Feel Again I: X Factor (CAMREN)

Mural

Capítulo 9: Parte II

Camila, 7 de mayo; Los Ángeles

Nada más entrar en el cuarto de Lauren, Camila pudo ver como el suelo estaba todo cubierto por un plástico blanco, como forma de protección. También pudo ver como la cama estaba despegada de la pared al igual que los demás muebles que había en la habitación. Aquello sorprendió a la joven latina porque era evidente que la chica de ojos verdes ya había estado trabajando en su habitación antes de ir a comprar la pintura:

-¿Cómo...-empezó la pregunta viendo como Lauren ponía las bolsas encima de la cama, o mejor dicho, del colchón desnudo, pero Camila rápidamente recompuso la pregunta-¿Cuándo hiciste todo esto?

La chica de ojos verdes la miró por encima del hombro, aunque sin girar su cuerpo:

-Esta mañana-la cubana no lo pudo evitar y alzó sus cejas-. Lo hice muy temprano. Mario me ayudó a conseguir el material-rectificó para después volver a la tarea de sacar todo del interior de las bolsas.

Y después una pregunta se le escapó de entre los labios:

-¿No podías dormir?

Esa vez Lauren si se giró para encararla con su cuerpo. Durante más de treinta segundos, la joven de ojos verdes estuvo así, mirándola a la cara de forma sería e incluso algo intimidante. Pero Camila no apartó sus ojos de ella. Inquieta sobre sus pies, pensaba que no le iba a contestar, pero finalmente recibió una respuesta cuando la morena negó con su cabeza.

Instantes después, Camila pensó que Lauren la iba a echar de su habitación. Ya le había costado aceptar su oferta para que la dejase acompañar hasta allí; ella no pude evitar pensar que Lauren se iba a echar atrás en esos momentos. Así que, la cubana se mordió el labio para no volver a preguntar nada más; era mejor estar callada, por si acaso. Sin embargo, decidió acercarse más para ver lo que estaba haciendo en esos momentos:

Encima del colchón había una gran variedad de pinceles, brochas y rodillos, y en el suelo, donde los estaba colocando Lauren en esos momentos, estaban los diferentes botes de pintura. La joven de ojos marrones pudo observar cómo había dos grandes recipientes y luego un bote más pequeño. El primero que abrió Lauren, era un color negro, pero no muy intenso, incluso Camila dudo de que no fuese un gris muy oscuro. El siguiente era un color mucho más claro, era un gris arenoso. Y el último bote, el más pequeño, no lo abrió.

Cuando la chica con guantes se volvió a poner de pie, casi chocó con Camila ya que no la vio detrás de ella. Al instante pudo notar como Lauren dio un paso atrás alarmada. Durante unos segundos, su rostro expresó angustia, pero rápidamente Camila pudo ver como se recomponía.

-Lo siento...-murmuró la cubana.

No sabía muy bien porque se estaba disculpando, pero sentía que tenía la necesidad de hacerlo. Era la misma necesidad que había sentido diez minutos atrás.

-¿Quieres ayudarme?

Aquella pregunta le sorprendió a Camila, a decir verdad, no se la había esperado en absoluto, pero tras recomponerse asintió ante la atenta mirada de aquellos ojos verdes.

-¿Qué... qué puedo hacer?

Lauren rápidamente se agachó y cogió el gran recipiente de pintura, el primero que había abierto, y lo acercó hasta la pared que tenían en sus espaldas. La misma que tenía en medio la puerta de entrada a la habitación, que en esos momentos estaba cerrada. Cuando Camila se giró pudo notar que había una cinta protectora tanto en el zócalo como en el marco de la puerta: