Equipos

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Capítulo 19: Parte IV

Lauren, 8 de junio; Los Ángeles

Después de que Camila le hubiera besado en la mejilla con tanta delicadeza, segundos después, la latina se había separado de ella para caminar hacia el interior de la mansión de X Factor. Lauren tardó un poco más en reaccionar, pero poco después siguió los pasos de su compañera, muy pensativa...Aquella fue la razón por la que al entrar en el salón principal no se dio cuenta de que todos la estaban mirando, o mejor dicho, que las estaban mirando a ella y a Camila. Sus pensamientos poco a poco se fueron desvaneciendo ante la evidencia de tanto silencio. Lauren, poco a poco, fue dándose cuenta de la situación que le rodeaba en esos momentos:

Sus tres compañeras de equipo y todo el equipo de 1D estaban mirándolas fijamente.

-¿Por qué nos miráis?

Sin embargo, antes de que alguno de ellos pudiera responderle a aquella pregunta, Simon llegó detrás de ellas a paso ligero y con el rostro bastante serio.

-Tenemos trabajo pendiente, señores-anunció alzando la voz para que todos le escuchasen-. Para ambos equipos. Mañana a primera hora se les explicara con todo lujo de detales-todos asintieron, sin embargo el jefe de la mansión siguió hablando, aunque concretamente solo a una persona:- Jauregui, ¿puedo hablar con usted un momento?

Y aunque se lo había preguntado, Lauren supo que no tenía opción a decir que no. Su tono había sonado grave y con el rostro serio, la motorista sabía que nada bueno podría salir de aquella charla con Simon.

El silencio estaba a la orden del día, y este se prologo hasta llegar al despacho de la tercera planta, pero cuando Lauren se sentó en su habitual asiento en aquella habitación no pudo soportarlo más:

-¿Qué ocurrió?

No quería pensar que algo más le había ocurrido algún familiar suyo...

En aquellos instantes, el Sr. Cowell tomó asiento en su silla:

-Que sea la última vez que le tenga que cubrir de la policía porque huye de ella...-siseó marcando autoridad con su posición.

Y entonces Lauren supo que estaba en problemas.

-Yo...

-No, escúcheme-la cortó, incluso hizo un gesto con la mano como diciendo que era suficiente-. Pase por alto que su carnet de conducir fuera falso, lo hice porque la he visto conducir y sé que usted lo hace a la perfección..., pero otra cosa es que dejase a la Srta. Cabello conducir cuando ella no tiene ni la más mínima idea... ¿En que estaba pensando, Srta. Jauregui?-le preguntó enfadado dando un golpe en la mesa, pero sin esperar respuesta-¡Y si no fuera poco lo que ambas han hecho, y del riesgo que han corrido, después la policía las atrapó y apuntó la matricula!... ¡Cualquiera de ustedes podría haber salido mal parada en un accidente de tráfico!

Lauren en ningún momento dejó de mirar a los ojos a su jefe, ella no iba a bajar la vista a pesar de que tenía ganas de hacerlo... Se sentía enfadada, se sentía avergonzada... Sin embargo, ella se mantuvo firme mientras apretaba sus manos enguantadas.

-Confió en usted, Jauregui...-añadió regresando a la normalidad, su rostro dejó de parecerle tan serio, al igual que su tono de voz:-, pero que sea la última vez que pase algo como esto.

-¿Eso es todo, señor?

-Sí, ya puede irse.

La motorista no lo dudó ni un segundo y se levantó de allí y se encaminó a paso apresurado, y pisando fuerte, hacia la puerta de salida; hacia al ascensor. La primera pregunta que se le pasó por la mente fue ¿por qué solo yo? Simon le había dicho que había sido una cosa de dos, ambas habían estado de acuerdo en aquella loca idea de conducir, pero Camila se había librado de aquella bronca del jefe. Por otro lado, ella en ningún momento había dejado de tener el control de su Kawasaki... En definitiva, Lauren no estaba de buen humor en aquellos momentos, por eso pulso el número dos para ir directa a su habitación; ella no quería ver a nadie a más.

Sin embargo, no tuvo tanta suerte:

-¡Lauser!-gritó una voz muy conocida.

Al instante se dio cuenta de que todo su equipo, más Harry y Louis estaban allí alrededor de la mesa de billar, con los tacos en sus manos. Era evidente lo que estaban haciendo, pero pronto sus ojos detectaron como Harry tenía envuelta a Camila en sus brazos y aquello revolvió algo dentro de ella, algo no muy bueno que mezclado con el enfado que ya traía encima era muy posible que creara un desastre:

-¡Ven!-volvió a gritar Dinah.

Aquella vez, Lauren caminó hasta llegar a la zona donde se encontraban sus compañeros, pero su plan no era quedarse allí:

-No estoy de humor...

-Tonterías-escuchó que le decía Dinah, pero la mujer de ojos verdes estaba más pendiente del acercamiento que había entre la cubana y Harry-. Chancho no me ha querido contar donde habéis estado, así que... Cuéntanoslo tú.

Cuando vio a Camila tensionarse en los brazos del hombre, Lauren intentó procesar lo que le acababa de decir la polinesia y solo cuando lo entendió se giró hacia ella:

-¿De qué estás hablando, Dinah?

-De vuestra cita, duh-le contestó como si fuera obvio-. De la que justamente acabáis de volver...

-¡¿Qué?!

Sus manos se contrajeron con fuerza, el cabreo de antes no era nada comparado con lo de ahora... Y por eso la motorista no dudó en asesinar con la mirada a su compañera.

-Lauren no me mires así, no puedes culparme por esto. ¡Soy del equipo Camren!-exclamó abriendo sus brazos de forma cómica-. ¡Todos lo somos!

En ese preciso momento hubo una pequeña risa generalizada, y Lauren, a lo mejor por aquel gran cabreo que se le estaba acumulando en el interior, no supo distinguir de quien eran las risas. Sin embargo, en el instante en el que se giró para mirar de nuevo a Camila le pareció ver una sombra de una sonrisa y aunque la motorista no estaba al cien por cien segura, no dudó en atacar.

Ella no dudó en sacar todo su enfado sobre Camila, quien ya no estaba al lado de Harry:

-¿Te hace gracia, Camila?-fue entonces cuando la sala azul volvió a quedar en silencio, pero Lauren ya no le importó:- ¡Pues a mí no y tú no tienes ningún derecho a decirles que...!

-Lauren...-la interrumpió Dinah con preocupación.

-Noticia de última hora, ¡yo no soy lesbiana, Dinah!...-le reprocho al instante- ¡Camila y yo tan solo somos COMPAÑERAS!

Con aquel último grito, se dio media vuelta para irse hacia la sala H, en varios segundos puso el código y después dio un sonoro portazo. Sin embargo, con el portazo se le quebró la máscara de enfado empezando a darse cuenta de lo que había hecho, o mejor dicho, de lo que le había gritado a Camila... Justo en el momento en el que se tumbó en su cama, Lauren ya estaba totalmente quebrada en lágrimas.

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora