Nombre y apellido

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Capítulo 1: Parte IV

Lauren, 30 de abril; Nueva York

Trabajar en el Marie era siempre agotador, pero un agotador soportable.

Era soportable para Lauren por varias razones: casi todos los clientes ya la conocían, y aquellos que no lo hacían, sabían de ante mano que no podían tener problemas con ella porque era amiga de los dueños, los mellizos Issartel. Pero, la gran razón por la que era soportable todo aquel trabajo detrás de la barra era porque tenía la compañía de Keana. Lauren sabía muy bien que sin ella allí no hubiera vuelto jamás a pisar el Marie.

Su mejor amiga iba con la bandeja en su mano de un lado para otro del bar sirviendo y recogiendo, pero cada pocos minutos esta volvía a la barra con Lauren y acababan teniendo conversaciones esporádicas, ignorando a los clientes.

Eso hacía que el tiempo pasase mucho más rápido para las dos.

Era mucho más soportable.

Eran pasadas las siete de la tarde cuando Lauren ya empezó a sentirse muy cansada, a pesar de que la noche anterior había dormido más de doce horas. Estar de pie moviéndose de un lado a otro la acabó agotando, y más si de vez en cuando tenía que cargar cajas pesadas. Sin embargo, como siempre hacia Lauren, no lo demostró en absoluto:

El cansancio estaba ahí, simplemente, intentó no sentirlo.

-Ponme un Martini seco y un Sex on the beach.

Lauren, justo en ese momento, llevaba una caja llena de cervezas en sus manos, pero no le impidió levantar la vista para encontrarse con la melliza Issartel, quien en esos momentos tenía una sonrisa juguetona en sus labios. Después de que la chica con guantes soltara, de manera brusca, la pesada caja sobre las neveras, miró a Keana mientras encarnaba una de sus cejas. En aquel bar tan solo servían cerveza o whisky. Pocas veces tenían tequila o vodka, pero eso no era algo habitual en el Marie. Lauren había trabajado allí las suficientes veces para saber eso:

-Hermanita-le habló Noel apareciendo a su izquierda con un porro entre sus dedos; sus ojos delataban el estado en el que se encontraba:-, se te olvida que estás hablando con Lauren Badass Michelle-le comentó enfatizando en el nombre de la chica.

Nada más salir huyendo de Miami, una de las primeras cosas que hizo Lauren fue utilizar su segundo nombre como apellido, incluso consiguió documentos falsos con ese nombre. Nadie sabía en realidad su apellido; nadie podía saberlo. Podría haber escogido un nombre complemente falso, pero una parte de ella no la dejó; una parte de ella no podía dejar de ser Lauren Jauregui. Pero ya con ese pequeño detalle, siendo Lauren Michelle y no Jauregui, se le había hecho mucho más fácil perder el contacto de la gente de su pasado.

-Cierto-le respondió a su hermano, pero Lauren la estaba ignorando deliberadamente mientras colocaba las cervezas en la nevera sin ni siquiera mirarlos:-. Lauren no tiene sentido del humor, ni siquiera sabe sonreír...- siguió hablando Keana.

La morena sabía que la estaba molestando para que reaccionara, pero ella simplemente no contestó.

Soltando un suspiro, Keana se rindió y dejó la broma atrás.

-Ponme dos cervezas, cariño.

Por otro lado, Lauren simplemente asintió con la cabeza ante el pedido de la castaña y rebuscó entre las neveras dos botellas que estuvieran frías. Cuando las encontró, les quitó la chapa con un abridor y las puso encima de la bandeja de su amiga. Al instante, Keana se marchó de la barra para seguir con su trabajo, al igual que también hizo Lauren. Noel fue el único que tomó la decisión de no trabajar y, tras unos segundos ahí apoyado en la barra acabándose de fumar aquel porro, decidió pasar dentro.

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora