Bombillas

3.1K 276 3
                                    

Capítulo 11: Parte III

Lauren, 10 de mayo; Los Ángeles

-¿Has practicado la meditación esta vez?

Lauren no se había sorprendido, cuando una vez más aquella tarde, ella fue la única que tuvo que entrar a la sala del sótano sola. Sus demás compañeras se habían quedado en la zona de entrenamiento; cada una con un ejercicio particular por hacer. Sin embargo, su sorpresa llegó cuando nada más entrar vio como no había ninguna vela encendida, ni música, ni tampoco aquel olor a incienso. Después de mirar a su alrededor, la motorista se giró completamente para encarar a su tutora:

¿Había practicado la meditación? Sí, la noche anterior cuando la tormenta había finalizado y aún no se había podido dormir. ¿Había intentado controlar su don? Sí, pero en aquella última parte del ejercicio había fracasado estrepitosamente y no lo había vuelto a intentar más:

-Yo no puedo...-empezó a decir mientras se acercaba a la mesa en la que estaba apoyada Demi-. Ni siquiera pude controlarlo por unos segundos. Es demasiado...

Al instante, Lauren pudo ver como la mirada de su tutora, y a decir verdad toda ella, se relajaba ante su respuesta:

-Tienes que aprender a controlar tus poderes sin los guantes, Lauren-empezó a decir con calma y quizás algo de dulzura-. Estás más cerca de conseguirlo de lo que tú te crees. Es tu mente quien te lo impide; tu subconsciente. He hablado con Chelsea y también de tus progresos hoy. Es por eso que tienes que creernos cuando te decimos que solo tus miedos te impiden tocar a alguien sin reaccionar con tu habilidad. Solo debes canalizar tu energía en el momento adecuado.

Casi al instante, una voz en la cabeza de Lauren rechistó: solo, dice... como si fuese tan fácil hacerlo. Sin embargo, ella tan solo agachó su cabeza sin dejar de abrir y cerrar sus manos. Era evidente que aquella conversación le estaba incomodando bastante.

-Vamos a probar un ejercicio nuevo-habló de nuevo Demi, pero aquella vez con un tono de voz más energético y dinámico. Aquello, sin ninguna duda, hizo que la motorista levantase la mirada del suelo. Ella vio cómo su tutora se iba hacia un rincón de la sala y levantaba una gran caja, aunque no parecía muy pesada-. Quítate un guante.

Lauren no la obedeció, al menos no en ese momento, tan solo miró como la mujer del cabello corto abría aquella caja de cartón. Al instante pudo ver que estaba llena de bombillas, todas ellas protegidas en cajitas de plástico.

-¿Qué vamos hacer con eso?

Ella no sabía si estaba lista para un nuevo ejercicio, ya había tenido suficiente con Chelsea aquella mañana. Por el contrario, Demi sacó una de esas bombillas, aun en su protección, pero rápidamente contestó:

-A decir verdad, quería esperar un poco antes de hacer este ejercicio contigo...-ella soltó un suspiro resignado-, pero no vamos a perder nada por probar.

Cuando la tutora ya hubo acabado de desenvolver aquella bombilla de la caja de plástico, miró a Lauren y con un gesto de cabeza le indicó que se quitase el guante. O eso entendió la mujer de ojos claros. Sin otra opción en mente, finalmente y con dudas, lo hizo.

-Está bien...-murmuró para sí misma.

Ella se quitó el guante negro derecho.

Segundos más tarde, pequeños rayos empezaron a entrelazarse por sus dedos y a subir por su mano. Pero, para nada era como la primera que había mostrado su don en aquella aula, era más tímido y más controlable, o eso creía Lauren:

-Respira profundamente-le ordenó con calma Demi y la motorista no dudó en hacerle caso. Hizo varias respiraciones profundas recordando como lo había hecho en meditación-. Cierra los ojos y cuando estés totalmente relajada los vuelves a abrir-y así lo hizo la motorista. Durante unos segundos se quedó en la oscuridad, pero cuando se vio más segura miró a su tutora de nuevo:-. Ahora coge la bombilla.

-¿Demi, estas segura?- le preguntó con miedo.

Había deducido sus intenciones desde que había visto la caja, pero aquello no significaba que Lauren se sintiese cómoda con ello.

-No-le contestó rápidamente-. Tú solo sigue relajada y concéntrate en canalizar la energía justa y necesaria para encenderla. Solo encenderla; debe ser poco y constante, Lauren.

-Demi...-reprochó aún sin estirar su mano.

-Solo hazlo.

Y Lauren lo hizo un instante más tarde.

No lo hizo por confianza hacia su tutora, ni tampoco por confianza en ella misma. Fue un impulso directo que la llevó a alcanzar con su mano derecha la base de la bombilla, en la misma zona en la que estaba la rosca. En el mismo momento en que sus dedos desnudos tocaron aquella pieza metaliza, una luz cegadora desprendió la bombilla pero tan solo fue durante un segundo.

Un escaso segundo.

Y después la bombilla estalló.

Incluso las luces de la sala se apagaron momentos después, pero Lauren no le quiso dar importancia porque aun sentía la energía viajando por sus manos. Concretamente sentía más la de su mano derecha; constantes corrientes que arañaban su piel. Ella había intentado que fuera poco, como le había dicho Demi, ella había intentado canalizar. Pero no había servido de nada...

Segundos más tarde las luces volvieron a la sala, rápidamente la motorista buscó la mirada de su tutora para recriminarle por lo que le había ordenado hacer: había sido una idiotez y una locura..., pero no le dio tiempo a decir nada porque ella se le adelantó:

-No ha sido tan buena idea.

Nada más escuchar eso, Lauren buscó con la mirada aquello que alarmaba tanto a Demi en esos momentos.

No fue difícil deducir lo que estaba observando: era su mano derecha. Justo en esa zona tenía una brecha que en esos momentos no dejaba de sangrar.

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora