Medianoche

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Capítulo 7

Lauren, 3 y 4 de mayo; Los Ángeles    

Los Ángeles era un lugar precioso por el que conducir por la noche. Después de horas deambulando por esa ciudad, Lauren estaba segura de eso.

Por un lado, a la motorista le encantaba la inmensidad de la ciudad, aunque era diferente a la de Nueva York o la de cualquier otra ciudad en la que hubiese estado antes. Quizás era el ambiente, o la esencia que tenían sus calles... O quizás era que Lauren se había enamorado a altas horas de la noche de aquella ciudad porque había echado en falta el aire libre golpear su cuerpo con fuerza.

El sentimiento de libertad.

Acelerar con aquella moto era adrenalina inyectada en sus venas; recorrer las calles sin un destino fijo.

Concretamente, habían pasado cuatro horas desde el incidente en el sótano de la mansión, cuando Lauren había decidió darse un descanso y estirar las piernas un poco... Esa parada había sido necesaria ya que había empezado a no sentir su trasero, y eso nunca era buena señal.

Había acabado llegando, sin saber muy bien cómo, al famoso muelle de Santa Mónica.

Lauren había aparcado su Kawasaki y rápidamente se había bajado de ella para poder estirar todos sus músculos que en esos momentos habían estado agarrotados. Poco después, se había quitado el casco y se había camuflado entre la multitud de gente. Con las manos en los bolsillos y el casco en uno de sus codos, la motorista había ido deambulando por el muelle, esquivando a las personas, hasta encontrar una zona menos ajetreada. Allí mismo, en aquella madera del suelo, se había sentado y se había quedado mirando el mar en calma.

Lauren no le había importado no estar pendiente de todas las atracciones o entretenimientos que había tenido a su alrededor, simplemente su prioridad había sido aclarar su mente de una vez por todas. No es que ella hubiese perdido la noción del tiempo allí parada, ni mucho menos, todo había sido culpa de que su mente no había podido decidir qué era lo que tenía que hacer en esos momentos.

Tenía su vehículo completamente arreglado y eso tan solo hacía que la idea de huir se hiciera cada vez más grande. Ella tan solo tendría que volver a la mansión para recoger sus cosas sin que nadie la viese y luego... desparecer.

Ese plan había tardado solo cinco minutos en planearlo la motorista; en esos primeros minutos en los que se había subido a su Kawasaki después de que Simon se la entregase de nuevo. Pero Lauren llevaba más de cinco horas, cuatro en moto y más de una hora allí sentada, intentando decidir si iba a regresar a su vida en solitario o a X Factor.

Lauren levantó la cabeza de la vieja madera del muelle y se volvió a centrar en las olas, una tras otra golpear. Quizás deba estar siempre sola..., ese era el pensamiento constante que tenía en la mente y que no podía olvidar. Podría haber hecho daño a alguien... Soltando un suspiro, tiró todo su cuerpo hacia atrás para acabar tumbada en el suelo. Sus manos rápidamente subieron hasta cubrir su cara mientras soltaba un gruñido de frustración. Decídete ya, Lauren.

Cerca de la medianoche fue cuando la motorista tuvo algo más claro lo que iba a hacer.

La vuelta a la mansión fue mucho más corta que la ida; Lauren tenía muy buena memoria para recordar las calles por las que había pasado, y también gracias al GPS del IPhone, volvió a estar en menos de una hora en la verja de la mansión para introducir los cuatros números que le tocaban a ella por ser parte del equipo H.

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora