Sean Bankhead

4.1K 284 30
                                    

Capítulo 5

Lauren, 2 de mayo; Los Ángeles

Un poco más... Solo aguanta un poco más...

Eso era lo único que pensaba Lauren zancada tras zancada. Necesitaba estar concentrada en lo que estaba haciendo, pero su cuerpo ya empezaba a cansarse, y mucho.

Llevaban treinta minutos corriendo a un ritmo constante, cuando la chica de guantes negros empezó a sentir una incómoda presión en el pecho y como sus piernas pesaban cada vez más. Cada paso que daba empezaba a ser un sufrimiento. Lauren notó también como su respiración estaba demasiado acelerada:

¡Esto solo me pasa por dejar de hacer deporte!

Desde que Lauren había dejado, a la fuerza, el softball no había intentado hacer más ejercicio de lo estrictamente necesario en aquellos dos años y esos casos solo sucedían cuando tenía que salir corriendo de algún lugar.

Mierda, aguanta un poco más Lauren..., pensó sin apartar la mirada del camino de tierra que tenía delante, por ende, sin dejar de mirar los pies de Ally. Ella era la chica que tenía delante, también corriendo. Normani, Ally, Lauren, Dinah y Camila; ese era el orden en el que iban corriendo en fila por aquel estrecho sendero. Todas iban siguiendo el ritmo que marcaba su entrenador.

Luego descansarás, Lauren. ¡Concéntrate en aguantar!

Despertarse temprano no había sido agradable, nunca lo era, pero para Lauren no había sido difícil levantarse de la cama porque durante dos años se había acostumbrado a madrugar y a dormir poco. Al fin de cuentas, ya formaba parte de su rutina. Sin embargo, aquella noche había dormido más de doce horas, ya que después de su abrupta despedida hacia las chicas se encerró en su habitación y no volvió a salir de allí hasta el día siguiente.

Durante esas horas Lauren no hizo mucho más que ver series atrasadas que tenía pendientes y hablar, a través de mensajes, con Keana sobre la situación de los comedores sociales de Nueva York. Esa había sido otra gran razón por la cual la motorista se había hecho tan buena amiga de la melliza, tenía un gran lado altruista, y cada cierto tiempo iba a esos comedores sociales para ayudar a la gente que lo necesitaba.

Pero, volviendo a aquella mañana de lunes, nada más haber salido de entre las sábanas blancas, la chica de ojos verdes se había dado una ducha rápida para despejarse y después había bajado a desayunar con sus demás compañeras, con las que solo compartió un simple buenos días.

Como había dicho Simon el día anterior, el desayuno fue preparado por Mario y había una gran cantidad de comida, sobre todo, fruta y cereales. Pero, al no estar tan acostumbrada a comer tan diariamente, Lauren optó por un zumo de naranja y algo de fruta cortada mezclada con yogurt.

Ella no necesitaba llenarse tanto el estómago si iban a hacer ejercicios físicos.

Pero, en ese preciso momento, y después de más de tres horas sudando, aquel buen desayuno de Mario había desparecido, y había sido quemado, de su cuerpo. Lauren estaba totalmente segura de ello.

Pero, de repente una voz procedente de su derecha le llamó la atención:

-¿Fumas, verdad?

Rápidamente, Lauren giró su rostro hacia la derecha para mirar quien le había hablado, o mejor dicho, para ver quien le había hecho aquella pregunta. Ahí estaba Sean Bankhead, su entrenador físico quien en esos momentos estaba a su lado, siguiendo el ritmo que marcaban sus pies.

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora