Sin voz

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Capítulo 17: Parte IV

Lauren, 5 de junio; Miami

-¿Lauren?

Solo cuando aquella voz masculina, procedente de detrás suyo, resonó en sus oídos se desconcentró de sus pensamientos. Aún seguía mirando a su madre con la boca medio abierta esperando decir aquello que pensaba, pero no había podido. Sin embargo, aquella voz le había sacado de su mudez.

Nada más girarse se encontró con su hermano pequeño, aunque ya de pequeño tenía poco. Lauren contuvo el aliento al instante. Chris ya era mucho más alto que ella e incluso se había dejado la barba crecer un poco. Ya era un hombre, y no el niño que recordaba... Sin embargo, el detalle que más sobresalía era el cabestrillo que llevaba alrededor de su brazo derecho para tenerlo completamente inmovilizado.

-Chris...-susurró.

Primero su madre y luego su hermano; aquel día estaba lleno de emociones para la mujer de ojos verdes.

Fue entonces, aun con la mirada fija en su hermano y admirando lo mucho que había crecido en aquel tiempo, cuando se dio cuenta de que la cara de este empezaba a cambiar progresivamente: iba de la sorpresa a la rabia y al fastidio. Al igual que con su madre, Lauren aun sabía ver esos pequeños detalles.

-Y al fin la hija pródiga ha vuelto... ¡Que alegría siento de verte, hermana!-ironizó sin intenciones de moverse del sitio.

Lauren tragó saliva sin saber muy bien que decir, pero su madre se le adelantó:

-Chris...-advirtió con su tono.

-Ya, ya...-el joven hizo un gesto con la mano, con su brazo bueno, como si le diese todo igual-. Mamá quiero irme a casa ya. Ha sido un muy largo día esperando a que me atendieran en este hospital de mier...

-¡Christopher Micheal, esa boca!

La motorista, aún pendiente de su hermano, también vio como le daba igual que su madre le riñese delante de las enfermeras y de ellas.

-¿Nos podemos ir ya, por favor?

-Voy a por tus papeles, aún tengo que firmar unos documentos. Espera aquí con Lau...

-Estaré en el coche-la cortó yéndose por el pasillo y sin mirar atrás.

Durante unos segundos, Lauren siguió con la mirada en su hermano pequeño y aun con millones de pensamientos en su cabeza. ¿Por qué era tan difícil hablar? De repente, una mano se puso sobre su hombro dándole un ligero apretón. Cuando la motorista giró la cabeza, se encontró con unos profundos ojos marrones que la miraban con cariño. Lauren tuvo la sensación, en esos momentos, de que Camila parecía ser la única que estaba de su lado; la única que la entendía.

-No te muevas de aquí, Lauren-volvió a hablar su madre-. Yo no tardaré en volver.

-Mamá...

-No me discutas ahora, Lauren-interrumpió sin paciencia y después miró a la latina-. Camila, tus padres están en nuestra casa para una barbacoa... Iba a ser hace unas horas, pero con la larga espera en el hospital se ha retrasado un poco. Estás más que invitada a venir con nosotros, seguro que tus padres se pondrán felices al verte.

-De acuerdo...-escuchó murmurar a su acompañante.

-Y tú volverás a casa conmigo aunque no quieras...-señaló a su hija con tono serio-. Tenemos que hablar de muchas cosas.

Y al parecer, era hora de volver a casa para Lauren.

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora