, ¿qué Camila haga tu trabajo?

-No-contestó rotundamente-, yo haré mi trabajo sin que lo sepan.